EL PRESIDENTE PIDE "PACIENCIA Y CONFIANZA" TRAS EL 0-3

Laporta debate de madrugada con Alemany y Yuste el 0-3 del Bayern

La nueva caída europea pone bajo sospecha a Koeman y el presidente confiesa que está "tan dolido e indignado" como todos los aficionados

"Lo que está pasando es uno de los escenarios que contemplábamos y os pido paciencia. Os pido paciencia", afirma el dirigente

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A1-125053112.jpg / JORDI COTRINA

Marcos López

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"Es dificilísimo aceptarlo, pero es lo que hay". Así de resignado se mostró Ronald Koeman tras el 0-3 encajado contra el Bayern de Múnich en el debut de la Champions, prolongando así la agonía de las dos últimas caídas en el Camp Nou (0-3 con la Juventus y 1-4 con el Paris SG). Acabado el encuentro, Joan Laporta, el presidente del Barça, mantuvo una larga charla con la cúpula deportiva del club, todavía en el mismo estadio y poco después difundió un mensaje en sus redes sociales pidiendo "paciencia y confianza" a los culers, convencido de que tiene recursos para solucionar el problema.

El dirigente se reunió hasta bien entrada la madrugada con Rafael Yuste, el vicepresidente deportivo, y Mateu Alemany, el director de fútbol. Una cita de urgencia para reflexionar sobre el impacto del 0-3, que dejó, una vez más, desnudo al Barça, un equipo que hace ya bastantes años que dejó de competir en Europa.

A primera hora de la tarde del miércoles, cuando no habían pasado ni 24 horas del 0-3 del Bayern, el presidente difundió un vídeo en sus redes sociales pidiendo "confianza" en las personas que dirigen el club.

Un breve vídeo. Apenas 30 segundos. "No tengáis ninguna duda, lo solucionaremos", ha dicho Laporta en su primera aparición pública tras la derrota con el Bayern. "Estoy tan dolido e indignado como todos vosotros", ha dicho refiriéndose a los culés. "Lo que está pasando es uno de los escenarios que contemplábamos y os pido paciencia. Os pido paciencia y que sigáis dando apoyo al equipo", ha añadido el dirigente.

"Estoy tan dolido e indignado como todos vosotros. Lo que está pasando es uno de los escenarios que contemplábamos y os pido paciencia"

— Laporta, presidente del Barça

"En el Barça, ahora, perder tiene consecuencias", había proclamado Laporta a finales de mayo pasado cuando aún dudaba sobre si mantenía en el cargo a Koeman. Al final, escogió su continuidad, aunque reiteró que ese mensaje de máxima exigencia afectaba a los jugadores. "ciertas actitudes, como que no pasa nada si se pierde".

El presidente intenta sin éxito insuflar ambición a un vestuario abatido, que no para de encadenar decepciones en Europa

De momento, el club no ha tomado ninguna medida urgente, consciente del delicado momento que vive la plantilla, golpeada por las lesiones, sobre todo en el ataque, por lo que el presidente ha reclamado "confianza y paciencia", mismos términos que ha empleado el propio Koeman.

Ni 4-3-3, ni Riqui Puig, ni Umtiti

Pero el Barça no compite ni cuando tenía estrellas (Messi-Suárez-Griezmann) ni ahora que arranca un delicado y complejo proceso de reconstrucción donde el presidente, "futbolero", como él mismo se define, quiere estar muy cerca de Koeman, un entrenador que heredó de Josep Maria Bartomeu, a quien aconsejó usar siempre el 4-3-3 y apostar por jugadores estratégicos como Riqui Puig y Umtiti.

El Barça, en su estreno en la Champions, apareció, en cambio con el 3-5-2 que diseñó Koeman, un técnico que, además, no dio ni un minuto al centrocampista de Matadepera (salieron Gavi, Demir y Balde, arropados todos por el público) ni tampoco al central francés. De inicio jugaron Araujo, Piqué y Eric García. Y en la segunda parte entró Mingueza. Pero ni rastro de Umtiti.

El mensaje de resignación que emana del vestuario no concuerda con el tono ambicioso y optimista que pregona Laporta. Antes de estrellarse, otra vez, contra la realidad del Bayern, el presidente difundió un mensaje en sus redes sociales. "Es una de esas noches que merece ir al Camp Nou con la camiseta blaugrana para dejar claro a todo el mundo futbolístico: Esto es el Barça. ¡Hemos vuelto!".

