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Ansu Fati opta por un tratamiento conservador y rechaza operarse de su lesión

Ansu, tras lesionarse en el nuevo San Mamés en el Athletic-Barça de la Copa del Rey.

Ansu, tras lesionarse en el nuevo San Mamés en el Athletic-Barça de la Copa del Rey. / FCBARCELONA

Joan Domènech

Joan Domènech

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No habrá una quinta operación hasta que no sea inevitable. Ansu Fati rechaza volver al quirófano para recuperarse de la rotura muscular que sufre en el tendón proximal del bíceps femoral de la pierna izquierda. Las experiencias previas sufridas con el menisco izquierdo y la falta de unanimidad en su entorno le llevan a rechazar, de momento, la intervención quirúrgica.

Más breve y menos dura se presenta la rehabilitación mediante el tratamiento conservador, eufemismo por el que se describe todo aquel proceso recuperatorio que evita el trauma de pasar por el quirófano, mucho más aparatoso aunque encierre mayores garantías de curación en este caso.  

O dos meses o cuatro

La opción conservadora estima, a grandes trazos, un periodo de convalecencia alrededor de dos meses y la perspectiva de terminar la temporada jugando, aunque encierra el riesgo latente de otra recaída. La quirúrgica dobla el plazo de rehabilitación hasta los cuatro meses, implica despedirse de esta campaña pero la sutura de la rotura efectuada por un cirujano, teóricamente, será más firme y sólida.    

Y Ansu ha elegido la primera vía. Después de varios días de reflexión –se lesionó el jueves de la pasada semana en San Mamés cuando llevaba 36 minutos en el campo-, ha decidido no operarse contra el criterio de los médicos del Barça, encabezados ahora por el doctor Ricard Pruna, partidario d el quirófano que, en ningún caso, da una garantía del cien por cien. Aunque el médico que le intervendría sería el finlandés Lasse Lempainen.

Dembélé y Sergi Roberto fueron operados para curarse de sus respectivas roturas musculares.

De hecho, la tasa de recaídas en este tipo de lesiones, teniendo en cuenta el tipo de musculatura de Ansu Fati y su forma de jugar, exigente por la cantidad de acciones de reacción y velocidad y de disparos a portería, es muy alta. La musculatura del delantero, a los 19 años, aún está formándose.

El ejemplo Dembélé

El mayor ejempo lo tiene muy cerca en el vestuario. Es Ousmane Dembélé. El extremo francés fue operado en Finlandia (2017) de una rotura en el bíceps femoral izquierdo de la que recayó meses más tarde. En febrero de 2020 tuvo otra rotura (total) del tendón del bíceps femoral derecho.

El pasado mes de junio de 2021 sufrió la desinserción del tendón distal del bíceps izquierdo (el otro extremo del músculo, en la inserción con la tibia). Fue operado y reapareció en noviembre. El último en haber pasado por el quirófano (9 de diciembre), también en Finlandia, ha sido Sergi Roberto del recto femoral derecho. 

La mayor dificultad es la localización donde Ansu Fati se ha producido la lesión: en la confluencia del músculo con el tendón. La rehabilitación deberá ser muy concienzuda y precisa, con exámenes cotidianos, para evitar riesgos de recaídas y de roturas cerca de esa zona, muy sensible e importante para los futbolistas.

Xavi charla con Ansu Fati en un entrenamiento del Barça en la ciudad deportiva.

Xavi charla con Ansu Fati en un entrenamiento del Barça en la ciudad deportiva. / FCBARCELONA

Ansu pasó tres veces más por el quirófano tras las complicaciones derivadas de la primera operación de menisco.

Las malas experiencias

A todo ello cabe unir el estado próximo a la desesperación que ha vivido Ansu. Sufrió una primera operación en noviembre de 2020 para reparar la rotura del menisco interno de la rodilla izquierda y las complicaciones derivadas le obligaron a pasar tres veces más por el quirófano hasta perderse lo que quedaba de temporada 20-21 y el inicio de la actual.

Reapareció el pasado 26 de septiembre ante el Levante, con un gol. Jugó ocho partidos, y un percance en la rodilla derecha le hizo parar en dos. Volvió a jugar en el campo del Dinamo de Kiev para salvar la eliminación europea y la salvó con otro gol. Al siguiente partido, frente al Celta, en Balaídos (20 de noviembre), sufrió la primera rotura en el bíceps femoral de la que reapareció el 12 de enero ante el Madrid. Con otro gol. Y, en otra triste repetición de la historia, en el segundo partido que jugaba, frente al Athletic, cayó.