Frenkie de Jong, el holandés errante del Camp Nou

Ya no sabe dónde ponerse. Ni qué hacer. Ni a quién escuchar. Ni cómo jugar. Nadie sabe qué ha sido de aquel Frenkie de Jong (Arkel, 12 de mayo de 1997) que venía a aportar el toque, el sentido, el espíritu, la dinámica, la sabiduría, al característico juego del Barça que se había perdido definitivamente con la marcha de Andrés Iniesta, sin que él ni Xavi Hernández designaran sucesores. Y si señalaron a sus herederos, no fueron escuchados.

No fue culpa de ellos, naturalmente, que se interrumpiera la transmisión del mal llamado adn futbolístico, sino la consecuencia de un cambio de modelo que se negaba y ocultaba sistemáticamente por parte de Josep Maria Bartomeu. Una tendencia que acabó con la marcha de Pep Segura, el ideólogo de la transformación futbolística del Barça. 

Fichaje estratégico

Segura avaló el fichaje de De Jong, calificado de "estratégico" por el Barça, ya que cumplía todas las condiciones técnicas para subsanar las carencias de la plantilla. Al futbolista holandés se le convenció de que "el proyecto futbolístico" estaba diseñado para realzar sus virtudes. En el Barça iba a cobrar menos (la oferta era inferior a la del Manchester City y el Paris SG) pero se lo iba a pasar la mar de bien.

Pero De Jong se ha extraviado en la inmensidad del Camp Nou. Anda perdido por el césped, confundido por las instrucciones recibidas por tres entrenadores distintos en año y medio. No es el único. Vagando por el tempestuoso mar azulgrana hay más futbolistas aturdidos y ofuscados que no ven la luz.

La segunda temporada, la de la confirmación -la primera es la de la adaptación, periodo de indulgencia que se va ampliando a medida que aumentan los precios de los fichajes- no ha permitido que De Jong progrese adecuadamente. Al contrario. Se le ve más desorientado, cometiendo errores impropios de su categoría. Y sigue siendo titular indiscutible, lo que brinda una suposición terrorífica: si juega estando mal, es que los compañeros son peores y no hay opción de mejoría. Ni dinero para comprarla.

Lo dramático, con todo, es que un compatriota como Ronald Koeman, su nuevo entrenador, no ha sabido rescatar a aquel prometedor futbolista por quien se pagaron 75 millones más 11 en variables, a quien se situó en el tercer nivel salarial y se le tasó con 400 millones de cláusula.

"Los responsables deportivos del Barcelona estaban tan aliviados con el fichaje que el entonces mánager deportivo Pep Segura empezó a llorar en cuanto se escribieron los documentos. Tuvieron una presión tremenda para cerrar el acuerdo", explicó Hasan Cetinkaya, uno de los agentes del formidable centrocampista del Ajax tras cerrarse la operación.

Del séptimo al primero

Ese era De Jong cuando aterrizó para ponerse en manos de Ernesto Valverde. Jugaba el holandés en cualquiera de las tres posiciones del centro del campo, y terminó la temporada, ya con Quique Setién, y adaptándose a diferentes sistemas tácticos añadidos por el técnico cántabro, siendo el séptimo jugador en minutos disputados pese a perderse siete partidos por una lesión en el sóleo derecho. Solo marcó dos goles (al Valencia y al Betis)y dio tres asistencias.

Con Koeman es el primero en minutaje -más que Messi- y solo presenta una asistencia. Ha acabado jugando de central cada vez que había necesidad. Autocrítico por naturaleza, la prioridad de De Jong, a los 23 años, ha de ser la de reencontrarse a sí mismo.