LA ACTUALIDAD AZULGRANA

El Barça trata de paralizar la moción de censura con una denuncia a la Guardia Civil

Los promotores del voto de censura contra Bartomeu entregan sus firmas en las oficinas del Camp Nou.

Los promotores del voto de censura contra Bartomeu entregan sus firmas en las oficinas del Camp Nou. / periodico

Roger Pascual / Albert Guasch

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La moción de censura contra la directiva de Josep Maria Bartomeu se encuentra con sombras proyectadas reiteradamente desde el club que parecen destinadas a postergar el referéndum. A la carta sanitaria que el club tiene sobre la mesa, como ya ha hecho con la asamblea de compromisarios, ahora ha jugado otra: la policial. La Guardia Civil ha abierto investigación sobre supuestas irregularidades en decenas de las papeletas aportadas. Lo ha hecho después de que el Barça denunciara sospechas sobre la autenticidad de firmas. La junta intentó incluso frenar el referéndum hasta que terminara la investigación, pero perdió el partido 3-2 en la mesa del voto de censura.

Según ha avanzado la cadena Ser y ha constatado este diario, la Guardia Civil, al ver indicios de irregularidades, ha reclamado al club más documentación, que derivará en un atestado y si ve elementos delictivos lo elevará al juez. Fuentes del Barça indican que no se trata de una denuncia formal y que se limita a informar de indicios fraudulentos en unas 300 papeletas. La Guardia Civil es la policía judicial del juzgado número 1, de ahí que el asunto haya caído en sus manos.

Los servicios jurídicos del Barça señalan que algunos de los números de carnets coincidirían con algunos que figuran en la investigación que se sigue en el juzgado numero 1 de Barcelona por la bolsa de fraude detectada en la reventa de abonos de 2.800 socios. La operación se llevó a cabo en el Clásico ante el Real Madrid en mayo del 2017.  

Voto forzado

En la comunicación a la Guardia Civil el club alerta de indicios de carácter penal que escapan de la Mesa y pide la investigación. Falta ver ahora hasta dónde llega la policía judicial, pero el Barça ha intentado alterar los plazos e incluso paralizar al completo la moción de censura. Esta misma tarde la directiva ha forzado una votación en la Mesa para tratar de suspender la moción hasta que se aclarasen las pesquisas policiales. La votación la ha perdido por 3-2. "Quieren ganar en los despachos lo que no han ganado en el campo", ha sentenciado Josep Triadó, que acompaña a Jordi Farré en la mesa de censura.

Los dos representantes del club han quedado en minoría ante los dos miembros de los promotores y el presidente de la Mesa, Josep Maria Vallbona, que ha inclinado la balanza "a la vista de los resultados y que no hay ningún requerimento de una autoridad superior que ordene la suspensión del procedimiento", según consta en el acta a la que ha tenido acceso este diario. Es más, en el final de dicha acta se pide que se requiera a la junta del Barça como es que teniendo constancia de que había firmas falsas no lo puso en conocimiento de la Mesa y cómo puede ser que sin su autorización la junta tuviera en su poder 300 papeletas falsificadas".

Los representantes del club han expresado su "total disconformidad con las alegaciones tan graves" de Vallbona. Hay que recordar que el Barça ya mandó una carta a la Federació Catalana de Fútbol (FCF) quejándose del comportamiento de Vallbona, al que acusó de de "no usar medios de validación de las papeletas que puedan garantizar la corrección, la legalidad y, por encima de todo, la autenticidad". 

En el escrito de la entidad azulgrana a la Guardia Civil se indica, como ejemplo de sospecha, que un grupo de cinco papeletas, pese a estar firmadas por diferentes socios, presentan una caligrafía parecida, y aporta el testimonio de peritos grafológicos. El asunto del fraude de los abonos ha conllevado desde el 2010 la apertura de expediente a unos 10.000 socios, 2.800 de los cuales tuvo derivada penal.

