Xavi: de Espanyol a Espanyol

De Espanyol a Espanyol. No ha transcurrido una vuelta completa de Liga, por obra y gracias del calendario asimétrico. Solo 10 partidos después (más 5 en las demás competiciones), y no 19, devuelven a Xavi Hernández ante el mismo rival frente al que debutó con una agónica victoria. Sin los resultados esperados -tales eran las expectativas con el regreso de otro exfutbolista emblemático-, pero mejores que los de Koeman.

Aún ronda por el Camp Nou el desasosiego por la obtención de una plaza entre los cuatro primeros que blinde la participación en la próxima Champions, se han perdido la Copa y la Supercopa, y dentro de cuatro días empieza el misterioso camino, por desconocido, en la Europa League ante el Nápoles. Xavi sigue bajo la lupa.

Mejoría creciente

De Espanyol a Espanyol se ha visto un Barça irregular, con breves episodios entusiasmantes, una mejoría creciente fomentada sustancialmente por el último gran triunfo sobre el Atlético y sin haber solucionado del todo sus despistes defensivos. Xavi ha dotado al equipo de una personalidad cada vez más acusada y cada vez más firme, sin eliminar del todo la endeblez atrás.

"Somos el Barça. No sirve el empate ni la derrota. No sirve el notable, sino el excelente", asumía Xavi el 8 de noviembre, cuando en su presentación Joan Laporta se aventuró a decir que ese día “marcará la historia del club” tras haber destituido a Ronald Koeman diez días antes y con el breve paréntesis de Sergi Barjuan.

No ha transcurrido suficiente tiempo para confirmar o negar el vaticinio del presidente tras bendecir finalmente el fichaje de Xavi como entrenador. Venciendo la única resistencia, la suya propia, atrincherada en dos preceptos: por la inexperiencia del antiguo cerebro futbolístico –“soy un novato comparado con el Cholo”, admitía el pasado domingo respecto a un Simeone con diez años más de carrera en el banquillo-, y por haber sido el máximo emblema de Víctor Font en las elecciones de marzo de 2020 que le devolvieron al palco.

Ocho canteranos

Ocho canteranos aparecían escritos en la primera alineación (Ter Stegen, Frenkie de Jong y Memphis eran las excepciones), articulada en un 4-3-3 que ha variado, de inicio, en tres partidos. Lo que no ha cambiado es la idea de juego, que va repitiendo como un mantra en cada rueda de prensa: quiere un Barça protagonista del juego, poseedor del balón, agresivo para recuperarlo inmediatamente después de perderlo…

Xavi, por el contrario, no ha conseguido erradicar defectos detectados desde el inicio: la falta de constancia en mantener la línea defensiva, que algunos jugadores "no desconecten" en las acciones de estrategia o que los extremos acudan al remate en el segundo palo cuando la acción va por el otro lado.

De ahí los irregulares resultados, con varios partidos defendiendo el resultado panza arriba (el derbi, para empezar), incapaz de vencer sobre la inferioridad del rival (la expulsión de Koundé en SevillIa), o de aguantar en la propia (la roja de Gavi en Granada), pasando penas con tres goles de diferencia (Atlético), frágil ante un Elche que le marcó dos tantos en dos minutos y muy laxo al ceder dos empates al límite ante Osasuna y Granada.

Los ocho canteranos ya eran cinco en el último encuentro, gracias a la llegada de refuerzos invernales. Dani Alves fue el primero, ofertándose a sí mismo antes de que Xavi aterrizara en Barcelona. El viejo compañero fue aceptado de inmediato, igual que los otros veteranos (Piqué, Alba y Busquets), defendidos a capa y espada, verbal y activamente: son "insustituibles".

Ferran Torres, Adama Traoré y Aubameyang han completado la nómina de fichajes, reforzando un ataque que se debilitó desde el día de la marcha de Lionel Messi, y que ha sufrido una auténtica pandemia de lesiones:  Xavi no ha podido utilizar a Sergio Agüero, solo ha tenido dos partidos a Ansu Fati y Memphis apenas ha jugado dos ratos en dos meses.

El partido ante el Espanyol será el decimosexto de Xavi en el banquillo. Los mismos que dirigió Ronald Koeman en el primer trimestre. Seis victorias, cinco empates y cinco derrotas fue el balance del técnico holandés. Xavi tiene ya un triunfo más (con cuatro empates y cuatro derrotas, una sola en la Liga).

