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FC BARCELONA - REAL MADRID (1-2)

Barcelona - Real Madrid: dos graves errores para una cruel derrota

Dest desperdició una clara ocasión antes de que Memphis facilitara el gol de Alaba, que el Madrid conservó hasta el final

Barcelona. 24.10.2021. Deportes. Ansu Fati y Vinicius pelan un balón durante el partido de liga de fútbol entre el FC Barcelona y el Real Madrid, el ‘clásico’. Fotografía de Jordi Cotrina

Barcelona. 24.10.2021. Deportes. Ansu Fati y Vinicius pelan un balón durante el partido de liga de fútbol entre el FC Barcelona y el Real Madrid, el ‘clásico’. Fotografía de Jordi Cotrina / Jordi Cotrina

Joan Domènech

Joan Domènech

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Un error ofensivo de Dest y uno defensivo de Memphis (el mundo al revés) encaminaron al Barça hacia la derrota. En un partido como el clásico y ante un rival como el Madrid, la fiabilidad es crucial, y este Barça es el vivo ejemplo de la irregularidad. Tan injusto es personalizar las derrotas como fácil resumirlas en dos lances durante un partido de 97 minutos, pero marcaron la deriva del desenlace.

Aunque sucedieron más cosas, por supuesto, en un duelo que también dibuja una tendencia a la atonía, desprovisto de los futbolistas de mayor personalidad. Muy pocas cosas dejó el enfrentamiento, ninguna concluyente: el mesiánico Ansu Fati no hizo ningún milagro, y Benzema restó puntos para el Balón de Oro. Gavi se vio superado por el acontecimiento y Kroos ni se presentó. Ninguno de los dos porteros paró.

Koeman es el primer técnico azulgrana desde 1936 en perder tres clásicos seguidos.

Koeman suma otro partido sin ganar al Madrid y Ancelotti apunta su primera victoria en el Camp Nou. La estadística, puro entretenimiento. Los entrenadores no ejercieron influencia alguna con sus intervenciones tácticas. A la que se movió el balón, todo quedó entre los pies y la cabeza de los futbolistas, y los azulgranas condenaron a Koeman a ser el primer entrenador del Barça, desde 1936, en encadenar tres derrotas. Sin culpa directa en el marcador. Esta es de los artistas. El equipo, en su globalidad, ha dado síntomas de mejoría tras la reanudación. 

Decepción entre los jugadores azulgrana tras encajar el segundo gol

Decepción entre los jugadores azulgrana tras encajar el segundo gol / Jordi Cotrina

Adepto al 4-3-3

Ancelotti se ha convertido en un adepto del 4-3-3, el sistema que Koeman abandona de vez en cuando. Se perfilaron igual ambos equipos, repartiéndose en duelos individuales, pero fue el azulgrana el que movió piezas a sitios inhabituales: Eric en la derecha y Piqué en la izquierda, Gavi en la derecha y Frenkie de Jong en la izquierda, con Ansu de nueve y Memphis de nuevo al extremo. Gavi, el debutante más joven de los últimos 80 años, tuvo el encargo añadido de presionar a Casemiro, el mediocentro blanco, y no a Kroos, que era el más cercano.

El peor error de Memphis no fue perder el balón ante Alaba, sino dejar de perseguir al defensa.

En esos duelos individuales gravitaba la mitad del desenlace, del mismo modo que era fundamental el acierto en las jugadas cruciales. Igualado más o menos el primer aspecto –excepto en la notoria diferencia entre Vinicius y Mingueza, poco explotada por el Madrid para lo que pudo haber sido– decidió la clarividencia de David Alaba, formidable defensa convertido en demoledor delantero. Gracias a la anuencia azulgrana, desde que partió de su área al robar un balón a Memphis hasta que se paró en la otra para rematar cruzado, solo y feliz como nunca.

La ambición de Alaba vino acompañada por la estulticia de Memphis. Empezó a perseguir a su par con la pérdida, sintiéndose obligado por la evidencia de su error, claro a ojos de todo el mundo. Pero le persiguió un rato: hasta que se cansó, hasta ver una imaginaria frontera o hasta confiar en que el austriaco podría fallar como había fallado Dest, total, los dos son defensas. Pero Alaba tiene muchos tiros pegados por ahí, y una de las virtudes por las que le fichó el Madrid para ocupar el vacío de Ramos es el golpeo de balón.

