UN CAMINO DE 50 AÑOS

De un partido benéfico a la final de la Champions femenina: la historia de un Barça campeón

El equipo de Lluís Cortés va este domingo al asalto de su primera Champions como colofón a un camino de medio siglo que ha dado el acelerón definitivo en la última década

Las jugadoras del Barça celebran el pase a la final tras tumbar al PSG.

Las jugadoras del Barça celebran el pase a la final tras tumbar al PSG. / FC Barcelona

Irati Vidal

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"Hacemos lo que hacemos porque creemos en ello", Markel Zubizarreta, director deportivo del FC Barcelona femenino tiene claro que la final de de la Champions de Göteborg es el resultado al trabajo bien hecho y a la firme apuesta del club por invertir en ellas. El hijo del mítico excancerbero azulgrana repasa para EL PERIÓDICO los años más gloriosos de la sección, que nació en 1970 con un partido benéfico y acaricia ahora el trono europeo.

Del anuncio en un diario de Imma Cabecerán y el encuentro dirigido por Antoni Ramallets ante un Camp Nou con 60.000 personas al Barça de Lluís Cortés hay un trecho. En lo deportivo, pero también en cuanto a inversión y visibilidad. Porque de un fútbol en la sombra en el que no creía nadie se ha pasado a un proyecto profesional. Carmen Nieto, una de las pioneras que jugaron el primer partido de la historia de la sección nos cuenta que "la prensa nos recibió con cachondeo, nos llamaba 'guapas', no futbolistas y hablaba de más voluntad que fútbol. Además, cuando vieron que íbamos en serio ya empezó a cabrear que jugáramos". En la profesionalidad y en borrar esa imagen está la clave del éxito actual. El club invierte, ellas responden.

La primera alineación del Barça femenino, en 1970.

La primera alineación del Barça femenino, en 1970. / FC Barcelona

Ganar al estilo Barça

De hecho, seis años más tarde de que Josep Maria Bartomeu y Jordi Mestre decidieran profesionalizar la sección, el FC Barcelona ya es, según la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS), el tercer mejor equipo del mundo por detrás de Olympique de Lyon y Wolfsburgo. Y lo es con un estilo propio y un proyecto sostenible. "El objetivo tras la profesionalización era que el equipo fuera campeón de Europa hacia final de mandato, como estamos ahora, y para eso hacía falta crear una serie de estructuras, trabajar en el fútbol base y fichar a jugadoras que se adaptaran al estilo del club", explica Zubizarreta recalcando que lo más importante era tener en cuenta que no podían pasar de cero a cien porque "a diferencia de otros clubes no queríamos ganar la Champions, queríamos ganarla jugando de una manera determinada".

Un cheque de El Corte Inglés

Por eso, empezaron por lo básico, que es lo que no tenía una sección reconocida como parte del FC Barcelona desde el 2002 y que ya había alzado varios títulos con la elástica azulgrana. Las campeonas de la Copa de la Reina de 1994 y 2011, las de la primera liga en la última jornada del 2012 o las de los dobletes (Liga y Copa) en las campañas 2012-13 y 2013-14 jugaban en césped artificial, entrenaban de noche, se desplazaban por toda España en autocar y cobraban más una ayuda que un salario. Algo difícil de entender en un club multidisciplinar como el azulgrana, que había paseado a las campeonas del 2014, a las que premió con un cheque de El Corte Inglés y una prima de 5.000 euros por ganar la cuarta liga consecutiva, por las calles de la ciudad condal junto a la escuadra masculina.

Markel Zubizarreta, Jordi Mestre, Lluís Cortés y Maria Teixidó, en la presentación del técnico, en el 2009.

Markel Zubizarreta, Jordi Mestre, Lluís Cortés y Maria Teixidó, en la presentación del técnico, en el 2009. / Emilio Pérez de Rozas

"Cuando llegué éramos un 'staff' de cinco personas y ahora somos 18. De un fisio hemos pasado a tres, de un doctor a una doctora (algo vital para controlar el ciclo hormonal de las futbolistas y evitar lesiones como las temidas roturas de ligamentos cruzados) y además ahora tenemos dos analistas, un delegado profesional y dos entrenadores asistentes. Se trataba de dotar al equipo de las herramientas necesarias para que las jugadoras crecieran, tanto desde un punto de vista logístico como deportivo", insiste Zubizarreta.

La envidia de las pioneras

Ahora, entrenan por la mañana, comen en La Masia, viajan con comodidad y cobran por lo que hacen. Es decir, disponen de las mismas condiciones que ya tenían dentro del club el fútbol masculino, el balonmano, el baloncesto y el hockey. Carmen lo observa con admiración. "La palabra es envidia, jamás creí que el fútbol femenino podía llegar a esto. Pero todavía queda mucho por trazar para llegar al trato igualitario".