Los 10 partidos de Liga (y 15 de total)

Solo 10 partidos de Liga ha dirigido Xavi en el Barça. Se ha perdido solo uno, ante el Betis, convertido en un rival directo por la Champions. Este es el trayecto que ha seguido el equipo.

Barça-Espanyol (1-0)

Memphis, de penalti, en el inicio de la segunda mitad, adelantó al Barça y esa mínima ventaja fue suficiente para sumar los primeros tres puntos de Xavi, que pudieron volar en el tramo final con dos graves errores defensivos que el Espanyol no supo aprovechar. Dimata cabeceó fuera y Raúl de Tomas al poste.

Villarreal-Barça (1-3)

Tras <strong>el disgusto ante el Benfica, </strong>donde el Barça pudo haber sellado la clasificación europea, el cuadro azulgrana se apuntó un gran triunfo en Villarreal. El primero de la Liga fuera de casa. No exento tampoco de sufrimiento, tras el empate local a poco del final. Memphis y Coutinho apuntalaron el resultado.

Barça-Betis (0-1)

La confianza ganada por el equipo se resquebrajó con la primera derrota, ante el Betis en el Camp Nou. El Barça fue de menos a más y un contraataque culminado por Juanmi erosionó a grupo antes de la crucial visita al Bayern en Múnich.

Osasuna-Barça (2-2)

Se necesitaba un milagro ante la opuesta trayectoria del Barça y el Bayern y no se produjo. El 3-0 expulsaba al cuadro azulgrana de la aristocracia y lo centraba en la Liga. Débil y dubitativo, el calendario deparaba una dira visita a Pamplona, La regeneración anímica se disipó con un tiro de Chimy Avila a cuatro minutos del final.

Barça-Elche (3-2)

El regreso liguero al Camp Nou deparó otra sesión de congoja con el Elche. El cómodo 2-0 se disipó en dos minutos con sendos goles visitantes y la sombra del drama que sobrevolaba con un tropiezo inaceptable la borraron entre Gavi y Nico para conservar los tres puntos.

Sevilla-Barça (1-1)

Visita a Sevilla en el duelo aplazado de la cuarta jornada. Ante un grande, el Barça compitió como se espera de él. Notable sesión de control ante el único perseguidor del Madrid, consumada con un gol de Araujo en un córner lanzado por Dembéle. A falta de mayor juego, buena fue la estrategia, pero quedó el regusto de no aprovechar la inferioridad local tras la expulsión de Koundé.

Mallorca-Barça (0-1)

Todo lo que no fuera ganar en Mallorca en el nacimiento de 2022, el partido que Xavi no quería jugar por el cúmulo de bajas, era un fracaso. Y Luuk de Jong lo evitó con una gran actuación como delantero centro. Empezaba así una particular racha que ya ha terminado con la desaparición del holandés de la alineación.

Granada-Barça (1-1)

Tras superar la primera eliminatoria copera en Linares, remontando el marcador, la salida a Granada dejó otro disgusto con el empate de Antonio Puertas en el minuto 89. Nuevo error defensivo que reducía el valor del buen cabezazo de Luuk. El Barça no supo resistir la expulsión de Gavi.

Alavés-Barça (0-1)

Con el breve paréntesis de la excursión a Arabia Saudí y <strong>la llamada derrota honrosa ante el Madrid en la Supercopa,</strong> derrota repetida en <strong>San Mamés con el mismo resultado y el deshonor de la eliminación copera</strong>. También en la prórroga. Perdidas dos competiciones seguidas, el drama termina por los pelos ante el Alavés en Vitoria. Frenkie de Jong marcó tarde (m. 87), pero el cuadro vitoriano tuvo tiempo para empatar. Pudo y no supo.

Barça-Atlético (4-2)

La reaparición en el Camp Nou ante la hinchada 50 días después del duelo ante el Elche alumbró un nuevo Barça. Al que se esperaba con Xavi, aparentemente apuntalado en el juego y con fichajes de invierno que auguran mejores expectativas. Deben ser refrendadas desde el derbi. El equipo desarboló al Atlético pero con tres goles de renta fue retrocediendo.