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AT. MADRID 1 - 0 FC BARCELONA

Derrota dramática del Barça

Un grave regalo defensivo de Piqué y Ter Stegen condena al Barça que se queda a nueve puntos del Atlético y pierde al central por una lesión de rodilla

Carrasco supera a Ter Stegen con un caño antes de marcar

Carrasco supera a Ter Stegen con un caño antes de marcar / periodico

Macos López / Barcelona

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Un indigno gol condenó al Barça a una derrota dramática que coloca el proyecto de Koeman en una situación de máximo riesgo. Se queda a nueve puntos del Atlético, sumergido en una zona también indigna de la Liga, acabando con 10 jugadores por la lesión muscular de Sergi Roberto, sacudidos todos por las lágrimas que iba derramando Piqué al ver crujir su rodilla derecha cuando se le cayó encima Correa en una jugada llena de desgracia. Acabó el Barça sin fe ni fútbol, tremendamente preocupado por lo que le pasaba al central, unida, además, a la inquietud que sigue generando la apatía de Messi. 

Pero el indigno gol en el que Piqué se despistó y Ter Stegen salió tarde y mal provocó la derrota que sitúa al Barça cada vez más lejos de la Liga, y eso que no ha terminado ni noviembre, mientras el Atlético ya puede empezar a soñar con el título, por mucho que Simeone sea siempre prudente. Pero ya podrá decir, y con razón, que le ganó al Barça en el campeonato. En un cuarto de hora se vieron dos maneras distintas de atacar. Igual de venenosas ambas. El Atlético disfrutaba de los paseos interiores de Marcos Llorente, un jugador que pisó con vértigo y peligro el área de Ter Stegen. En el otro bando, un velocista llamado Ousmane Dembélé puso patas arriba al Atlético. No había forma humana de pillarlo. Absorbió tanto el juego ofensivo del Barça que se inclinó todo hacia la banda derecha. Ni rastro inicial de Pedri.

Un Atleti distinto

Pero el partido arrancó hermoso. Resulta evidente, por si había alguna duda, que Simeone, a través de la luz de Joao Félix, ha construido un Atlético radicalmente distinto. Atrevido, valiente que se defiende, aunque parezca mentira, teniendo el balón, generando posesiones largas, capaz, además, de intimidar llegando desde atrás. Koke y Sául gobernaban el partido cuando tenían la pelota, permitiendo que Carrasco, obligado a una doble función, casi utópica (tapar a Dembélé y regatear a Sergi Roberto), se expresara feliz por el flanco izquierdo.

Y tuvo el Barça dos sustos serios. El imponente zurdazo de Saúl que tuvo la respuesta en una plástica, valiosa y soberbia parada de Ter Stegen. Luego, Marcos Llorente movió los cimientos de la portería azulgrana con un derechazo que escupió el travesaño con virulencia. Pero el Atlético también tuvo un par de sobresaltos cuando Dembélé se encargó de agitar al Barça percutiendo con criterio. Todo un descubrimiento en el caótico y desordenado Ousmane. Parece que Koeman le ha acotado de tal manera el camino (corre, regatea, llega a la línea de fondo y centra) que se lo simplifica.

Jaula a Messi

Era imposible sostener ese vertiginoso ritmo. Era posible, por lo tanto, que descendiera hasta bajar la taquicardia de los entrenadores. Simeone, más calmado; Koeman, también. El argentino diseñó una jaula con tres centrales (Savic, Giménez y Hermoso) para envolver a Messi y, de paso, a Griezmann. Además, anuló la banda izquierda desactivando el tradicional pase de Leo a Jordi Alba. En realidad, esa conexión no se dio. O sí. Pero al revés. Fue Jordi quien asistió a Leo, quien dudó en el tiro que atrapó Oblak.

El caos inesperado

Y, entonces, llegó un caos defensivo que desnudó al Barça cuando creía tener el partido en su mano. Piqué fue sin la tensión adecuada en busca de un balón, la zaga estaba descolocada (era el tiempo añadido de la primera mitad), con Ter Stegen midiendo mal y tarde los tiempos de salida permitiendo que Carrasco, el más peligroso del Atlético, marcara, tal vez, uno de los goles más fáciles de su carrera. Arrancó la segunda parte aturdido todavía el Barça por el impacto de tan descomunal y grosero error, preguntándose ellos mismos cómo habían sido tan torpes.

Hasta dos remates, ambos tras córners servidos en corto, cabeceó Lenglet sin puntería, permitiendo que Oblak no tuviera ni que moverse para recoger la pelota. Koeman tuvo también la lesión de Piqué, que sacudió emocionalmente a su equipo, al verlo cojear y llorar. Lágrimas de dolor para un Barça que regaló el cruel gol que le dejó en las antípodas de la Liga. 

Ficha del partido

Atlético: Oblak (7); Trippier (7), Savic (6), Giménez (7), Hermoso (7);  Koke (6), Saúl (7), Llorente (8), Carrasco (9); Joao Félix (6), Correa (7).