Ansu Fati y los niños devuelven la alegría al Camp Nou

Escribía recientemente Antonio Bigatá, reluciente y vehemente articulista deportivo conocido también como Antonio Franco, que los triunfos que pueda conseguir el Barça a corto plazo los deberá en buena medida al ingenio y al azar. “Se ha dejado una plantilla –escribía- que obliga a la imaginación del entrenador y encontrar la suerte”. La imaginación, la suerte y, de haberlo visto, habría incluido en la ecuación a Ansu Fati, que volvió después de 11 meses ante el Levante e inauguró el dorsal ‘10’ con un gol que fue una hermosura, tanto como su historia de superación. 

Ronald Koeman, en su estado de alargada provisionalidad, imaginó que mezclarían bien 11 cartas frescas de la baraja y acertó. Proporcionaron una tarde tranquila y sin palpitaciones a un Camp Nou al que regresó la alegría juvenil y que siempre se recordará como el día en que Ansu Fati, sin duda un ser elegido, consumó una victoria necesaria como el agua (3-0).

Escribía también hace poco Bigatá que “los razonablemente optimistas creemos que se acabará ganando de cara al futuro el año en que se perdió a Messi”. Ese futuro pasa inevitablemente por los cachorros que amamanta con valentía Koeman, este domingo en una cabina del Camp Nou por la sanción. Sacó al sol de inicio a Nico y Gavi y pusieron a la gente cara sonrosada de satisfacción. Y luego vino lo de Ansu Fati, que se empapó del espíritu de Messi, como si ese dorsal se heredara con trucos mágicos.  

Cariño del público

Desde el principio la gente estuvo cariñosa con el equipo, mezcla de niños y señores, ni rastro de la crispación que los amargos últimos resultados podían anticipar. Quizá la grada ha entendido mejor que el palco que aquí se está tratando de construir algo excitante para el día de mañana.

El post partido del Barça - Levante: Ansu Fati levitó.

 Nico es la inteligencia posicional pero las emociones borbotaron con Gavi, 17 años y un proyecto de portento. Dejó entrever que puede hacer cosas despampanantes en cuanto acabe de madurar. Enamoró en una posición que no es la suya, la cal de la derecha. También genera adhesiones inquebrantables Riqui Puig, que obtuvo trato de héroe al salir al campo y aportó bellos chispazos durante el cupo de media hora. 

Pero caso aparte es Ansu Fati, reclamado con pasión por los aficionados en cuanto faltaban los 15 minutos que prometió Koeman. Su entrada simbolizó el cambio de guardia que se cuece en can Barça. Un ingreso vibrante.  

Salida fulgurante

A la primera de cambio, Ansu dibujó un caracoleo que pudo haber demolido el Camp Nou sin necesidad de grúas de haber entrado su disparo. A la segunda casi provoca un penalti que el árbitro no quiso ver. Y a la tercera puso la pierna con temeridad en un corte, hizo una ruleta y encaró con una intrepidez conmovedora. Disparo y gol en el descuento. El grandullón Araujo lo levantó y casi parecía Pelé en aquella foto mundialista mítica. Felicidad suprema. Imagen para el recuerdo.   

El cuento de hadas de Ansu no debe ocultar que el futuro pasa también por Memphis Depay, un delantero que atravesó un calvario rematador en Cádiz y que ante el Levante salió con prisas para resarcirse de los pecados y lo logró. Sobre su amor propio se construyó en realidad el triunfo ante el Levante.

Desde la banda izquierda se zambulló hacia las profundidades del área a pulmón abierto y él solito buscó y encontró el cofre del penalti a los cuatro minutos. Lo transformó, limpiándose de paso la mala conciencia que le quedó. Su tercer gol de la temporada.

Proceso de maduración

No debería formar parte del futuro Luuk de Jong, que recuerda a la estirpe de delanteros de Julio Salinas o Peter Crouch. Piernas largas, desacompasadas, combinación de un acierto y dos torpezas, y vuelta a empezar. Tocó acierto en el segundo tanto a pase de un Dest que se comportó con una actitud notable en sus proyecciones por la izquierda, quizá su mejor tarde como azulgrana. 

Ansu, Nico, Gavi, Pedri... “Maduro es uno de los calificativos que menos doy”, dijo un día Franco, no Bigatá, a alguien al que elogió llamándole “maduro” como periodista. El grupo que está forjando Koeman aún no lo está, y él seguramente no verá desde el banquillo culminar ese proceso, pero el cielo se está abriendo en el Camp Nou después de muchos días grises. Y nadie proyecta tanta luz como Ansu Fati. Un regreso de ensueño, de los que enriquecen la memoria barcelonista.

Barcelona: Ter Stegen (6), Mingueza (7), Piqué (6), Eric Garcia (6), Dest (8); Busquets (6), Nico (7), Coutinho (5), Gavi (9), L. De Jong (6) y Memphis (9).

Cambios: Riqui Puig (7) por Coutinho (m. 59); Demir (6) por Gavi (m. 81); Ansu Fati (9) por L. de Jong (m. 81); Araujo (7) por Mingueza (m. 81); Lenglet (s.c) por Dest (m. 89).

Entrenador: A. Schreuder (8)

Levante: Aitor (7); Miramon (5), Postigo (5), Mustafi (4), Clerc (4); De Frutos (6), Radoja (5), Pepelu (5), Melero (5); Roger (4) y Gómez (5)

Cambios: Martínez (4) por Radoja (m. 55); Morales (4) por Dani Gómez (m. 55); Cantero (4) por De Frutos (m. 69); Vukcevic (4) por Pepelu (m. 69), Pier (4) por Mustafi (m. 77)

Entrenador: Paco López (4)

Goles: 1-0, Memphis (m. 7, de penalti); 2-0, L. De Jong (m. 14); 3-0, Ansu Fati (m. 90)

Árbitro: Díaz de Mera (Castilla La Mancha).

Tarjetas: Gavi (m. 24), Postigo (m. 26), Pepelu (m. 58), Clerc (m. 86)

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