BARÇA-MADRID, SEMIFINAL SUPERCOPA

Más que un clásico para Xavi

Ancelotti y Xavi, en Riad antes de la Supercopa de España.

Ancelotti y Xavi, en Riad antes de la Supercopa de España. / FCBARCELONA

Marcos López

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El Barça sabrá hoy donde está. Y Xavi, también. Ya lo intuye el técnico, pero el clásico, por muy "imprevisible" que resulte, según recordó el entrenador azulgrana, coloca a cada uno en su sitio. La sideral distancia que disfruta el Madrid en la Liga (17 puntos es un colchón XXL) sirve como punto de partida para establecer las primeras y grandes conclusiones. Pero no es suficiente.

Un clásico en Riad, el negocio hace tiempo que se apoderó del fútbol con la excusa de una semifinal de la Supercopa de España, ejercerá, como admitió el propio Xavi, de "examen" para verificar el estado real de ese embrionario proyecto que alumbró el pasado 20 de noviembre. "Es una prueba importante para saber donde estamos", reconoció,

Acostumbrado a jugar clásicos de todo pelaje, el técnico se presenta a su primero como entrenador. Hay un equipo, el Madrid, ya hecho. Completamente hecho, maduro y experto "Es el que más en forma está de España", admitió el técnico, colocando el cartel en obras a su Barça. "Estamos en construcción" subrayó sobre ese ese edificio juvenil y con enorme futuro, a quien el presente no quiere esperar. Menos aún en un clásico, que se presenta, como dijo Xavi, como "una oportunidad y un reto porque puede ser un punto de inflexión para nosotros".

Cinco altas médicas de golpe

En construcción, recuperando jugadores, pero todavía muy en precario. El martes, sobre el césped de Riad, vio a Araujo, por ejemplo, entrenarse con el brazo derecho inmovilizado. "Ronald hará un esfuerzo", dijo. Comprobó la alegría que generó en el grupo la reinserción de Pedri y Ferran Torres, quienes una vez dieron negativo en las pruebas PCRS se subieron a un avión privado, para unirse a la expedición en Arabia Saudí. 

Nada más acabar el entrenamiento en Riad, el club informaba de cinco altas médicas de golpe: Pedri, Ferran, Frenkie de Jong, Ansu Fati y Araujo quedando todos a disposición de Xavi.

Minutos para Ferran y Pedri

Pedri y Ferran desfilaron por el túnel que formó la plantilla, sometidos a las collejas de la alegría por el retorno. El mismo túnel por quien corrió después Umtiti para festejar su renovación hasta el 2026. Un acuerdo más estratégico -permite inscribir a Ferran- que deportivo. Sonrisas y buen rollo antes de someterse al test de la verdad que fijará el Madrid de Ancelotti, que tiene los deberes hechos antes incluso de pisar el césped con una alineación que se recita de memoria. 

"Pedri y Ferran tendrán minutos, hay que gestionarlos con inteligencia", subrayó Xavi, feliz de poseer ahora más recursos con «futbolistas que marcan las diferencias". Sobre todo en el aspecto ofensivo donde el Barça, hasta ahora, se ha apagado. Y, además, con errores propios de todo proyecto embrionario que retrasan aún más su crecimiento, como se demostró en Granada, incapaz de "matar el partido" cuando pudo hacerlo o de gestionar luego con solvencia "los centros, faltas laterales y acciones a balón parado", que le costaron regalar dos puntos.

Cuidar los detalles

Detalles que son mucho más que detalles. Detalles que son errores que hablan, especialmente, de la poca fiabilidad de un equipo. Y con el Madrid de Benzema y Vinicius delante extremar el cuidado de esos aspectos tácticos es fundamental porque un clásico, en la salud y en la enfermedad, siempre deja secuelas. Xavi lo sabe mejor que nadie. "Puede ser un punto de inflexión", llegó a decir hasta en dos ocasiones el entrenador del Barça de tan interiorizado que tenía ese mensaje. "Ganar un clásico te da mucha moral y confianza y una credibilidad tremenda al proyecto», dijo.

A él le llega tras dirigir 12 partidos al Barça, incluido el amistoso, también en Riad, ante Boca. Sometido como ha estado Xavi a la gestión de la supervivencia porque su plantilla estaba castigada por las lesiones y por el covid. Ahora, en cambio, debe tutelar la abundancia, aunque extremando al máximo la atención para "no perder a más jugadores en estos cinco meses que nos quedan de competición".

Pero el clásico siempre tiene vida propia. Y la semifinal de la Supercopa llega, además, etiquetada con la condición de gran examen para el Barça de Xavi. "No queremos excusas y sí imponer nuestra personalidad y modelo de juego, aunque necesitamos tiempo para crecer", afirmó el técnico, ansioso como también está él por saber dónde está.

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