El Barça ya no está tan lejos del Madrid

Xavi quería comprobar dónde estaba su equipo respecto al Madrid y lo averiguó: más cerca de lo que parecía en aterrizar en Arabia, aunque los blancos se quedarán en Riad para la final de la Supercopa y los azulgranas regresan a casa con otra derrota a cuestas, la cuarta consecutiva ante el enemigo principal.

Más cerca pero aún por detrás, carente su Barça de los mecanismos de un equipo ya rematado y cuadrado como es el Madrid y todavía no el Barça, en plena reconstrucción de un edificio al que solo le falta vida y la vitalidad de quienes serán sus habitantes habituales. Empezaron a ocuparlo Ansu, Pedri, Memphis y compañía, y acabaron configurando un Barça reconocible, con tres defensas y cuatro delanteros que augura la inminente recuperación azulgrana. Quedó aplazada hasta la próxima semana. 

El gol de Luuk multiplicó el entusiasmo del Barça y dividió la seguridad del Madrid, y nació otro partido.

Un 5 contra 3 definitivo

Confiaba Xavi en la imprevisibilidad de los clásicos, el punto de azar que rompe los pronósticos, y la pierna de Luuk de Jong interceptando un imprudente pase de Militao confirmó sus plegarias. Multiplicó el entusiasmo del Barça y dividió la seguridad del Madrid al filo del descanso, que alumbró un partido distinto al observado en el primer acto, cuando se precipitaba la destrucción azulgrana.

No se consumó hasta la prórroga en otro contragolpe letal, un cinco contra tres, aunque hubo varias fases en las que el Madrid no se defendió por placer, sino por necesidad, con la reaparición de las largas posesiones barcelonistas para igualar por segunda vez el marcador gracias a un cabezazo de Ansu Fati que equilibró el golito que nunca falta de Benzema.

Videocomentario de Marcos López del partido FC Barcelona - Real Madrid

Se recostó atrás el equipo de Ancelotti igual que hacía el de Mourinho, con dos descolgados arriba. Vinicius acompaña ahora a Benzema.

El exceso de Busquets

El exceso de confianza que tantas veces distinguió a Busquets lo pagó el capitán con el peaje más caro: el error le señaló inequívocamente y la pelota que le robó Benzema acabó en un gol de Vinicius.

En esa jugada quedó resumido el momento de ambos equipos y su planteamiento. El Madrid se había propuesto esperar a que el Barça se suicidara. Se recostó atrás el equipo de Ancelotti igual que hacía el de Mourinho –aquel más acomplejado, este voluntariamente- con ocho hombres y dos jugadores descolgados. Antes eran Benzema y Cristiano, ahora Benzema y Vinicius.

Perdido de antemano aparecía el Barça, en un plano de inferioridad como nunca en este siglo. Xavi enseñó sus cartas con una pléyade decente de futbolistas para elegir. Sus fichajes son titulares indiscutibles (Alves y Ferran) y sus descartes están claros: Dest se sentó en la grada junto al recién renovado Umtiti. La del Madrid no produjo ninguna sorpresa tras conocerse que David Alaba sufría molestias musculares. Asensio le ganó la partida a Rodrygo en el delantero satélite que acompaña a Benzema y Vinicius, a quien atendió su compatriota Dani Alves. Coincidían por primera vez en el campo; nunca jugaron juntos en la selección brasileña. 

Vinicius huye, vuelve Ansu

Vinicius huyó de Alves. Solo le aventajaba en carrera y se puso a correr, trazando diagonales para que Modric le detectara en cuanto recuperaba el balón. Esa flecha blanca atravesó la defensa del Barça, aunque perdió fulgor cuando Modric fue sustituido. Araujo dispuso de ayudas para frenarle cuando el Barça defendía con tres al tratar de igualar el segundo gol de Benzema, un riesgo que no cambió con el 2-2 de la añorada joya que es Ansu Fati.

Las transiciones rompieron al Barça obligado a correr hacia atrás para evitar el uno contra uno de los puntas madridistas. El plan de partido del Madrid quedó diáfano; el del Barça fue indescifrable, sin rasgos del juego combinativo que pretende recuperar Xavi en la fase inicial.

Gavi y Frenkie de Jong se vieron desconectados, ya que el balón tendía a ir directamente a los extremos, irregulares e imprecisos ambos. Las distancias eran inexistentes en el triángulo blanco, siempre cerca uno de otro cerrando por dentro para socorrerse. La aparición del no menos esperado Pedri cuajó al equipo, que se reencontró a sí mismo. El Madrid también le reencontró.  

FICHA DEL PARTIDO

Barcelona: Ter Stegen (6); Alves (6), Araujo (8), Piqué (6), Alba (6); Gavi (5), Busquets (5), F. de Jong (4); Ferran (4), L. de Jong (6), Dembélé (5).

Técnico: Xavi Hernández (6).

Cambios: Pedri (7) por F. de Jong (m. 46); Abde (4) por Ferran (m. 46); Ansu Fati (7) por L. de Jong (m. 66); Nico (5) por Gavi (m. 78); Memphis (6) por Alves (m. 78); Jutglà (sc) por Abde (m. 110).

Real Madrid: Courtois (6); Carvajal (6), Militao (4), Nacho (5), Mendy (6); Modric (7); Casemiro (4), Kroos (5); Asensio (5), Benzema (7), Vinicius (7).

Técnico: Carlo Ancelotti (6).

Cambios: Rodrygo (4) por Asensio (m. 67); Valverde (6) por Modric (m. 82); Vázquez (5) por Carvajal (m. 90); Camavinga (sc) por Vinicius (m. 110).

Goles: 0-1 (m. 25), Vinicius culmina un contrataque; 1-1 (m. 41), L. de Jong intercepta un desvío de Militao; 1-2 (m. 71), Benzema aprovecha un rechace de Ter Stegen; 2-2 (m. 83), Ansu Fati cabecea un córner; 2-3 (m. 98), Valverde remata un veloz ataque blanco.

Árbitro: Munuera Montero (7), andaluz.  

Tarjetas: Ferran (m. 22), Alves (m. 50), Casemiro (m. 74), Valverde (m. 98).

Estadio: Ray Fahd de Riad.

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