Xavi sobre Dembélé: "O renueva o se le busca un salida"

El Barça da por terminado el tiempo de espera con Ousmane Dembélé. Ha llegado el momento de tomar una decisión. Y esa decisión corresponde al jugador, que tiene la paella por el mango, dueño como es de su futuro al acabar su contrato el próximo 30 de junio.

"O renueva o se le busca una salida", dijo Xavi Hernández, transmitiendo un ultimátum público al delantero francés. El técnico, como el club, está cansado del doble juego del futbolista, que le garantiza que desea continuar mientras su agente se niega a aceptar la oferta o pidiendo comisiones desorbitadas. El entrenador entiende que se han de preservar los intereses de la entidad.

Situación "compleja y difícil"

"O caixa o faixa", ha repetido Xavi para que quedara clara la disyuntiva. Ya no hay medias tintas. Xavi, que ha sido el principal promotor de la renovación de Dembélé, al que ha colmado de elogios desde el primer día, desde que le saludó en su presentación al vestuario como entrenador el pasado 9 de noviembre, se ha hartado. Pese a reconocer que todos los implicados se enfrentan a "una situación compleja y difícil".

Lo es para Dembélé, que debe elegir entre el Barça u otro equipo en un momento clave de su carrera (24 años), enclavado en una encrucijada entre su deseo de seguir y la voluntad de su agente de forzar la máquina reclamando 30 millones para renovar y 15 de comisión para él, al margen de la ficha, como adelantó este diario.

Un entrenador defraudado

Lo es para Xavi, que tomó partido por Dembélé, catalogando de "prioritaria" su renovación, afirmando que podía ser «el mejor del mundo en su posición" y convirtiéndole en un futbolista "clave del proyecto" y se siente defraudado. "He sido muy honesto con él", apuntaba Xavi, dolido también por el doble discurso de Dembélé -"yo también me pregunto por qué Dembélé me dice a mí que quiere renovar"– y su falta de sensibilidad por no tener en cuenta la situación económica del club con el límite salarial.

Y lo es para el Barça que ve perder a un futbolista que le ha salido carísimo –el segundo o tercer más caro de la historia, por detrás de Coutinho y empatado más o menos con Griezmann–, no solo por lo que ha costado, sino por lo poco que ha jugado, sin poder recuperar ni un euro de los 135 millones pagados al Borussia Dortmund desde 2017, y con ciertas perspectivas de explotar en el futuro.

La convocatoria dirá

Pero la paciencia tiene un límite. "Hace cinco meses que estamos en conversaciones y no podemos esperar más", argumentaba Xavi. Y ese límite es hoy jueves, horas antes de la visita al Athletic. "Se tomará una decisión", explicaba Xavi, sin querer adelantar si entrará en la lista de convocados o se le dejará en Barcelona.

La presencia o no de Dembélé en la convocatoria representará la tácita respuesta al ultimatum: si viaja y juega en San Mamés significará que continuará en el Barça. Si no se une al equipo, empezará la cuenta atrás de su estancia en el vestuario. Lo que ha descartado Xavi otra vez es que Dembélé se quede seis meses en Sant Joan Despí y apartado del equipo sin jugar.

Xavi agradece, en contraste con Dembélé, la actitud de Araujo: "Es un tío que suma muchísimo"

Araujo siempre suma

Otra renovación en perspectiva, "prioritaria" también para xavi, apunta mucho mejor. La de Ronald Araujo. Menos urgente por cuanto su contrato expira en 2023. Y menos preocupante por la actitud del defensa uruguayo. "Estoy contentísimo con el rendimiento de Ronald y por cómo es también fuera del terreno de juego. Se agradece mucho su comportamiento y actitud. Todo suma y Ronald es un tío que suma muchísimo", destacó Xavi.

Pendientes de Dembélé, la visita a San Mamés, con la eliminatoria única de octavos, se complica por la ausencia del sancionado Luuk de Jong y las molestias de Memphis. Las penas son menos con el fichaje de Ferran y el regreso de Ansu Fati, así como el de Pedri. El once titular se decidirá durante el vuelo a Bilbao. 

Está fuera de cuestión la suplencia de Sergio Busquets. Es "imprescindible dentro y fuera del campo", aseguró Xavi, situando las críticas en el terreno de la normalidad que afecta a todos por la falta de resultados.

"Las aceptamos sin más: existe el debate del entrenador, del portero, del delantero centro... La presión que se soporta cuando estás en el Barça y con tantas expectativas creadas. No conozco otro camino que apretar los dientes y seguir trabajando".