Memphis frente a Alaba. Los protagonistas del 0-1.

Memphis frente a Alaba. Los protagonistas del 0-1. / Jordi Cotrina

Reacción al descanso: Coutinho entra por Mingueza, que ve acabar el suplicio ante Vinicius.

Telarañas en el arsenal

Al máximo goleador de la Liga le socorrió un defensa, así de completo es su arsenal. Todo lo contrario del Barça. En la armería del Camp Nou hay vacíos en las estanterías y telarañas en las esquinas, pero suficiente pólvora para marcar. También al Madrid, que no es un prodigio de solvencia. Y, por supuesto, el Barça posee suficiente fútbol para ganar al peor rival, que va acomplejándole partido a partido hasta sumar cinco seguidos sin perder. Las dinámicas han cambiado: el Madrid no evoluciona, mientras que el Barça involuciona.

Como Koeman suele reaccionar según el marcador y reacciona siempre ante el error, tomo decisiones en el descanso que enseñó cuando mandó calentar antes a Coutinho. Retiró a Mingueza –le hizo un favor por el suplicio que se adivinaba con Vinicius– retrasando a Dest al castigo de emparejarse con el brasileño. Cometió el neerlandés otro error, pero lo reparó inmediatamente y luego dio el centro del gol. Ansu Fati pasó a quedarse como delantero centro y Memphis fue enviado a rincón de pensar izquierdo.

Mendy corta el avance de Gavi.

Mendy corta el avance de Gavi. / Jordi Cotrina

El Barça acabó con Agüero, Luuk de Jong y Piqué en el área blanca.

Primer gol de Agüero

El ímpetu de la reanudación fue breve, apenas cinco minutos. El Barça se desinfló, tierno como es, carente de un liderazgo fuerte en el campo, por la falta de fe. Se le va quedando cara de perdedor y la presencia de un Madrid que andaba tan tranquilo, sin ningún sufrimiento, le acomplejó aún más. Los blancos, sin embargo, no atinaron a cerrar el marcador y lo dejaron a albur de que un centro al área fuera cazado por un Agüero o Luuk de Jong, al final también Piqué. A falta de puntería, convino perder tiempo para reducir el peligro.

Fue metiendo delanteros Koeman, a medida que desordenaba al equipo con tanto movimiento desesperado y retocando el sistema según el futbolista que entraba. Aparecían delanteros y desaparecían centrocampistas para darles juego. Desplazado el juego a que brotara una flor en el área, Lucas Vázquez completó una carrera de Asensio y Agüero marcó su primer gol, puramente testimonial para atenuar la desilusión de la hinchada que casi llena el Camp Nou. 

Busquets frena a Vinicius cerca del área azulgrana.

Busquets frena a Vinicius cerca del área azulgrana. / Jordi Cotrina

Ficha técnica

BARCELONA: Ter Stegen (5); Mingueza (4), Eric (7), Piqué (6), Alba (6); Gavi (5), Busquets (6), F. de Jong (4); Dest (4) Ansu Fati (6), Memphis (4).

Técnico: Ronald Koeman (6).

Cambios: Coutinho (6) por Mingueza (m. 46); Agüero (6) por Ansu Fati (m. 73); Sergi Roberto (s. c.) por F. de Jong (m. 77); L. de Jong (s. c.) por Gavi (m. 85).

REAL MADRID: Courtois (6); Lucas V. (5), Militao (6), Alaba (8), Mendy (5); Modric (7), Casemiro (6), Kroos (5); Rodrygo (4), Benzema (4), Vinicius (6).

Técnico: Carlo Ancelotti (6).

Cambios: Valverde (s. c.) por Rodrygo (m. 71); Asensio (s. c.) por Vinicius (m. 87); Carvajal (s. c.) por Valverde (m. 90).

Goles: 0-1 (m. 31), Alaba; 0-2 (m. 93), Lucas V.; 1-2 (m. 96), Agüero.

Árbitro: Sánchez Martínez (5), murciano. 

Tarjetas: Piqué (m. 57), Mendy (m. 79).

ESTADIO: Camp Nou.

ESPECTADORES: 86.422.

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