EL NEGOCIO DEL FÚTBOL

Jorge Mendes, el lobo de Wolves Street

Jorge Mendes, durante la presentación del libro 'The Special Agent', con prólogo de Cristiano Ronaldo.

Jorge Mendes, durante la presentación del libro 'The Special Agent', con prólogo de Cristiano Ronaldo. / AFP

Roger Pascual

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Jorge Mendes es el lobo de Wolves Street. El superagente, cuya empresa facturó 105,8 millones de euros en comisiones el año pasado, está a punto de desencallar la salida de Semedo, esperada como el maná del cielo en las oficinas de un Barça necesitado de liquidez para poder fichar. Si nada se tuerce en el último momento (como ha ocurrido con Luis Suárez) el destino del lateral portugués será el Wolverhampton, convertido en el nuevo centro de operaciones de Mendes, que este verano se ha quedado sin representados en el Madrid por primera vez en 13 años.

En el 2016 el camino de Mendes se cruzó con el otro hombre de negocios exitoso: Guo Guangchang. Este multimillonario, conocido como el Warren Buffet chino, adquirió hace cuatro años el 20% de Gestifute -la empresa de representación del agente- meses después de comprar por 52 millones de euros el Wolverhampton, un histórico club inglés. Desde entonces la agencia ha estado detrás de las operaciones del club. 

Dudas sobre la legalidad

Hace dos años, cuando el equipo certificó su regreso a la Premier, varios rivales en la segunda división denunciaron esta sinergia de intereses. Andrea Radrizzani, propietario del Leeds, sentenció que esta relación no era "ni legal ni justa". La normativa inglesa prohíbe que una empresa o persona propietaria de un club también posea una participación en una agencia. Pese a ello, tras abrir una investigación, la Federación concluyó que no se infringían las reglas al considerar que la participación en Gestifute no es propiedad directa de Fosun (el conglomerado que dirige Guangchang), sino de una empresa propiedad de su presidente. Y que Mendes, pese a aconsejar al multimillonario, no tenía ningún cargo formal ni en el Wolverhampton ni en Fosun.

Gestifute, además de Semedo, lleva a cinco jugadores en la plantilla (Rubén Neves, Joao Moutinho, Vitinha, Daniel Podence y Pedro Neto) y al técnico, Nuno. El portugués es el idioma que más se habla en los Wolves, que cuenta con 10 futbolistas lusos en su plantilla. Este atípico verano ha aterrizado otro compatriota de Semedo: Fábio Silva. Este delantero de 18 años del Oporto ha costado 40 millones, de los que 10 son comisiones (tres para Soccer Talents Vision, agencia del jugador, y siete para Gestifute). En este mercado de verano marcado por el coronavirus, la empresa fundada por Mendes en 1996 también ha sacado tajada de las salidas de tres de sus clientes: Helder Costa (al Leeds por 17,7), Diogo Jota (al Liverpool por 43) y Matt Doherty (al Tottenham por 16).

El nombre de Mendes había estado muy ligado a la Casa Blanca desde que en el 2007 desembarcó con Pepe. Posteriormente llegarían de su mano Cristiano Ronaldo, Mourinho, Di Maria, Garay, Carvalho, Coentrao y Fabinho. Con la marcha de <strong>James</strong> al Everton, Florentino ya no tiene en nómina a nadie de la escudería de Mendes. El alejamiento de la Casa Blanca ha coincidido con su acercamiento al Camp Nou. Desde agosto representa a Ansu Fati y, además de hacer caja con Semedo y ayudar al club este atípico mercado, también ha trincado este año con Trincao. Pese a no ser de su agencia, ha cobrado como intermediario 1,5 millones de euros con su fichaje y podría ganar 5,5 más en variables en función del rendimiento del extremo. Versionando a Gary Lineker, el fútbol es un deporte en el que juegan 11 contra 11 y Mendes siempre gana.

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