JAQUE AL PRESIDENTE

Bartomeu, cuenta atrás

Los promotores del voto de censura contra Bartomeu entregan sus firmas en las oficinas del Camp Nou.

Los promotores del voto de censura contra Bartomeu entregan sus firmas en las oficinas del Camp Nou. / periodico

Albert Guasch / Roger Pascual

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Si la pandemia o una eventual dimisión del presidente del Barça no lo evitan, habrá plebiscito sobre su continuidad. La moción de censura contra Josep Maria Bartomeu alcanzó las 16.521 firmas validadas para forzar el referéndum, que se tendría de celebrar antes del 2 de noviembre. Su presidencia ha entrado en una cuenta atrás.

La próxima semana se celebrará una reunión de la junta directiva en la que podría decidir sobre su futuro 

Después de que el martes el recuento se situara a menos de mil papeletas de las necesarias era evidente que, con 3.715 papeletas por revisar, los impulsores de esta iniciativa lograrían ayer el objetivo. Cuando aún quedan 942 por analizar ya han alcanzado las 18.090 firmas, doblando casi las 9.145 obtenidas por Oriol Giralt contra Joan Laporta en el 2008. Y eso que, a diferencia de lo ocurrido hace 12 años, los críticos con la junta no pudieron cosechar adhesiones en día de partido y tuvieron que hacerlo en medio de una pandemia, con todo en contra.

«Muchas gracias a todos los que lo habéis hecho posible, del primero al último. Ahora a redondear la cifra y votar en masa», exclamó March Duch, portavoz de Més que una Moció. «Esto no había pasado nunca. En medio de la pandemia y sin poder encontrarnos en el estadio, los socios y socias del Barça nos hemos movido por censurar el mal gobierno. Ahora depende del presidente Bartomeu que no perdamos ni un día más para comenzar la reconstrucción del club», señaló Víctor Font. 

Además de él, otros precandidatos también celebraron que el proceso siguiera adelante. «Conseguir las firmas demuestra que el club está vivo y que funciona democráticamente», sentenció el expresidente Joan Laporta. Agustí Benedito, pese a haberse mostrado en contra de esta iniciativa, aplaudió la movilización histórica. «Enhorabuena a todos los socios partidarios de celebrar ahora un voto de censura. Ha sido una movilización sin precedentes. El 1 de noviembre seremos todos los socios los que decidiremos si hacemos elecciones el 20 de marzo o si las adelantamos dos meses».

Como si nada

La cuestión previa, no obstante, es conocer si Bartomeu y su junta deciden en una reunión de la semana próxima chutar el balón adelante y esperar el resultado del referéndum o, por el contrario, presentan la dimisión. No resulta fácil saber qué va a hacer Bartomeu, y si estima que puede galvanizar una corriente de opinión que parece muy contraria. En la junta hay directivos que preferirían marcharse ya, pero nunca se sabe cómo evolucionan estas reuniones y hacia dónde se inclinan. Este jueves el vicepresidente Jordi Cardoner ofrecerá explicaciones oficiales.

Lo cierto es que la junta actúa en apariencia como si no tuviera la salida a la vuelta de la esquina: promueve el Espai Barça o impulsa unos recortes salariales pensados para los futbolistas pero que afectan también a los empleados. Si opta por jugarse su futuro en el referéndum, el primer domingo de noviembre es la fecha que más se ha barajado. A partir de ahora la junta tiene un plazo no inferior a 10 días hábiles ni superior a veinte para convocar la votación. Para que la censura prospere se precisa un 66% de los votos y una participación mínima del 10 % de socios.

La Generalitat, en concreto el Procecat, tendría que dar el aval sanitario para la celebración de la votación. En este sentido, el Parlament validó este miércoles un decreto que habilita a las entidades deportivas a usar medios electrónicos para adoptar acuerdos con el objetivo de que puedan seguir desarrollando sus funciones mientras duren las restricciones por la pandemia. En él se permite la celebración de asambleas telemáticas, pero no elegir nuevos miembros de juntas directivas o aprobar votos de censura.

Varias sedes

Para evitar que la pandemia sea una excusa para evitar la cita con las urnas, algunos de los impulsores de la moción plantean que la votación se pueda hacer en dos días y en varias sedes para que pudiera participar el mayor número posible de personas y reduciendo el riesgo de contagio por el coronavirus. La Generalitat parece ponerse de cara con esta fórmula.

Hasta ahora solo había habido tres intentos de deponer a un presidente azulgrana: el de Joan Laporta y el Elefant Blau contra Josep Lluís Núñez en 1998; el de Oriol Giralt contra Laporta en el 2008; y el de Agustí Benedito contra Bartomeu en el 2017. La última no logró reunir el respaldo del 15% de la masa social para poder forzar el plebiscito. Las otras dos pasaron la criba, aunque sin poder forzar la caída presidencial.