MERCADO DE FICHAJES AZULGRANA

Matheus Fernandes, paradoja de un Barça 'low cost'

Matheus Fernandes, con la camiseta del Palmeiras.

Matheus Fernandes, con la camiseta del Palmeiras. / periodico

Roger Pascual

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Quizás muchos culés ni saben ni quén es, entre otras cosas porque aún no ha sido presentado como jugador del Barça. Pero Matheus Fernandes es la paradoja de la planificación azulgrana. Traspasado en enero por el Palmeiras a cambio de siete millones (más tres en variables), estuvo cedido desde entonces en el Valladolid, donde solo jugó tres partidos (en el último, apenas cinco minutos). Tendrá dorsal 19 del primer equipo después de que la secretaría técnica haya intentado colocarlo sin éxito en varios en las horas finales de mercado. Semedo aparte, el Barça ha ingresado en el final de la operación salida menos de los que pagó por Matheus Fernandes: solo 6 millones por Luis Suárez, Todibo, Rakitic, Wagué, Suárez, Rafinha, Vidal, Cuenca, Monchu, Miranda y Akieme. Ahora el centrocampista brasileño tendrá ficha en un Barça 'low cost' en el que, a excepción de Coutinho y Pjanic, los otros ocho refuerzos del primer equipo tienen menos de 22 años.

El Barça intentó mitigar las pérdidas del coronavirus traspasando antes del 30 de junio a Cucurella y Arthur. El centrocampista se fue Turín por 72 millones mientras Pjanic llegaba por 60, repitiendo la operación contable que habían hecho con la Juventus en enero entre el canterano Alejandro Marqués y Matheus Pereira (y la de Cillessen y Neto con el Valencia el año anterior). Maquilladas un poco las cuentas y confirmada la continuidad de Messi, la prioridad en lo que quedaba del mercado era desprenderse de salarios altos al precio que fuera, que en la mayoría de casos ha sido nada. Rafinha es una buena muestra: el Barça empezó pidiendo 16 millones por él y al final lo ha terminado regalando al PSG, el equipo que le levantó a Neymar y que no cedió ni por Ney, Verratti, Thiago Silva, Marquinhos, Rabiot ni Di Maria.

Mirar a la cantera

Solo Semedo, con la colaboración de Jorge Mendes, el lobo de Wolves Street, ha dejado dinero en caja (30 millones, más 10 en variables) para poder al menos fichar a Sergiño Dest, uno de los tres refuerzos que reclamaba Ronald Koeman. Los otros dos, Eric Garcia y Memphis Depay, se han quedado en el aeropuerto esperando la llamada para embarcar. El club azulgrana, que empezó el mercado buscando fórmulas para rebajar los 111 millones de la cláusula de Lautaro, al final no ha podido llegar a los 20 que le pedían tanto por el delantero holandés como por el central catalán.  En el caso del zaguero, el Manchester City estaba en la misma tesitura que el Barça con Rafinha. Pero ha preferido mantenerse firme y no moverse ni un ápice, aunque tenga 'overbooking' de centrales y el excanterano barcelonista se vaya gratis al año siguiente.

La necesidad obliga ahora a mirar ahora una Masia desdeñada durante mucho tiempo. Cuatro canteranos tendrán ficha del primer equipo: Carles Aleñá, que vuelve tras su cesión al Betis, Riqui Puig (que se resistió a salir cedido y llevará el dorsal 12), Ansu Fati y Roland Araujo. Este último pasará a ser el tercer central, ante la poca fiabilidad de un Umtiti que se ha quedado ya que su altísimo salario y su fragilidad física han hecho que no hubiera nadie interesado. No deja de ser curioso que, Semedo aparte, por el que más se haya sacado en el tramo final del zoco barcelonista es por Cuenca, central del filial por el que el Villarreal ha desembolsado 2,5 millones. El capítulo de altas y bajas presenta una pérdidas de más de 10 milones, aunque ha permitido también un ahorro de 65 millones en la masa salarial.

Lo que también ha bajado es la media de edad, que pasa de los 27,4 hasta los 25,5. Koeman tendrá finalmente a su disposición una plantilla con 10 novedades en el primer equipo, de los cuales tres son menores de 20 (Pedri, Ansu Fati y Dest) y solo dos mayores de 22 (Coutinho y Pjanic). Sin Depay ni Eric Garcia, Braithwaite heredará el 9 de Luis Suárez y Araujo llevará el 4 que lucía Koeman cuando marcó aquel gol eterno en Wembley.