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RC CELTA - FC BARCELONA (3-3)

El Barça de Sergi se desploma y desperdicia un 0-3

Ansu Fati, Eric García y Nico se han retirado lesionados y ya son 11 los azulgranas en la enfermería

Los jugadores del Celta celebran el tercer gol de su equipo ante el Barça durante el partido de LaLiga de este sábado en el estadio de Balaídos, en Vigo.

Los jugadores del Celta celebran el tercer gol de su equipo ante el Barça durante el partido de LaLiga de este sábado en el estadio de Balaídos, en Vigo. / Efe / Salvador Sas

Marcos López

Marcos López

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Castigado por su cobardía, el Barça se derrumbó en una miserable segunda mitad en que topó con el gol de Iago Aspas, que significaba el 3-3, víctima de su falta de gobierno. Iban ganando los azulgranas 0-3 tras una primera parte sensacional y estuvo arañando tiempo al final por lo que el árbitro añadió un minuto más a los cinco sobre el 90. Y el destino quiso que, precisamente, en esos segundos finales apareciera el quinto gol del Celta, el tercero legal para hundir a un equipo que no tuvo fútbol ni autoestima en esa dramática segunda parte. 

El Barça se desploma en una caótica segunda mitad

Dramática porque el Barça fue incapaz de defender la última jugada como si le fuera la vida. Y le iba en ella. Hasta tres jugadores perdieron tiempo en esos tramos finales (Ter Stegen, Abde y Frenkie de Jong vieron amarilla del minuto 90 al 95). Ese minuto extra (m. 96) resultó fatal para los azulgranas. Un minuto de castigo porque envió a la papelera todo lo que había conquistado en una excelente primera mitad. Excelente porque se sostuvo sobre Ansu Fati y Nico, dos jugadores que perdió por lesión, al igual que Eric García. Y el Barça fiable y serio del inicio se transformó en una caricatura grotesca, ridícula porque terminó desparramado por el césped con los jugadores desconsolados.

Aculados

Desconsolados porque recibieron cinco goles en esos 45 minutos (tres legales, dos anulados) y se aculó de tal manera en la nariz de Ter Stegen que acabó ensuciando la prometedora idea que insinuó al inicio. En media hora, el Barça de Sergi acertó todo lo que había fallado en su día el Barça de Koeman. Pero nunca existe la felicidad completa porque ese triunfo parcial, y lleno de buen juego, quedó eclipsado cuando Ansu Fati emprendió en Vigo una carrera a la espalda de la defensa del Celta y se echó la mano a su pierna izquierda. Sí, ¡se había lesionado! De nuevo. Un problema muscular que enterraba la ilusión que irradió el juego fresco, atrevido, lleno de soluciones para superar la presión del Celta, transformando cada llegada al área gallega en un gol.

Llegó por diversos caminos el Barça de Sergi a esa impresionante lección de eficacia. Erró Iago Aspas una ocasión que no solía errar y los azulgranas, con una precisa y elegante salida del balón desde atrás, construyó una jugada de ataque que empezó por la banda derecha de la defensa (Mingueza tocó para Ter Stegen) y terminó después en el flanco izquierdo con Alba guiando la pelota hacia el ‘territorio Ansu’. Ese lugar donde, supuestamente, no existe nada. O no existía porque el joven delantero asustó con su sola presencia a Hugo Mallo, un defensa experto. Pero no le sirvió para nada el oficio porque se fue empequeñeciendo ante ese descarado niño que se inventó un disparo con la derecha para arrancar la primera sonrisa a Sergi.

Otro partidazo de Nico

Sonrisa que casi se convierte luego en carcajada cuando Nico, otro irreverente niño de la casa, un centrocampista de porte alemán y con pies de seda, pies construidos en La Masia, abandonó su carril de volante diestro para disfrazarse de extremo zurdo, bailando sobre la línea de fondo antes de detectar a Serbio Busquets en la frontal del área. Y Busi, uno de los mejores amigos de Xavi, demostró que tiene disparo. Otro gol inusual. Un chut envenenado y certero, que esquivó la felina estirada de Matías Dituro, el meta del Celta. ¡Ver para creer! Busquets marcando desde fuera del área. Y para que la fiesta fuera, hasta ese momento, completa, llegó una jugada coral (participaron 10 de los jugadores) y larga (casi un minuto) antes de que Alba, que dio su segunda asistencia, pusiera el balón, tal si fuera un caramelo, en la cabeza de Memphis. A los 34 minutos, el Barça de Sergi se podía tomar la tarde tranquila. Pero 10 minutos más tarde todo se torció con esa carrera de Ansu Fati que quedó bruscamente interrumpida al quebrarse los músculos de su pierna izquierda.