Marigol, fichaje estrella del Barça en el 2005.

Marigol, fichaje estrella del Barça en el 2005. / Archivo

La profesionalidad les ha permitido dedicarse exclusivamente al fútbol y vivir de ello. Y en eso, el Barça ha sido motor de cambio. Todo empezó cuando en el 2004 decidieron incorporar a la 'galáctica' Maribel Domínguez 'Marigol', que aseguraba querer jugar con hombres. A ella le prosiguió la llegada de Lieke Martens el verano de 2017. La neerlandesa, ganadora del premio The Best de la FIFA aquel año, se convirtió en el primer fichaje pagado en la historia del fútbol femenino español. El Barça desembolsó 30.000 euros al Ronsegard sueco y le ofreció una ficha de unos 100.000 euros anuales. La apuesta era real y asentó un precedente. De hecho, ese mismo verano el conjunto azulgrana pagó 50.000 euros al Atlético de Madrid por Mapi León y firmó el primer pago por traspaso entre dos clubs españoles.

Sección autofinanciada

De los 600 euros en primas que recibían antes de la profesionalidad a sueldos que con los patrocinios individuales llegan a alcanzar los 250.000 euros anuales en el caso de Martens. La marca Barça y los éxitos logrados por las jugadoras permitió que la sección fuera cerrando patrocinios y se convirtiera en la única no deficitaria del club. Desde hace 10 años ellas ya no dependen de lo que sobre del masculino. Además, el verano de 2019, realizaron la gira americana con el conjunto de Ernesto Valverde. Una gira marcada por la decisión de hacerlas viajar en clase turista mientras ellos lo hacían en bussiness pero que sirvió para cerrar el mayor patrocinio de la historia del fútbol femenino. La empresa americana Stanley Black&Decker invirtió un total de 3,5 millones por temporada. Desde entonces, ellas han respondido con éxitos. Dos ligas consecutivas y cuatro semifinales de Champions en los últimos cinco años. 

La apuesta por Cortés

Pero el camino no ha sido tan fácil. "Cuando nos volvimos profesionales estuvimos cuatro temporadas sin ganar la Liga. Ahora mismo parece que eso no pasó, pero pasó", recuerda Zubizarreta. Y entonces se vio que la apuesta era firme. "Sabíamos que íbamos por el buen camino, solo hacia falta cambiar la dinámica". Por eso apostaron por Lluís Cortés para sustituir a Xavi Llorens, que durante 11 campañas dotó a la sección del estilo que se enseñaba en La Masia y sentó las bases del conjunto que ha alcanzado dos finales continentales.

El trabajo más importante del actual técnico fue el reconvertir a un grupo que en la final de Budapest se vio superado por el Olympique de Lyon. “Cuando acabó la final del 2019, jugadoras, cuerpo técnico y yo mismo como director deportivo decidimos que queríamos entrenar más y mejor para reinar en Europa. Y eso era fácil decirlo, pero muy complicado de hacer". Dos años más tarde, solo con la incorporación de Andrea Falcón, Jennifer Hermoso y Caroline Graham Hansen, son el rival a batir. Y lo son con las mismas jugadoras que se vieron superadas en una final que llegó "por sorpresa". La derrota las impulsó a trabajar más y eso les ha llevado a ser intratables.

El ejemplo de Bruna Vilamala

Porque el objetivo, insiste Zubizarreta "ha sido siempre hacer mejores a las de casa y, en caso de fichar, no hacerlo por motivos comerciales. Porque el estilo esta por encima de todo, no por ponernos medallitas, sino porque creemos que competimos mejor". El secreto, así pues, ha sido dotar de condiciones profesionales a unas jugadoras que demandaban protagonismo. A ellas y a las que vienen por detrás, que lo hacen con ventaja.

Bruna Vilamala celebra un gol en Tenerife.

Bruna Vilamala celebra un gol en Tenerife. / FC Barcelona

"Jugadoras como Bruna Vilamala (que ha irrumpido este año en la dinámica del primer equipo) llevan 7 u 8 años entrenando en un entorno profesional y conociendo el estilo Barça. Eso, desafortunadamente no lo pudieron hacer Alexia, Vicky y compañía, que lo que si han hecho es reinventarse y hacerse mejores cada día". El trabajo les ha llevado a formar parte de la élite europea. Han respondido con creces a la apuesta del club y ahora quieren cerrarla con la primera Champions de la historia del fútbol femenino español. 

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