MEDÍA 1.65 M. EN INFANTILES

Neto, el gigante que fue pequeño

Norberto Murara, Neto, en un entrenamiento en la ciudad deportiva.

Norberto Murara, Neto, en un entrenamiento en la ciudad deportiva. / periodico

Joan Domènech

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Alisson Becker Ederson Moraes combaten el histórico descrédito cultivado en Europa de los porteros brasileños, seguramente nacido desde la desdichada actuación de Moacir Barbosa en el Maracanazo, y corroborada por otros colegas en la historia posterior. No es por alarmar, ni mucho menos, pero la inmensa portería del Barça está en manos del primer meta brasileño de la historia azulgrana.

No es por alarmar, ni por la leyenda etnocentrista de los guardianes verdeamarelhos ni por las actuaciones precedentes de Norberto Murara, Neto (Araxá, 19 de julio de 1989), el recordatorio de que a partir de este domingo, y hasta mediados de noviembre, el marco azulgrana lo defiende el grandioso meta brasileño que, en sus inicios era víctima de su pequeñez. 

Con la Biblia de la abuela

Parece mentira que el espigado Neto (1.90 m.) tuviera dificultades por su altura. Llegó a los 13 años al Club Athletico Paranaense midiendo 1,65 m. Poca cosa para un infantil. Antes había pasado por el Cruzeiro, de Belo Horizonte, el club más importante de Minas Gerais, el estado al que pertenece su ciudad natal. Estaba a más de mil kilómetros de casa, pero siempre se sintió próximo a la familia. Iba acompañado. Bastaba con echar un vistazo la Biblia que le regaló su abuela antes del viaje, y que todavía conserva. Siempre entra en la maleta de los desplazamientos.

"No hay jugador que no experimente dificultad. Y el mío era la baja estatura. Fue un comienzo muy complicado porque me consideraban pequeño. Medía 1,65 y, al principio, sospechaban de mi potencial"

"No hay jugador que no experimente dificultad. Y el mío era la baja estatura. Fue un comienzo muy complicado porque me consideraban pequeño. Medía 1,65 y, al principio, sospechaban de mi potencial", recordaba Neto de sus orígenes, incapaz de imaginar siquiera que llegaría a ser internacional y disfrutaría del honor de acudir a los Juegos Olímpicos de Londres (2012). Con Thiago Silva, Marcelo y Neymar, entre otros. Obtuvo la medalla de plata. Entonces se conformaba con jugar en el Paranaense. Los sueños infantiles le trasladaban al Manchester United.

Neto jugó con Neymar en los Juegos Olímpicos de Londres-2012. Brasil obtuvo la medalla de plata

Las sospechas se disiparon pronto: una prueba de densiometría ósea anticipó que Neto crecería mucho y bien. Se desarrolló tanto, evolucionó tanto, que llegó al primer equipo del Paranaense, hizo carrera en Europa, debutó en la selección (el tercer ciudadano de Araxá en vestir la canarinha) y defendió porterías tan difíciles como la de la Juventus (2015-17) y la del Barça. Cubriendo las espaldas a tipos virtualmente insuperables como Gianluigi Buffon y Marc André ter Stegen. Aunque su referente siempre fue Betao, el portero del Araxá Esporte. Su padre.

Otra vez titular

A punto de comenzar su undécima temporada como profesional, tras debutar con 20 años en el Paranaense-Gremio Barueri (el titular, Galatto, estaba sancionado), será la sexta que comience como bajo los palos: la segunda de su eclosión en el Paranaense (09-11), las dos últimas de la Fiorentina, donde estuvo un lustro (2011-15), y las dos del Valencia (17-19), antes de acceder al<strong> intercambio con el Barça y Jasper Cillessen.</strong>

La operación le convirtió, por mor de los cambalaches económicos, en el portero más caro de la historia del Barça: 26 millones más 9 en variables se estipuló su coste. Es decir, el triple que Ter Stegen (12). De Mestalla se llevó, tras batir en la final a los azulgranas, el último título (la Copa del Rey) de su palmarés donde ya lucían dos Ligas, dos Copas y una Supercopa de Italia. Todas recogidas con la Juventus.

Ter Stegen le aplaudirá desde la grada. Esta rehabilitándose de <strong>la intervención quirúrgica en el tendón rotuliano de la rodilla derecha el pasado 18 de agosto</strong>, cuatro días después de la catástrofe de Lisboa. Le pronosticaron dos meses y medio de baja.

Cinco partidos ha disputado Neto con el Barça como carta de presentación ante el campeonato que se inicia. Uno de cada competición: en la Champions ante el Inter (1-2), dos de Liga -en los campos del Espanyol (2-2) y el Alavés (0-5)-, la semifinal de la Supercopa España ante el Atlético (2-3) y en la Copa en Eivissa (1-2). Ninguno en el Camp Nou. O sea que todavía no ha tomado las medidas de su casa excepto en el Gamper, el sábado pasado ante el Elche.

Lo del Villarreal ya es más serio. Es el primero de los diez partidos, más o menos, que tendrá Neto para ser más grande de lo que es.