Pues, no. No ha vuelto el Barça. Y resulta complejo adivinar cuando podrá retornar esa versión que aguarda, exige y pide Laporta. "Es lo que hay. Ahora somos los que somos", sostiene, sin embargo, Piqué, uno de los capitanes retratando los decadentes tiempos que arrastra el Barça en los últimos años donde solo ha ganado un título (la Copa del Rey) en las dos últimas temporadas.

Como ha dejado más que evidente en estos seis meses de compleja cohabitación, Laporta no comparte la filosofía de Koeman, al que mantuvo el pasado verano tras no encontrar un relevo, agobiado, además, por la terrible situación económica del club.

Y la imagen del 0-3 coloca, según el dirigente, bajo sospecha al técnico, que pidió "paciencia" a la espera de recuperar jugadores lesionados que son claves en su estructura, como Ansu Fati o Dembélé. Los tres próximos encuentros de Liga (Granada, Cádiz y Levante) arrojarán la fotografía real del Barça en la Liga y, al mismo tiempo, las opciones de que Koeman pueda asentarse en el banquillo.

Koeman pide paciencia para la reconstrucción, pero falta ver, sin embargo, si la tendrá Laporta

Falta ver, sin embargo, si Laporta tendrá esa paciencia que reclama Koeman. De momento, el presidente ha pedido calma a los socios en ese breve mensaje audiovisual, su primera aparición pública tras la estrepitosa caída europea.

Paciencia y templanza necesita también Laporta para soportar la presión "en un año complicado", como reconoció el propio Piqué después de que el Barça abandonara el Camp Nou sin disparar a puerta en 90 minutos. Un triste récord. "Estoy harto de hablar siempre de lo mismo. En tres o cuatro semanas, el equipo va a ser totalmente diferente. Coutinho ha entrado bien, cogió sus primeros minutos tras siete meses. Luuk de Jong es el primer partido. Faltan cosas y el partido lo ha demostrado"; ha añadido Koeman.

"Sabemos dentro lo que hay. La gente del club sabe perfectamente la situación del club hoy en día. Hay que aceptar lo que hay y trabajar""

— Koeman, técnico del Barça

El técnico quiere huir del conflicto dialéctico con el presidente, consciente de la precariedad que vive el equipo. Y el club. "Sabemos dentro lo que hay. Quiero dejar a un lado contestar preguntas sobre el presidente y sobre mí. La gente del club sabe perfectamente la situación del club hoy en día", comentó Laporta.

Es un año complicado porque es el primero sin Messi. Complicado porque no hay ni un euro para fichajes (el Barça solo ha invertido medio millón de euros en Demir, la joven promesa austríaca). Y complicado porque los jóvenes serán la solución en el futuro, pero no en este angustioso presente.

Piqué y Eric García defiende el balón ante la presión de Musiala

Piqué y Eric García defiende el balón ante la presión de Musiala / JORDI COTRINA

"Me quedo con que han entrado chavales de 18 años, el Barça tiene las bases para seguir compitiendo"

— Piqué, capitán del Barça

"Me quedo con que han entrado chavales de 18 años, el equipo ha dado la cara", sostuvo Piqué, convencido de que el Barça "tiene las bases para seguir compitiendo. Veremos a final de temporada, pero hay gente como Ansu y Kun que nos pueden dar arriba. Necesitamos sumar jugadores", añadió el central azulgrana.

En el 2003 y cuando Frank Rijkaard tuvo un arranque complicado de la temporada, Laporta tuvo templanza y paciencia para sostenerlo, arropado como estaba entonces por la visión global de Cruyff y la gestión en el día a día de Txiki Begiristain. Ahora, el presidente no tiene a ninguno de ellos.

Por eso. el dirigente se reunió de madrugada con Yuste y Alemany en busca de soluciones a un problema complejo que arranca desde hace años y años en los que el Barça inició una caída a la que sigue sin adivinarse el fin. Tras las charlas, "indignado" como estaba, al igual que millones de culés, Laporta pidió tiempo, paciencia y confianza.