Ferran Torres. ¿Caro o no? Depende

El fichaje con cierto suspense de Ferran Torres por el Barça se antoja de entrada como un estupendo negocio para el Manchester City. En menos de un año y medio ha ingresado más del doble de lo que pagó al Valencia por el jugador y, a la vista del festival goleador en el ‘Boxing Day’, puede prescindir de su aportación rematadora sin sentirse desarmado precisamente. Cabe imaginar que ese dinero, los 55 millones más 10, serán reinvertidos convenientemente para fichar al ‘9’ de talla mundial que eleve aún más las prestaciones de la máquina de Pep Guardiola.

Torres, por 55 millones + 10, no puede considerarse un fichaje barato. Al contrario. En las negociaciones, ha ganado el City. Desde esta insignificante columna se alzan los brazos victoriosos de Ferran Soriano y Txiki Begiristain sobre Mateo Alemany y Ferran Reverter por tal y como está el mercado europeo, loco por el coste cero. Pero era muy difícil que el resultado fuera otro. Las ansias del comprador eran superiores a las del vendedor, y eso condiciona siempre la puja.

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Una necesidad perentoria

Dicho esto, resultaría precipitado desdeñar la operación como un despilfarro o un término similar. Acostumbrados como estábamos últimamente en este club a contrataciones propias de magnates impacientes y caprichosos, superiores a los 100 millones, el precio no ha sobresaltado a nadie. 

El valenciano tiene solo 21 años y quedan muchas temporadas para evaluar su rendimiento. ¿Quién sabe si dentro de un par de años nos parecerá una excelente inversión, casi una ganga? Ofrece un perfil de un delantero útil, importante sin ser superestrella, beneficiado de las enseñanzas de Guardiola, y cubre una necesidad perentoria en ataque.

Cabe confiar en que el club tiene diseñada la forma de aligerar la masa salarial para inscribirle en LaLiga, y cabe preguntarse si estos 55 + 10 alejan al Barça de la pugna por los futbolistas llamados a marcar época, tipo Haaland, si el crédito de Goldman Sachs alcanza para tanta suntuosidad. Lo iremos viendo. Este mercado de invierno ni ha empezado y promete entretener como un ‘Boxing Day’. 

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