Y los azulgranas, que creían tener en la mano una tarde cómoda y confortable, se complicaron la vida con un desastroso inicio de la segunda mitad. Tan caótico que concedió hasta dos opciones antes de que Ter Stegen demostrara tener unas manos de mantequilla con ese disparo de Javi Galán que no supo atajar. El problema es que abrió su puerta y regaló la esperanza al Celta. Además, Nico, que había cautivado por su personalidad y desparpajo, volvió a pedir el cambio, aquejado ahora de molestias musculares. Ni una hora de partido y tres lesiones: Ansu, Eric, ambos sustituidos en el descanso, y Nico.

Todo el dominio azulgrana de la primera parte se esfumó después porque el Celta no solo arriesgó más sino que lo hizo mejor. Y al Barça, a diferencia del inicio, le costaba superar esa presión. Y a Sergi, que imaginó una despedida sencilla a su interinaje, se le complicó todo, obligado a terminar su último partido con un ataque insólito: Abde-Memphis-Balde.

Sufriendo Sergi y más de lo que pensaba porque su equipo entró en descomposición incapaz de gobernar el partido. Recibió cuatro goles (dos anulados y dos legales) lo que provocó la agonía final, como revela esa pérdida de Busquets que generó el gol de Nolito que le puso contra las cuerdas. Retrato de lo que es, y ha sido, este Barça. Un equipo frágil en lo anímico, golpeado por la lesión de Ansu, que le dejó aturdido.

Pero no sirve ni de coartada. Y mucho menos de justificación. Se desplomó el Barça en una mutación incomprensible. Se divirtió en la primera mitad e hizo sufrir en la segunda hasta caer en la desesperación perdiendo el tiempo tal si fuera un equipo menor. Y lo era porque su juego se convirtió en ramplón y mísero hasta toparse con ese 3-3 que delata las graves carencias de un Barcelona acobardado. 

La ficha del Celta - Barça (3-3)

Celta: Matias Dituro (4), Hugo Mallo (3), Aidoo (4), Murillo (5), Javi Galán (6), Tapia (4), Solari (5), Denis Suárez (5), Nolito (6), Thiago Galhardo (5) e Iago Aspas (7).

Cambios: Kevin Vázquez (6) por Hugo Mallo (m. 46); Fran Beltrán (6) por Solari (m. 46); Cervi (5) por Tapia (m. 65); Néstor Araujo (4) por Murillo (m. 70).

Entrenador: Eduardo Coudet (6)

Barça: Ter Stegen (4), Mingueza (5), Eric Garcia (5), Lenglet (4), Jordi Alba (6), Nico (7), Busquets (6), Frenkie de Jong (5), Gavi (6), Ansu Fati (7) y Memphis (6).

Cambios: Balde (5) por Ansu Fati (m. 46); Araujo (5) por Eric García (m. 46); Riqui Puig (4) por Nico (m. 58); Abde (s.c.) por Gavi (m. 80).

Entrenador: Sergi Barjuan (6)

Goles: 0-1, Ansu Fati (m. 5); 0-2, Busquets (m. 18); 0-3, Nico (m. 34); 1-3, Iago Aspas (m. 51); 2-3, Nolito (m. 73); 3-3, Iago Apas (m. 95 +1)

Árbitro: Hernández Hernández (6), canario

Tarjetas amarillas: Eric García (m. 29); Solari (m. 37); Jordi Alba (m. 45 +1); Tapia (m. 55); Coudet (m. 64); Busquets (m. 88); Ter Stegen (m. 90 + 2); Abde (m. 90 +4); Frenkie de Jong (m. 90 +5); Iago Aspas (m. 97)

Estadio: Balaídos

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