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La factura del Covid en el fútbol: la crisis va para largo

Imagen de San Siro, completamente vacío, durante la disputa del Milan-Genoa

Imagen de San Siro, completamente vacío, durante la disputa del Milan-Genoa / periodico

Albert Guasch

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Los grandes clubs europeos se reunieron este martes de forma telemática y no fue una charla feliz. Caras de constreñimiento ante la gestión de las penurias impuestas por el coronavirus. Los ricos del fútbol siguen derramando lágrimas y lloran con cifras tremendas que marcarán sus economías en los próximos años. En nombre de todos ellos compareció Andrea Agnelli, presidente de la Juventus y de la Asociación de Clubs Europeos (ECA), que taxativo dijo que «estamos aún en medio de una grave crisis».

Sabemos bien que el Barça ha experimentado una caída de ingresos de 200 millones esta temporada recién concluida y apunta a los 300 en la que viene. Pero no está solo en esta contracción. La misma 'Juve' de Agnelli acumulará unos 100 millones de déficit de las dos últimas campañas (más o menos lo que les costó Cristiano Ronaldo).

Sufren los poderosos

Sin público todavía en los estadios hasta no se sabe cuándo, sin turistas que compren camisetas, con contratos de patrocinios revisados y las rebajas en los derechos televisivos de las competiciones continentales, sufren aquellos clubs con los ingresos más diversificados, es decir, casi todos los poderosos.

Y como sufren y afrontan problemas de liquidez, el mercado de fichajes se encogerá como una pieza de ropa mala, auguró Agnelli. Estimó que habrá una reducción en las transferencias del 20% al 30%. De hecho, ya se está viendo. Hay calma chicha en las oficinas de los agentes, más ruido que nueces. El Barça, representado en la reunión de ayer por el presidente Josep Maria Bartomeu, prioriza liberar masa salarial y solo incorporar jugadores si vende antes alguno o es capaz de tramar trueques, como el de Arthur por Pjanic, sobrevalorados ambos, dicho sea de paso.

El Madrid tampoco ficha nada. Y poco la mayoría de los súper equipos europeos, salvo el Chelsea (170 millones lleva gastados en tres jugadores: Werner, Havertz y Ziyech), el Bayern, el United y poco más.

«Esto va a ser una erosión de ingresos dramática que potencialmente se convertirá en una crisis de efectivo para la mayoría de los clubs», dijo Agnelli en la asamblea general de la ECA. «No creo que sepamos todo el alcance de lo que esto significa hasta que se publiquen las cuentas este otoño».

Un descuento

La pandemia paralizó el fútbol entre marzo y mayo y obligó a la UEFA a reducir el número de partidos en las competiciones europeas de clubs de la temporada pasada. En julio, un informe de la ECA decía que los clubs de fútbol de primer nivel de Europa podrían perder 4.000 millones de euros en ingresos, una cifra que Agnelli repitió este martes.

En este contexto, la UEFA se ha visto obligada, dada la reducción de partidos de Champions y Europa League, a otorgar a las cadenas televisivas un descuento de 575 millones de euros, que «es dinero que no se distribuirá entre los clubs», remarcó el dirigente italiano.

En medio de la lúgubre asamblea irrumpió con un canto al optimismo el presidente de la UEFA Aleksander Ceferin. «¿Quién habría imaginado al principio del 2020 lo que hemos visto? Hace seis meses todo estaba cerrado y ahora hemos vuelto», dijo ufano. Inmediatamente se vio obligado a atemperar tan radiante mensaje. «No podemos decir que todo está normal, pero pronto lo será. Va a ser un desafío difícil, tendremos que cambiar la forma en que operamos».

Público en Budapest

Ceferin se dejó llevar, es de suponer, por la información de que 20.000 espectadores podrán acceder en el estadio de la final de la Supercopa de Europa entre el Bayern de Múnich y el Sevilla en Budapest, a celebrar el 24 de septiembre.

Pero nada hace pensar que el público vaya a regresar pronto de forma normalizad, ni que a la vuelta de la esquina el turismo de masas vuelva a confluir en grandes ciudades y sus estadios emblemáticos. «No es un problema de ambiente en las gradas, también es la destrucción total de una fuente de ingresos muy importante para todos. Eso implica menos dinero circulando para fichajes», remató Agnelli.