INYECCIÓN DE "DINAMISMO"

Riqui Puig y Ansu Fati, "los chavales" piden paso

Riqui Puig observa a Messi ante Gil Manzano, en el Camp Nou.

Riqui Puig observa a Messi ante Gil Manzano, en el Camp Nou. / periodico

Marcos López

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Hasta el pragmático y triste Quique Setién, que llegó a echarse las manos a la cabeza un par de veces durante el agónico Barça-Athletic (1-0), se ha terminado convenciendo. Ha ido el técnico respetando las jerarquías del equipo colocando siempre antes las 'vacas sagradas', el término que solía usar Cruyff para señalar a los jugadores consagrados, pero ya ha visto que el equipo necesita una inyección de "dinamismo", como el cántabro reconoció.

En tiempos de desorientación, toca mirar a La Masia porque sus jóvenes siempre dejan huella en el Camp Nou

Un dinamismo que se le proporcionan dos jóvenes descarados, que no entienden del miedo. Ni de la presión que se está jugando el Barça en cada minuto de esta Liga exprés. "¿Why not?", se podía leer en la camiseta blanca que lucía Riqui Puig tras acabar el partido contra el conjunto de Garitano.

¿Por qué no? le venía a decir a Setién con su rendimiento en los 35 minutos en que cambió la cara del Barça. El mismo mensaje que empleó Ansu Fati con su excelente casi media hora final.

En tiempos de crisis y zozobra, cuando el mejor equipo de la historia del Barça entra en su recta final (Messi cumple hoy 33 años), toca mirar a La Masia. Ya no es como antes porque se ha convertido en un desfile inacabable de jóvenes, sin criterio alguno, conviviendo fichajes extraños con apuestas que no han tenido éxito, pero siempre deja huella cuando pisa el Camp Nou.

"A veces, uno tiene dudas de la aportación de estos chavales en estos partidos tan transcendentales. Pero si haces las cosas bien, vas a tener la opción de jugar mucho más" (Setién)

Son capaces hasta de convencer a técnicos como Setién, condenados a vivir al día, sin margen siquiera para abrir la puerta a jóvenes ansiosos por conquistar un espacio en el Barça. "A veces, uno tiene dudas de la aportación de estos chavales en estos partidos tan transcendentales", ha admitido el técnico tras ganar al Athletic. "Pero si si haces las cosas bien vas a tener la opción de jugar mucho más. Así se gana una titularidad", ha añadido.

1.- Riqui Puig, 35 minutos de desparpajo y verticalidad

20 años. Entró por Arthur,  el jugador que falló un pase fácil y provocó que tanto Setién como Sarabia, su ayudante, se echaran las manos a la cabeza, asombrados ambos de tan increíble error. Entró Riqui Puig, interior de La Masia, pequeño y con chispa, mientras el brasileño, por quien el Barça pagó 31 millones de euros hace dos años, empieza a asumir que su futuro esté, tal vez, en la Juventus.

Apareció Riqui con desparpajo, pisando el área incluso, activando al equipo desde su posición de interior izquierdo, sin miedo a fallar. Pidiendo la pelota, a pesar de que el escenario del partido (continuaba el empate a cero inicial) invitaba a la depresión porque el Barça no sabía como romper la defensa del Athletic.

Recuperó dos balones, tuvo un alto porcentaje de acierto en el pase (repartió 27 pases bien de 32, con un 84,4% de éxito) y hasta recuperó dos balones. Pero lo que no explican las estadísticas es el impacto futbolístico que tuvo en una sombría noche ya que reactivó a un equipo que se estaba consumiendo, como ya le había pasado ante el Sevilla.

2.- Ansu Fati, 26 minutos de peligro y descaro

17 años. No ha pisado ni el estadi Johan Cruyff para jugar con el Barça B. Ha pasado del Juvenil al Camp Nou. Pero cada vez que pisa el templo azulgrana deja acciones para el recuerdo. Decisivo fue, por ejemplo, su gol al Leganés. Era el 1-0. Después, no apareció en el Sánchez Pizjuán cuando el equipo necesitaba de su profundidad. Setién lo dejó en el banquillo.

Ante el Athletic, el técnico cambió de estrategia. Quitó a Griezmann, un jugador por quien el Barça ha pagado 135 millones de euros y que solo había hecho un disparo a puerta en los 64 minutos de partido. Y puso a Ansu, pegado a la banda izquierda, justo en el carril donde ya estaba Riqui Puig.

A los 13 segundos de pisar el campo, ya hizo daño con un cabezazo y luego estrelló un balón en el poste 

A los 13 segundos, Ansu ya había rematado con un potente cabezazo que se fue a la izquierda de Unai Simón, el meta del Athletic. Un poderoso salto que le permitió elevarse por encima de la defensa vasca. Luego, acabó sus 26 minutos con un violento disparo, repelido también de forma violenta por el palo izquierda de la portería rojiblanca, ya en el tiempo añadido.

Conexión con Messi

El valor de Ansu es su descaro. Y que cuando más se aleja de Messi más espacios le genera a Messi. Él se recluye junto a la cal y el '10' entonces siempre lo detecta. O al revés. Suya fue la jugada en que caracoleando se asomó al borde del área para dejar a Leo en su posición preferida de disparo. El tiro de Messi se marchó rozando el poste derecho de Unai Simón. Pero la conexión siempre existe. Y Griezmann, entretanto, preguntándose qué demonios le pasa.

Setién ha tomado nota de Riqui Puig. "Ya lo dije el otro día y ahora también. Lo ha hecho muy bien". Y ha tomado nota de Ansu Fati. "Ha tenido muy buenos minutos. Ha hecho las cosas muy bien", ha dicho sobre el extremo. El sábado se verá si toma decisiones. Le aguarda el Celta en Balaídos en otra final. Y el Barça ha descubierto, por si tenía dudas, que los jóvenes no solo refrescan e ilusionan sino que también generan impactos reales y positivos en un equipo que ha perdido entusiasmo. Y alma.