Coutinho será operado de la rodilla izquierda

Debía ser su año. Volvía del Bayern de Múnich con la corona de campeón de Europa y después de haberle marcado dos goles al Barça, su club, en el trágico 2-8 de Lisboa que certificaba, ahora sí, el final de una época. Un final cuyos vestigios todavía se prolongan, y no se sabe por cuánto tiempo más, en el Camp Nou. Venía, además, Philippe Coutinho con la confianza de Ronald Koeman, quien nada más acabar la final de la Champions descolgó el téléfono para transmitirle su más absoluta confianza. «Creo en ti», le dijo el técnico al brasileño.

Por una razón u otra, el exjugador del Liverpool sigue perseguido por la desgracia desde que llegó al Camp Nou en enero del 2018

Entonces, este entendió que ahora sí. Ahora sí podía triunfar en el Barça, el club que invirtió 120 millones de euros más 40 en variables para sacarlo de Anfield y colocarle una etiqueta, el jugador más caro de la historia, que le perseguiría por los siglos de los siglos. Llegó feliz, sonriendo que podría acabar con el recuerdo del funesto año y medio inicial vestido de azulgrana, donde terminó hasta enfrentado con el público del Camp Nou, mientras Valverde no encontraba el sitio para él. Ni de extremo. No es Neymar. Ni de interior. No es Iniesta. Pero ni el aval incondicional de Koeman, que le abrió las puertas del equipo, supo encontrarle acomodo. 

Desolado

Además, ese aire melancólico que desprendía su fútbol se quebró el pasado martes cuando sufrió ante el Eibar "una lesión en el menisco externo de la rodilla izquierda", como informó el Barça en un escueto comunicado médico. Tan escueto fue que se limitó a informar de que será sometido a «una intervención artroscópica, que se llevará a cabo en los próximos días.

No dijo ni cuando entraría en el quirófano ni tampoco el médico elegido para operarle, aunque apunta a Ramon Cugat, el mismo que el mismo que operó a Ansu Fati.

Ni por supuesto tampoco informó el club del tiempo de baja que le aguarda al desolado Coutinho, quien debió abandonar cojeando el Camp Nou en los instantes finales del frustrante empate contra el Eibar. Había salido en el minuto 66 supliendo a Pjanic, pero no pudo ni terminar. 

Abandonó cojeando el Camp Nou. Sabía que se había roto. Sabía que era algo importante

Se estaba jugando el partido, con Coutinho tendido en el suelo, tocándose la dolorida la rodilla izquierda. Sabía que estaba roto. Sabía que era grave. Sabía que, tal vez, otra temporada más se le escurría entre las manos. Los médicos del Barça no han dicho nada, pero podría estar entre tres y cuatro meses de baja porque este tipo de lesiones del menisco externo son más complejas de lo que parece. Bastante más.

Si se le debe suturar se acercaría a los cuatro meses, con lo que Koeman ya podría hacerse a la idea de que no tendría al brasileño en la segunda fase de la temporada. Tampoco lo tuvo durante un mes cuando sufrió una lesión muscular tras el clásico con el Madrid. Por una razón u por otra, Coutinho, fichado en enero del 2018, nunca ha estado en el Barça. Ni al inicio. Ni tampoco ahora.