CAMPEÓN DE LA COPA DE ITALIA

El Nápoles, rival del Barça en la Champions, arrolla a la Juve de CR7

Gennaro Gattuso y Aurelio De Laurentiis celebran la conquista de la Copa de Italia con su Nápoles.

Gennaro Gattuso y Aurelio De Laurentiis celebran la conquista de la Copa de Italia con su Nápoles. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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El Nápolesrival del Barça en los octavos de final de la Champions (1-1 en el encuentro de ida, en San Paolo), el equipo del polémico y altivo productor cinematográfico italiano Aurelio De Laurentiis, de 71 años, el conjunto que cuenta en sus filas con el llamativo centrocampista creativo Fabián, el veterano merengue Callejón, y el no menos llamativo goleador Fernando Llorente, es el nuevo campeón de la Copa de Italia. El club en el que aterrizó, casi en paracaídas, el campeonísimo Gennaro Gattuso para sustituir en su banquillo al no menos triunfador Carlo Ancelotti, se proclamó anoche, de forma espectacular, nuevo y flamante campeón copero.

El Nápoles derrotó a la laureada Juventus de Cristiano Ronaldo en la inmerecida tanda de penaltis (4-2 para los napolitanos, que no fallaron ninguno de sus cuatro primeros lanzamientos), ya que el conjunto del Sur de Italia había merecido llevarse la final por goleada en los 90 minutos reglamentarios (0-0) y si no lo hizo fue porque el veterano meta italiano Gianluigi Buffon, de 42 años, lo paró todo, no así en la tanda de penaltis donde el joven meta Alex Meret, de 23 años y sustituto del portero titular, David Ospina, de 31, detuvo el primer lanzamiento de Paulo Dybala, convirtiéndose en uno de los héroes de la final. "Todo esto me ocurre el día que me enfrentó a mi ídolo, Gianluigi Buffon, después de llevar cuatro meses sin ser titular", dijo Meret casi entre lágrimas.

No hay duda de que la final copera italiana, trofeo que aún falta en las pobladas vitrinas del CR7, es un nuevo fracaso del goleador portugués, que, tras el parón de la pandemia, lleva tres partidos seguidos sin marcar (Inter, Milan y Nápoles), lo que ha hecho que en Italia se hable ya de que “Ronaldo solo juega para el público, no sabe jugar sin espectadores”. Lo cierto es que CR7, que anoche quería regalarle la ‘coccarda’, como se conoce en Italia el trofeo de la Copa, a su hijo mayor, Cristiano Ronaldo Júnior, en su décimo cumpleaños, volvió a jugar un pésimo encuentro y, pese a que Dybala le regaló dos goles (especialmente uno, a los cinco minutos de juego), no pudo conquistar su título nº 30. Esta es la segunda final consecutiva que CR7 pierde en Italia, ya que, en diciembre del pasado año, perdió la Supercopa ante el Lazio.

Ni CR7, ni Dybala, ni Pjanic

Lo cierto es que el rival del Barça en la Champions (todo parece indicar que el encuentro de vuelta de los octavos se podrá jugar en el Camp Nou) dominó por completo el partido, especialmente en cuanto a control estratégico y ocasiones, teniendo hasta cinco clarísimas al margen de dos palos en la portería de Buffón, que llevaba camino de convertirse en el gran triunfador de la noche. Ni Dybala ni Miralem Pjanic, pretendido, dicen, por el Barça, pudieron controlar el juego del conjunto de Maurizio Sarri, que recibió toda una lección táctica de Gattuso, que, al final del partido, en la celebración intentó establecer, de nuevo, el diálogo entre su plantilla y De Laurentiis, que ha llevado a sus jugadores a los tribunales por cuestiones económicas.

La final italiana supuso, sin duda, un auténtico subidón de felicidad y adrenalina para todo Nápoles y para un conjunto que, en la Liga, se encuentra, nada más y nada menos, que a 24 puntos del líder, la Juve. Pese a todo, el equipo del Sur, que provocó la algarabia en su ciudad tras el triunfo, le dio una lección al poderoso del Norte, que solo pudo superar en la posesión a los napolitanos por una escasísima diferencia: 54% contra 46%. Las ocasiones, como ocurrió en la tanda de penalti, fueron mucho más claras para los campeones, pero Buffon, los palos y Alex Sandro y Elmas, bajo el larguero, evitaron el triunfo del Nápoles en el tiempo reglamentario.

Tanda impecable del Nápoles

La Juventus, que aspiraba a conquistar el triplete en esta irregular y extraña temporada, se ha quedado sin él, entre otras razones porque Meret detuvo, de forma extraordinaria, el primer penalti de Dybala y Danilo Luiz lanzó el segundo a las nubes. De poco les sirvió a los millonarios del Norte que Leonardo Bonucci y Aaron Ramsey marcaran los siguientes pues Lorenzo Insigne, Matteo Politano, Nikola Maksimovic y el polaco Arkadiusz Milik marcaron los cuatro y únicos lanzamiento de un Nápoles al que Gattuso ha devuelto la vida desde su llegada, en diciembre pasado, a la popular y divertida ciudad del Sur de Italia. Esta es la sexta Copa de Italia que ganan los napolitanos y los blanquinegros iban camino de su Copa nº 14.