EL ANÁLISIS

El análisis táctico del Barça-Paris SG: Mbappé aplastó incluso a Messi

El equipo de Koeman se desangró por su tremenda debilidad defensiva

Los laterales del PSG rasgaron a la zaga y ni siquiera Ter Stegen evitó el drama

Messi, más allá del penalti que marcó, no tuvo influencia alguna en el partido

El post partido del Barça-PSG: Juve, Roma, Liverpool, Bayern… y ahora el PSG

El post partido del Barça-PSG: Juve, Roma, Liverpool, Bayern… y ahora el PSG /

Marcos López

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1.- Mbappé, sí; Messi, ni rastro

Gobernó el partido con tal autoridad que Mbappé no solo aplastó al Barça sino que también se llevó por delante a Messi. Más allá de sus tres goles quedó el dominio de la escena por parte del delantero francés. Se coló entre la defensa azulgrana con excesiva facilidad conquistando el partido desde todos los ámbitos. Primero con su prodigioso regate en el 1-1, luego con la astucia de un cazagoles en el 1-2 antes de consagrarse rubricando un cómodo contragolpe con un disparo maravilloso.

Mbappé celebra uno de sus goles al Barça en el Camp Nou.

Mbappé celebra uno de sus goles al Barça en el Camp Nou. / Reuters / Albert Gea

2.- Sin defensa alguna

Nada más empezar el partido, Mbappé abandonó la banda izquierda para desgarrar la defensa azulgrana por el centro ganando la espalda de Dest. Fue el primer aviso en los que el delantero del PSG intimidó de tal manera al Barça que, al final, se salió con la suya. Y llegó el gol en una jugada donde Mbappé se movió, de nuevo, hacia el centro para dejarle el carril zurdo a Kurzawa, el lateral. 

Piqué se lamenta de un golpe en el Camp Nou en el duelo contra el Paris SG.

Piqué se lamenta de un golpe en el Camp Nou en el duelo contra el Paris SG. / Efe / Alberto Estévez

Cabalgó en solitario porque no le siguió Dembélé, el verdadero origen del gol del PSG, porque permitió a Kurzawa disponer de todo el tiempo del mundo para armar la jugada que embelleció luego Veratti con un precioso toque antes de que Mbappé se moviera dentro del área del Barça como si estuviera jugueteando en el jardín de su casa. 

El problema no fue el soberbio remate sino lo fácil que le llegó la pelota al joven genio francés, mientras el Barça acumulaba defensas a pocos metros de un batido Ter Stegen. Batido y desolado Ter Stegen. Muchos defensas que parecieron transparentes ante el enorme talento de Mbappé.

Ter Stegen observa uno de los goles del Paris SG en el Camp Nou.

Ter Stegen observa uno de los goles del Paris SG en el Camp Nou. / Reuters

3.- Ni con Ter Stegen

Hasta tres paradas, a cada cual más decisiva, firmó Ter Stegen. Primero a Kean, luego a Kurzawa y después, de nuevo, a Kean. Pero recibió tres goles incapaz de sostener el pánico generado por el dinamismo incontrolable de Mbappé. Los demás chutaban pero quien agitaba, de verdad, era el delantero líquido. No estaba fijo en ningún sitio, pero aparecía por todos lados. Inicialmente debía moverse por la banda izquierda, pero era una mentira. Una mentira futbolística porque provocó tanto peligro que el meta alemán tuvo que multiplicarse en su trabajo. Ni con sus manos pudo evitar Ter Stegen otro desastre europeo. Uno más.

Kean firma el 1-3 de cabeza en el Camp Nou al Barça.

Kean firma el 1-3 de cabeza en el Camp Nou al Barça. / Afp / LLuís Gené

4.- Condena a balón parado

En una sola noche se vieron todas las disfunciones defensivas que han castigado al Barça de Koeman en estos meses. Primero porque no supo detectar la llegada de los laterales del Paris SG (Kurzawa en el 1-1 y Florenzi en el 1-2), cuya profundidad desnudó a los azulgranas. Todavía faltaba la tradicional falta lateral que castigaba la desidia porque Kean, que prácticamente remató solo en el área pequeña, fue defendido con la mirada. Así permitió que el conjunto de Pochettino adquiriera una cómoda ventaja porque el Barça no se repuso tácticamente del empate de Mbappé.