la actualidad azulgrana

El cara a cara crucial para el futuro de Messi

Bartomeu y el padre del futbolista argentino tienen previsto reunirse en Barcelona con las posiciones enconadas

Jorge Messi y Bartomeu.

Jorge Messi y Bartomeu. / periodico

Albert Guasch

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Hace una semana se recibió en las oficinas del Camp Nou el famoso burofax que habría hecho caer el adyacente Mini Estadi si no fuera por que ya es todo escombros. Tembló el club, aún en estado catatónico después del 2-8 de Lisboa, por la sacudida del mensaje. Leo Messi dijo hace una semana que se quería ir y hoy día sigue en las mismas. En una posición de rebeldía y, posiblemente, más débil, pero se siente fuera y actúa así. 

Josep Maria Bartomeu ha conservado los pies en su posición. No está dispuesto a dejar marchar a la estrella deportiva y baluarte comercial del FC Barcelona. Es lo que le ha ido comunicando a la familia Messi por mensajes y por teléfono y es lo que volverá a repetir, seguramente hoy, cara a cara, a Jorge Messi, padre del futbolista, que ayer se subió a bordo de un avión privado con destino a Barcelona y un futuro incierto.

Una televisión argentina retransmitió en directo el despegue del avión en que volaba el padre de la figura. Tal es la expectación de la reunión. Lleva el mensaje de su hijo, que se considera desvinculado del club, según la interpretación que le han transmitido sus abogados sobre su contrato. Bartomeu le recibirá con una oferta de renovación hasta el 2022, la que, según el club, estuvieron negociando en junio. Los 700 millones de la cláusula se está demostrando un blindaje. 

El Barça solo quiere hablar de renovar a Messi hasta el 2023 y cree que el problema lo tiene el argentino

¿Existe un punto medio, una zona de compromiso? Para el Barça la única salida es que se integre en el proyecto de Ronald Koeman. De momento ha faltado a dos entrenamientos y un control de PCR. En circunstancias normales, motivo de multa considerable y hasta expediente. No hay señales de que el rosarino quiera recular y, a la vista de cómo ha crecido el conflicto, cuesta creer que a corto plazo pueda engullirse el orgullo. 

El City se aparta

Si lo que se transmite es inamovible, Messi está en una situación espinosa. Aunque exista en el contrato la rendija por la que se siente empoderado para irse, Bartomeu no lo pondrá fácil y en estas circunstancias el pulso se trasladaría a los tribunales, el escenario que todo el mundo quiere evitar. «El problema lo tiene él», se señala desde el club azulgrana.

El Manchester City, el equipo al que desea incorporarse, ha adoptado una posición retraída, de espectador, a la espera de si los Messi consiguen salir limpiamente del Barça. No quiere pagar un euro por el traspaso, ni quiere verse tampoco absorbido en un enrevesado y caro pleito judicial. Se libró por los pelos de una sanción de expulsión de Europa entre sospechas de dopaje financiero y no puede correr riesgos. 

Entre el Barça y el City ha habido comunicación extraoficial para aclarar posiciones. Al fin y al cabo las cúpulas de ambos clubs se conocen bien y las relaciones son cordiales. Jorge Messi, receptor de ofertas por su hijo, se sentará ante Bartomeu a jugar la partida con cartas complicadas. Y, de hecho, existe la sensación de que en el entorno de Messi empiezan a oírse voces que le recomiendan que cumpla el año de contrato, aun sin su amigo Luis Suárez a su vera y en un proyecto en el que no cree.

"Ya volverá"

«Ya volverá, tarde o temprano volverá. A desgana de entrada, pero no tendrá más remedio», se oye decir en la directiva del Camp Nou, con el recuerdo siempre del caso Neymar y su salida frustrada del PSG. A no ser que quiera pasarse el año en blanco a sus 33 años, claro. 

El City, con el que el Barça ha hablado extraoficialmente, se hace a un lado y complica la posición del jugador

A Messi no se le ha oído aún, pero a su edad, él decide los pasos sobre su carrera, con independencia de la opinión valorada de su padre. La semana pasada estuvo a punto de convocar una rueda de prensa que fue desaconsejada por quienes le asisten legalmente estos días, abogados del buffet Cuatrecasas, que trabajaba para el Barça, y que fue despedido en persona por el propio Bartomeu. Un asunto de máxima deslealtad, se considera en la entidad azulgrana.

 Todo queda en expensas, pues, del encuentro entre Jorge Messi y Bartomeu, que no quiere perder al referente global del club, ni reforzar a un rival de la Champions. No se esperan cámaras como en el despegue del avión.

Y. mientras. Koeman sigue esperando el aterrizaje en Sant Joan Despí del pilar de su incipiente proyecto, al que no ha visto aún con las botas puestas.