LA CLAVE DEL FUTURO AZULGRANA

Laporta no contempla el "no" de Messi a continuar en el Barcelona

El presidente del Barça afirma que el club no puede afrontar fichajes, sino solo intercambios, y reducir el coste de la masa salarial de 4 a 1

Laporta a su llegada al Palau de la Música.

Laporta a su llegada al Palau de la Música. / Sport

Joan Domènech

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Joan Laporta está "muy tranquilo" por la continuidad de Lionel Messi. A falta de 14 días para que expire el contrato de la estrella del Barça, el presidente tiene casi la absoluta certeza de que no se llevará un disgusto de última hora. No contempla el dirigente el "no" de Messi a seguir en la disciplina del equipo, del que es el capitán y máximo referente.

La prudencia obliga, y Laporta no estará seguro del todo hasta ver la firma de Messi estampada en un nuevo contrato, que será el más largo que haya suscrito nunca el futbolista. La inevitable reducción de la masa salarial de la plantilla afecta también al mejor futbolista del mundo, que asume y entiende la rebaja. Y la acepta con el planteamiento que le ha presentado Laporta de vincular contractualmente al futbolista con el Barça incluso después de que se haya retirado.

"Las botas del Leo continuarán en el césped del Camp Nou", garantizó Laporta en la presentación del documental Messi, el desé art (Messi, el décimo arte), realizado por TV-3 y que será emitido el martes de la próxima semana. "No contemplo un no, no me lo planteo", remarcó el presidente del Barça, que desearía cerrar el acuerdo "lo antes posible". A Laporta le parecería bien esperar a que la noticia pueda anunciarse en dos fechas inminentes emblemáticas: el 24 de junio (aniversario de Messi, que cumplirá 34 años) o el 29 de junio (el de Laporta, que serán 59).

Laporta se abraza a Messi antes de la foto oficial con la plantilla en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí.

Laporta se abraza a Messi antes de la foto oficial con la plantilla en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. / FCBARCELONA

Un presidente emocionado

El máximo dirigente del Barça se emocionó en el acto, celebrado en el Palau de la Música, e incluso derramó lágrimas. Él es uno de los participantes en el documental. "Me lo he imaginado, sí me lo he imaginado un poquito", respondió al ser preguntado si había pensado como sería ese momento de conseguir la firma de Messi en el contrato que le ataría de por vida, y que no fuera esa firma en otro burofax como el que le envió a Josep Maria Bartomeu en agosto de 2020 pidiendo la libertad. "No sé si podre contenerme; si veo un programa así que ya me ha hecho sentir muchas cosas, imagina si lo tengo al lado. Me comportaré", bromeó tras recomponerse.

La inquietud del dirigente se basa en la posibilidad de que algún club pudiera entrometerse en una operación que "va bien" sin estar cerrada del todo. Un club de los llamados club-estado que disponen de suficiente poderío económico para cambiar la voluntad de un Messi que "no se guía por motivos económicos" sino por el proyecto deportivo del Barça si confecciona "un equipo competitivo" capaz de aspirar a todos los títulos.

La ruina

Esa capacidad viene mermada por la falta de dinero. Por la ruina actual de la entidad, condenada a rebajar la masa salarial de 4 a 1. "Actuamos con mucha habilidad y capacidad, él está decidido a si se dan una serie de circunstancias se queda, tiene ganas de quedarse", subrayó Laporta, que se permitió desvelar que "Agüero le recuerda cada día: firma, que jugaremos juntos".

Agüero junto al presidente del FC. Barcelona, Joan Laporta

Agüero junto al presidente del FC. Barcelona, Joan Laporta / JORDI COTRINA

El verdadero problema, el mayor lastre, es la deuda dejada por Bartomeu de 1.173 millones, y la pérdida de liquidez por la pandemia. "No habrá más fichajes", dijo, pero sí "más entradas" de jugadores. ¿Cómo? con la formula de intercambios de futbolistas con otros clubs, casos en los que entonces se discutirán las cuantías de las fichas de los involucrados. El Barça se ve en la tesitura de que sus sueldos son de los más altos de Europa y los azulgranas tendrán una doble reticencia: primero a marcharse, y luego a perder dinero. No le queda otra a Laporta que encontrar "soluciones para cumplir la normativa" en los límites que marca el fair play financiero.