El Barça da al Arsenal un baño de bienvenida a su reino europeo

De paseo en paseo en la Liga saltó el Barça a la Champions, así, sin darse cuenta, para dispensar al Arsenal el mismo trato que reciben los equipos españoles. Un baño de bienvenida dieron las azulgranas a sus visitantes que estrenaban el camino por su reino europeo, un verdadero atropello futbolístico a través de una lección de juego moderno que sirvió para marcar distancias. Un penalti fallado por Alexia impidió que el Arsenal se llevara cinco tantos, como es costumbre entre las rivales del Barça en el campeonato español.

El festival de premios de los prolegómenos (Paños, Paredes, Alexia y Jenni Hermoso recogieron todos los galardones de la UEFA de la pasada campaña) debió intimidar al Arsenal. Luego, el juego acomplejó a las inglesas. Su entrenador, Jonas Eidevall, no paró de removerse inquieto en la banda, dando la murga a la cuarta árbitro en vistas de que las instrucciones a sus jugadoras no servían de nada, corriendo detrás del balón sin alcanzarlo nunca. Corriendo y corriendo de un lado a otro y, finalmente hacia atrás. Ellas mostraron su desquiciamiento con algún arrebato de mal modo. Viajaron a Barcelona a jugar a fútbol y fueron sometidas a un variado repertorio de carreras de atletismo. El balón, ni catarlo, hasta el segundo tiempo, con el 3-0 y el Barça dándose un descanso. 

Elaboración paciente

La paciente elaboración del juego acabó siendo el mayor defecto del Barça. La sucesión de pases les permitía llegar hasta dentro del área, lo que fomentaba el retroceso desacomplejado del Arsenal. El disparo final topaba con alguna pierna o algún cuerpo.

Los goles llegaron en robos y fugaces transiciones que pillaron a las azulgranas en ventaja; si una de ellas es Oshoala, medio gol está servido. La nigeriana fue la penúltima jugadora en intervenir en los dos primeros tantos, culminados por Mariona y Alexia.

Mariona la colocó luego en una autopista para que marcara en el amanecer del segundo tiempo en otra ruptura al espacio de la ariete entre las centrales, lentas y despistadas. Martens lo había visto desde el banquillo y se colocó en ese carril.

El asfixiante dominio del Barça y la colección de acciones de ataque maniató al Arsenal, incapaz de pasar del centro del campo más que cinco veces en el primer tiempo, y dos de ellas fueron invalidadas por fuera de juego.

A años luz

Sandra Paños, que reaparecía, apareció en pantalla en el inicio del segundo tiempo y los espectadores de DAZN y Youtube pudieron comprobar que vestía de naranja, parada y aburrida hasta entonces viendo a sus compañeras tocar y tocar el balón y ella mirando de lejos. Miedema, la gran goleadora del Arsenal, remató una vez, flojísimo. Acto seguido, fue sustituida, como sus dos compañeras de ataque. El equipo inglés espabiló.

Jugó el Arsenal con un 4-3-3, el mismo dispositivo del Barça. Esa fue la única similitud: la disposición en la pizarra. Conceptualmente, anduvo a años luz. En ataque no se creaban líneas de pase, ahogadas en la asfixiante presión azulgrana; en defensa, dejaron infinidad de espacios para que las locales se lo pasaran bomba y disfrutaran como en la Liga. Aunque era Europa.