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DINAMO DE KIEV 0 - 4 FC BARCELONA

Europa es el paraíso del Barça

Griezmann y Dest, dos de los goleadores, festejan el 0-4 obra del francés.

Griezmann y Dest, dos de los goleadores, festejan el 0-4 obra del francés. / periodico

Joan Domènech / Barcelona

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Con la alineación propia de una sexta jornada y la clasificación asegurada se presentó el Barça en Kiev para añadir el cuarto triunfo a su intachable trayectoria europea. Necesitaba el empate para pasar a octavos y se llevó los tres puntos con una labor convincente, muy notable para el once que presentó y por el empaque de la competición. Y, naturalmente, por la dimensión del marcador.

Europa es el paraíso para un Barça que pena en la Liga,  porque ha ganado más partidos en la Champions que en España (tres en ocho jornadas). El mérito cobró realce por tratarse de un Barça muy poco reconocible para el culé ocasional, desde el uniforme (el cuarto que luce) a la alineación, con muy pocos titulares, e incluso en el marcador, contundente para lo justito que va esta temporada.

Matheus y Konrad debutan

Hubo tantos suplentes que hasta debutó Matheus Fernandes, un centrocampista del Palmeiras que ni siquiera ha sido presentado. Apareció de improviso en la noche de Kiev gracias a la holgura que adquiría el marcador con doblete, igual de remarcable, de Martin Braithwaite, el único nueve del equipo, y el colofón simbólico de Griezmann. El brasileño, no obstante, entró el campo después de Riqui Puig. Después le tocó el turno al estadounidense Konrad de la Fuente.

Matheus, que no ha sido presentado, y Konrad debutaron después de Mingueza, titular como central

La gran transformación que opera el Barça se produce con la ausencia de Messi. El juego es más coral, las combinaciones son más naturales, menos forzadas a la intervención del capitán, la responsabilidad se diluye, el atrevimiento aumenta. La carencia de gol sin el jugador más resolutivo del equipo no se acusó porque todos los delanteros chutaron.

Defensa con fundamentos

Todas esas características se observaron en Kiev. Abrió el marcador, sin embargo, Sergiño Dest, un defensa que llegaba desde atrás y que fue fichado, entre otras razones, porque a la eficacia defensiva le une una excelente proyección ofensiva. El tiro cruzado, raso, fue demostrativa de los fundamentos técnicos enseñados y aprendidos en la reconocida escuela del Ajax.

No había que dar ningún síntoma de flaqueza que diera pábulo al Dinamo, ilusionado con recibir, como mínimo, los elogios de su visita a Barcelona, y el cuadro de Koeman salió a dominar igual que con el once titular. Sin complejos ni timidez en nadie, gracias también a la confortable situación europea. Tras el descanso se topó con un Dinamo que quiso reivindicar su condición de local, pero el cuadro ucraniano encajó pronto el gol que le desmontó. 

Un entrenador espléndido

Koeman quiso aprovechar la ocasión para repartir premios y ser espléndido, intuyendo que no podrá ser tan generoso en el futuro si no se encarrilan mucho las cosas, sobre todo en la Liga. Compensó a varios condenados del banquillo.

Dio la primera titularidad de Aleñá en 12 partidos (solo había jugado 6 miserables minutos), la de Junior Firpo (30 minutos en dos ratitos) y la de Braithwaite. Sobra decir que era la primera de Óscar Mingueza, el quinto central de la plantilla, siempre que se considere a Sam Umtiti el cuarto, que es mucho considerar. Subió varios peldaños en el escalafón por el atrevimiento que mostró, sin recular en defensa a no ser que sea estrictamente necesario.

Junior,  Aleñá y Braithwaite fueron titulares por primera vez esta campaña

Más que generosidad, lo de Koeman fue el desprendimiento del manirroto. Hasta siete cambios transformaron al Barça que jugó el primer partido ante el Dinamo; siete cambios, asimismo, del once titular ante el Atlético. Lo cambió todo menos el sistema. Igual que el Dinamo. El covid-19 le castigó en la ida, y le seguía castigando 20 días después en una segunda oleada particular para su plantilla. La buena impresión que dejó en el Camp Nou no se repitió en su vacía, inhóspita y amplia casa del Olímpico, lo que vino a reafirmar que aquel día se lució porque los azulgranas titulares les dieron cancha.

Ficha del partido

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