EL BAYERN YA ESTÁ EN PORTUGAL

El Barça mira hacia adelante

Lionel Messi abrazado con Gennaro Gattuso, el entrenador del Näpoles, al final del partido de vuelta de los octavos en el Camp Nou.

Lionel Messi abrazado con Gennaro Gattuso, el entrenador del Näpoles, al final del partido de vuelta de los octavos en el Camp Nou. / periodico

Joan Domènech

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En una versión futbolística de que el fin justifica los medios, <strong>la clasificación para los cuartos de la Champions</strong> era el objetivo y se ha conseguido. Esa fue la lectura general que se hizo en los sótanos del Camp Nou con el  recuerdo todavía fresco de la angustia vivida ante el Nápoles. El Barça mira hacia adelante y ve Lisboa. No era el momento de seguir con la dichosa autocrítica ni fustigarse ni flagelarse con el triunfo y la clasificación que alimenta la esperanza de los culés.

En busca del gran título de la temporada, el Barça cerró los ojos ante los números que explicaban el mal cuerpo que dejó el partido. El Nápoles chutó más del doble de veces a portería (8 a 19), tuvo más el balón (47 a 53% de posesión) y corrió cinco kilómetros más que el Barça, según datos de la UEFA. 

El Bayern ya está en Portugal

Quique Setién se esforzó en poner en valor que el Barça defendiera el 3-1 en el segundo tiempo. Milik marcó el 3-2 que fue anulado por fuera de juego a diez minutos del final. El hipotético 3-3 habría cancelado el vuelo chárter del jueves. El Bayern, mucho más previsor (gracias al 0-3 de la ida ante el Chelsea, rematado luego por el 4-1) viajó este domingo. Aunque el partido es el próximo viernes, el conjunto alemán hará una placentera concentración preparatoria en la ciudad costera de Lagos, 300 kilómetros al sur de Lisboa.

El Bayern se concentró en Lagos, una ciudad costera a 300 km al sur de Lisboa

"No somos tan buenos como para controlar el juego todo el partido. Te gustaría controlar todo los partidos pero eso es imposible", dijo Setién, aunque inmediatamente añadiera que esa omnipotencia está lejos del alcance de cualquier equipo.

El dardo de Gattuso

Setién quiso revalorizar la entidad del Nápoles, "un grandísimo equipo, de los mejores de Italia" y el hecho de que el Barça acabara protegiendo el área, en lugar de neutralizar al rival con la posesión del cuero, una de las características azulgranas. "Hemos defendido con mucha intensidad e inteligencia", destacó.

También era característica la presión adelantada, pero Gennaro Gattuso no la vio por ningún lado. "Hay dos o tres jugadores que no presionan con vehemencia", dijo, sin citar quienes eran la diana de sus dardos. Se deduce que eran Messi y Suárez. "El Barça no es el de hace siete u ocho años", concluyó Gattuso.

Messi, enfadado y golpeado

Y esa sensación rondaba por la cabeza de Messi, que acabó el partido golpeado y enfadado. "No seamos pelotudos. Tenemos dos goles de ventaja, vamos a jugar tranquilos", recomendaba antes de empezar el segundo tiempo. Piqué y Alba pedían no encerrarse en el área. 

<strong>El capitán aguantó</strong> pese a que en el primero sufrió una fuerte patada de Koulibaly en el penalti del 3-0. Al final del partido no quiso saludar al árbitro. Al día siguiente, en la ciudad deportiva, se sometió a una revisión médica para confirmar que jugará ante el Bayern.