"Alargar la agonía"

Los promotores de la moción tardaron pocas horas en reaccionar. "Roza el ridículo. Si el problema son 300 firmas es que nos sobran", ha ironizado Marc Duch, portavoz de Més que una Moció. El recuento de firmas ha terminado con 19.380 validadas, más del doble de las obtenidas por Oriol Giralt en el 2008 (1.088 nulas y 219 dudosas). Los impulsores de la iniciativan creen que Bartomeu está "intentando alargar la agonía todo lo posible" y preguntan "qué ganan con dilatar, qué tienen que esconder".

Además de poner la sombra de duda sobre las firmas, la junta sabe que la carta con más peso para intentar evitar el plebiscito es la sanitaria. En este sentido Jordi Cardoner ha negado que hubiesen recibido ninguna comunicación de la Generalitat sobre si la pandemia permitía o no el plebiscito sobre la continuidad de Bartomeu. «Se puede celebrar, no estoy negando la mayor, pero se tiene que celebrar con garantía de salud y estructurar los protocolos». Si la situación sanitaria lo permite, ¿garantiza que se celebrará? «La primera premisa es necesaria, pero la segunda no la puedo asegurar».

De momento la carta de la pandemia ha servido para posponer la asamblea de compromisarios del 25 de octubre, que se antojaba como la más compleja para Bartomeu, en pleno proceso de moción de censura, tras presentar 97 millones en pérdidas, con el Barçagate aún bajo investigación y la marcha fallida de Messi aún en el aire.  «En la junta acordamos, de mutuo acuerdo con la Secretaria General de l’Esport y la Secretaria de Salut Pública, posponer la asamblea por motivos de salud pública. Esperamos poderla celebrar en los próximos meses», señaló Cardoner.

La Generalitat recomendaba celebrar de forma telemática este tipo de reuniones en entidades deportivas, extremo que el club no ve factible. Desde el Camp Nou se argumenta que no se podría garantizar la participación de los compromisarios (en la última había convocados 4.529, de los que acudieron 504). El vicepresidente azulgrana explicó que la media de edad de los 4.000 compromisarios es de 60 años y la de los 1.000 senadores de 88 y que no querían poner en peligro a «población de riesgo».

Mayoría silenciosa

El vicepresidente apuntó que en la junta que se celebró el martes para tomar esta decisión (y que no había sido anunciada ni hecha pública) no se había hablado de la moción ni de dimisiones. Cardoner, que dijo que se irá del Barça cuando se vaya Bartomeu, aseguró que ve a la directiva más unida que nunca, pese a tener 19.000 firmas en contra. «Bartomeu está fuerte y la junta directiva está unida. Se encuentra en un gran estado de salud. Hay 19.000 personas que han firmado para la moción pero también hay 90.000 que no lo han hecho», deslizó apelando a una mayoría silenciosa.

19.380 firmas validadas, 1.088 nulas y 219 dudosas

19.380 firmas validadas El proceso de validación de la moción de censura se cerró con 19.380 firmas validadas, 1.088 nulas y 219 dudosas, superando en casi 3.000 las rúbricas necesarias para forzar el referéndum sobre Bartomeu. Los impulsores de la moción se felicitaron al ver que el 95% de las papeletas habían sido validadas. Una vez terminado el escrutinio, el club debería convocar la cita con las urnas antes del 2 de noviembre si la pandemia o la dimisión del presidente no lo impiden. 

El ejemplo del Athletic

El Athletic de Bilbao anunció este jueves que celebrará su asamblea de socios el próximo 15 de noviembre. Para que se puedan respetar las distancias de seguridad, lo hará en el estadio de San Mamés. En la asamblea del año pasado acudieron 600 compromisarios, un centenar más de los que fueron a la del Barça. El club azulgrana en lugar de hacerlo en el Camp Nou ha optado por suspender la cita del 25 de octubre y descartar también la opción telemática..