Laporta pide a Colau jugar en Montjuïc

Joan Laporta y Ada Colau se han reunido para desencallar el Espai Barça. El presidente azulgrana quiere llevar a cabo el proyecto aprobado en 2014 en referéndum, pero que Josep Maria Bartomeu no completó durante su mandato. Para ello ha planteado algunas modificaciones del mismo en su primer encuentro con la alcaldesa desde que ganó las elecciones. Un cita en la que ha dado el primer paso para el traslado temporal a Montjuïc.

Durante la cita, el mandatario barcelonista ha solicitado que se pudieran acelerar algunos permisos para no postergar aún más la reforma del Camp Nou y su entorno. La apuesta de la nueva junta pasa por un proyecto más "sostenible y tecnológico".

Buena sintonía

Desde el club se ha señalado que ambas partes han "mostrado un entendimiento absoluto por tratarse no sólo de un proyecto del FC Barcelona, sino de la ciudad" y fuentes del Ayuntamiento han coincidido en señalar la cordialidad de esta primera toma de contacto.

Cuatro partidos allí

Laporta tiene previsto que durante las obras el Camp Nou mantenga una capacidad mínima de 80.000 espectadores pero que durante "un corto período de tiempo" el equipo tendrá que jugar en otro campo que "será muy probablamente" Montjuïc, como ya planteó en campaña. Su capacidad es de 55.926 espectadores.

El club azulgrana ya jugó allí dos partidos oficiales en 1996, uno de Supercopa de España ante el Atlético y uno de Recopa ante el AEK Larnaca, por el mal estado del césped del Camp Nou. También disputó allí el Gamper de ese año y de 1990. Durante 12 temporadas (de 1997 a 2009) fue también la casa del Espanyol.

Hace tres meses, en febrero, Laporta verbalizó por primera vez en campaña la posibilidad de que el Barça juegue temporalmente en el estadio olímpico mientras duren las obras en el Camp Nou. Subir a la montaña era una de las iniciativas electorales de Agustí Benedito y Xavier Vilajoana referentes al Espai Barça. Ambos contemplaban el mismo margen de tiempo (tres años) para la conclusión de los trabajos. La idea de Laporta es combinar las obras con la asistencia a los partidos en el Camp Nou aunque que durante un periodo, «mientras se coloca la cubierta y según algunas técnicas constructivas», tampoco se podría jugar en el estadio, precisó Elena Fort, máxima responsable del Espai Barça de la candidatura

Rodeado de incertidumbres

Laporta no dudó en definir en campaña este proyecto como el "más importante de la entidad de las próximas décadas". Pese a que está aprobado por referéndum y acordado con todas las instituciones oficiales, sigue estando rodeado de muchas incertidumbres. Más allá del nuevo Camp Nou, otra decisión versará sobre el Palau Blaugrana, proyectado para 10.500 espectadores, como insta la Euroliga, pero que no permitiría la futura organización de una 'final four' con ese aforo, sino que debería ser superior. 

Dos meses después ganar las elecciones y tras analizar las vertientes económica, jurídica y urbanística del proyecto, Laporta ha puesto la primera piedra en la construcción de la casa azulgrana del futuro. En 2010, tras cumplir su primera mandato, dejó una remodelación de Foster valorada en 240 millones. Un carpeta que Sandro Rosell desdeñó, señalando que se podía hacer por 150. Bartomeu reformuló el Espai Barça y cuando lo llevó a referéndum planteó que tendría un coste de 600 millones. Una cantidad que su junta modificaría al alza primero hasta los 715 finalmente hasta los 825. Habrá que ver qué coste acaba teniendo para una economía barcelonista maltrecha por la gestión de Bartomeu y los estragos de la pandemia.