YA LO LOGRÓ EN EL VERANO DEL 2016

¿Intentará convencer, otra vez, Suárez a Messi de que se quede?

Antonella Roccuzzo, Leo Messi, Sofia Balbi y Luis Suárez, en unas recientes vacaciones.

Antonella Roccuzzo, Leo Messi, Sofia Balbi y Luis Suárez, en unas recientes vacaciones. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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No es nuevo. Se ha contado muchas veces, pero ahora cobra más relevancia, más importancia, más interés, ¿más morbo?, sí, puede que, incluso, más morbo que nunca.

Ahora que ya sabemos que Ronald Koeman le ha dicho a Luis Suárez, el mejor amigo, el mejor compañero, el mejor cómplice, el mejor vecino, de Leo Messi, que se busque equipo para la próxima temporada, que, en el Barça, arranca, la próxima semana, por eso es ahora cuando muchos recuerdan que fue, precisamente, el goleador uruguayo quien, cuentan, convenció a la ‘Pulga’ para que no abandonase el Barça en el verano del 2016.

Así empezó todo

Argentina acababa de perder la final de la Copa América ante Chile. Messi aseguró, dolido, molesto, harto, que no volvería a vestir la camiseta albiceleste, cansado, al parecer, de estrellarse una y otra vez en busca de un gran título para su amado país. Encima, una semana después de ese desastre, su padre y él fueron condenados a 21 meses de cárcel por el fisco español.

Messi le dijo a Josep María Bartomeu que no pensaba volver a poner un pie en España “al considerar que las acusaciones eran injustas y el asedio mediático al que estaba siendo sometido, insoportable”. Es más, hay quien cuenta que incluso sondeó la posibilidad de que el Manchester City pagase su cláusula de salida (entonces de 250 millones de euros, ahora de 700), pero los ingleses ‘sólo’ estaban dispuestos a abonar 150 millones.

Dicen que ‘Barto’, acompañado de Jordi Mestre, entonces máximo responsable deportivo en la directiva del Barça, se pasaron tres horas intentando convencer a Messi de que no se fuese, de que se quedase en Barcelona. Y no lo lograron.

La intervención de Suárez

Cuentan, que la reunión de 'Barto' y Mestre con Messi llegó a oídos de Luis Suárez y el goleador uruguayo no tardó ni cinco minutos en invitar a cenar a Leo en uno de sus restaurantes preferidos, próximo a sus casas. Y no lo hizo un día, no, sino que lo hizo dos noches consecutivas pues, al parecer, Suárez no tuvo suficiente con la primera cena para convencer a su amigo de que no podía, ni debía, ni tenía sentido que abandonase el Barça en plenitud de forma.

“Le dije a Leo”, reconoció, justo un año después, en mayo del 2017, en la emisora uruguaya Radio Rincón, “que dónde iba a estar mejor que en Barcelona, dónde iba a vivir su familia mejor que en Castelldefels, dónde iba a sentirse tan arropado deportivamente como en el Barça y dónde iba a tener al alcance de la mano tantos triunfos y títulos como siguiendo jugando en el Barça. No tuve que decirle nada más, por supuesto la decisión que tomó de seguir con nosotros, fue suya y solo suya”.

Cambio total de 'look'

Pocos días después, justo antes de la presentación de la pretemporada, Messi llegó al primer entrenamiento con un nuevo ‘look’, con el pelo teñido de rubio, casi amarillo. “Le metí un cambio (al cabello)”, contó la ‘Pulga’, “para empezar de cero otra vez. Venía de mucho lío, de cosas que me habían pasado, y dije: hay que romper esto y empezar otra vez”.

Messi acabó renovando hasta junio del 2021, es decir, el contrato que ahora cumple y Suárez, su esposa y sus hijas siguieron disfrutando de su amistad durante tres años más. Y, ahora, justo ahora, cuando, al parecer, Messi le ha confesado a Ronald Koeman estar más fuera que dentro del Barça (nadie ha desmentido esa frase, ni siquiera el club), el nuevo entrenador le comunica al gran valedor, defensor y consejero de Messi que no cuenta con él.

¿Le habrá insistido Suárez a Messi, en sus últimas cenas, que siga en el Barça? Probablemente sí porque, pese a lo que le está ocurriendo a él, es muy posible que el 9 azulgrana, con un año de contrato en vigencia, siga pensando que no hay ningún otro lugar en el mundo donde su amigo se pueda sentir más feliz y realizado futbolísticamente hablando.