LA SITUACIÓN AZULGRANA

La moción de censura contra Bartomeu, en el aire

Representantes de los grupos que han promovido la moción de censura a Bartomeu, enfrente del Auditori, anets de entregar las firmas recogidas.

Representantes de los grupos que han promovido la moción de censura a Bartomeu, enfrente del Auditori, anets de entregar las firmas recogidas. / periodico

Roger Pascual

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Quedan tan solo 12 días para que expire el plazo para la moción de censura contra Josep Maria Bartomeu y, por primera vez, tiene riesgo real de que se aplace o suspenda. El coronavirus, que ya le ha librado de las pitadas por la pérdida de la última Liga, la humillación en la Champions y el intento de marcha de Leo Messi, es la última carta que le queda al presidente para evitar el voto de censura. El Barça y la Secretaria General de l'Esport se reunieron este miércoles durante tres horas para hablar del plebiscito sobre la continuidad del presidente. La Generalitat pide al club que revise el protocolo y este reclama 15 días para montar la logística, con lo que no llegaría a tiempo para el 1 de noviembre. 

De lograr como mínimo el aplazamiento, el 'clásico' del sábado no sería el último encuentro de Bartomeu en el palco del Camp Nou. El mandatario, que vio desde casa el estreno de la Champions después de que un familiar diera positivo por covid, espera poder en el primer duelo con el Madrid de la temporada. El lunes estaba convocada la junta directiva pero en ella no se decidirá si se activa el voto de censura, ya que la próxima reunión con el Govern se realizará el martes o el miércoles. 

El Barça ha planteado un partido trabado intentando ganar tiempo, segundo a segundo, día a día. Estirando al máximo los plazos para convocar la consulta, que se tiene que anunciar con un mínimo de antelación. Aunque pusiera en duda desde el primer momento que las 20.000 firmas logradas por los críticos fueran ciertas, llegando a recurrir incluso a la Guardia Civil, sabía que la pandemia era la principal baza para evitar ser el primer presidente azulgrana que tenga que dejar el palco por este procedimiento. La carta sanitaria, que ya se usó para posponer una asamblea de compromisarios que se atisbaba como la más calentita de Bartomeu como presidente, era la que podía cambiar el partido en cualquier momento.

El Govern, que ha convocado elecciones catalanas el 14 de febrero, no quería aparecer como el que prohibe un referéndum. Pero por mucho que la Secretaria General de l'Esport haya insistido en mantener la cita, el avance del coronavirus le ha situado en una posición cada vez más complicada, con paradojas como prohibir que haya público en el Camp Nou en Champions, pero no ver inconveniente en que los socios acudan al estadio a votar. 

En la reunión telemática del grupo técnico creado el viernes, que ha durado más de tres horas, el Govern ha planteando al Barça cambios sobre el protocolo fijado por el club, que proponía que se celebrara la votación el 1 y el 2 de noviembre, con urnas dentro y fuera de Catalunya. Piden más puntos de votación y que haya franjas horarios para evitar que coincidan el menor número de personas al mismo tiempo. Por su parte el Barça ha planteado dos semanas para poder preparar la logística, con lo que se podría aplazar la votación, prevista para el 2 de noviembre. "La situación es indignante; que hagan los deberes, dejen de presionar a la Generalitat o al final les explotará en la cara y tendrán que irse sin referéndum", advirtió Jordi Farré, promotor de la moción.

La mesa de negociación se constituye sin los jugadores

En paralelo con la moción el otro frente abierto de Bartomeu es la mesa de negociación de la rebaja del 30% de los gastos. Los jugadores del Barça no acudieron a la constitución de la mesa de negociación que ha planteado el club para rebajar los salarios. La cita se produjo horas después de que cuatro futbolistas del primer equipo (Piqué, Ter Stegen, Lenglet y De Jong) ampliaran sus contratos, añadiendo lo que no cobren este año a los cursos posteriores que se agreguen a sus respectivos compromisos. Ansu Fati puede ser el siguiente en seguir la denominada vía Mirotic.

"El club sigue esperando a que los jugadores aparezcan en algún momento para poder negociar pero los puentes entre la directiva y los jugadores están rotos», señalan fuentes del comité de empresa, que dejó claro en la reunión que "los posibles acuerdos que se alcancen por cada colectivo lo serán de forma separada sin que vincule el otro".  "El club sigue abierto a la incorporación de representación de los jugadores. La configuración de esta mesa, que debe de ser única, permitirá tomar las decisiones de acuerdo con las especificidades de cada colectivo, voluntad ya compartida con los jugadores profesionales", dijo la entidad en un comunicado. La directiva persigue un ahorro de unos 190 millones y, dejando a los deportistas profesionales al margen, el resto de empleados (540) solo representan 37 millones de euros de la masa salarial.

"Los jugadores han declinado asistir al encuentro con el club", explicó Óscar Tena, de Tacticgrup (que representa a Sergi Roberto y Sergio Busquets). Él y Jorge Pecourt, exsocio de Cuatrecasas que asesoró a Jorge Messi en su intento de dejar el club, están encargándose de la coordinación entre los agentes y abogados de los futbolistas. "Lo importante es que todos están alineados en criticar que las formas no son las correctas, que no se ha hecho de forma consensuada y que se mandara la carta cuando muchos estaban concentrados con sus selecciones".

¿Debilita las renovaciones la postura del resto? "Evidentemente que debilita, la negociación tendría más peso, pero ahora no estamos en ese punto», señaló Tena advirtiendo que «una decisión unilateral del club no estaría dentro de la legalidad". La AFE también advirtió en un comunicado que si hay una rebaja unilateral los jugadores podrían reclamar la extinción inmediata de sus contratos.