1.- BARÇA (61 PUNTOS); 2.- MADRID (59)

El protocolo de Messi

Messi, en el duelo del Barça en Mallorca.

Messi, en el duelo del Barça en Mallorca. / periodico

Marcos López

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No está escrito en ningun sitio. Ni existe constancia de que exista ese documento que lo acredite. Pero el protocolo Messi lleva más de una década gobernando con autoridad indiscutible la Liga. En Mallorca, y con una nueva imagen, el astro no hizo, ni mucho menos, uno de sus 100 mejores partidos en tan increíble carrera. Quizá no estaría ni entre los 200.

En Mallorca regaló dos pases de gol y acabó marcando el 0-4 sin firmar una noche realmente 'messiánica'

Pero Leo regaló dos asistencias de gol. En la primera un cabezazo suyo dejó solo a Braithwaite y en la segunda, un ya tradicional, pero no por ello menos mágico pase a Jordi Alba. No tenía bastante el capitán del Barça, quien apareció en Mallorca con un aire rejuvenecido, quizá por el cambio de look, tras abandonar el astro su pelirroja barba.

No tenía bastante con dar dos goles (es el máximo asistente del campeonato, con 14) sino que también quería llegar a los 20 tantos, una cifra que no ha abandonado en su carrera desde la temporada 2008-09.

Pulso abierto

Y a Messi le quedan 10 jornadas para engordar esas espectaculares cifras ofensivas en la Liga, empeñado en mantener su hegemonía en los Pichichi. Lleva seis trofeos al máximo goleador el argentino, lo que le permitiría desempatar con Telmo Zarra.

En Mallorca, y mientras se reencontraba con el fútbol después de su más larga ausencia (tres meses sin jugar un partido), el diez se sintió realmente cómodo, obsesionado como está en guiar al Barça a la conquista de la doble corona: Liga y Champions. Y todo en un tiempo exprés. Dos meses como máximo para ventilar toda una temporada, con un entusiasmado y refrescado Messi.

Los demás, rotan; él, no. Antes de la pandemia había encadenado 10 partidos consecutivos jugando los 90 minutos. Tras el virus, y a pesar del cómodo 0-3 que  indicaba el marcador, Leo no quería perder el hábito de seguir marcando. Aunque fuera en el tiempo añadido y con la pierna derecha en otro gesto de que su ambició continúa estando intacta.

Con Setién, el capitán no entra en rotación alguna. Lo juega todo

Y más ahora que la Liga se libra en un combate sin tregua. El Barça goleó de inicio a fin. Y el Madrid, en su nueva casita de Valdebebas, liquidó su duelo con el Eibar (3-1), manteniéndose así los dos puntos de renta. No hay tiempo ni siquiera para mirar atrás.

El martes, el líder recibe en el Camp Nou al Leganés, hundido como el Mallorca en el sótano de la clasificación, rozando el descenso. El jueves, pisará Valdebebas el Valencia, con opciones de aspirar a la Champions. Y al fondo de la semana (viernes), un Sevilla-Barça, el partido que delimitará el verdadero potencial del líder tras la pandemia. Aunque con el ‘protocolo Leo’ todo es más sencillo.

Arturo Vidal, el ‘nueve’ invisible que irradia eficacia

Cuando Frenkie de Jong robó un balón en las inmediaciones del área del Mallorca y giró sobre si mismo, Arturo Vidal se olvidó entonces de lo que sucedía. Enfiló con velocidad el carril central del ataque del Barça, levantando su mano derecha, para que Jordi Alba, uno de sus mejores amigos en la plantilla, detectara su violenta y, a la vez, precisa irrupción en el área balear. El chileno cabeceó con furia firmando el 0-1 cuando apenas se llevaban 65 segundos de partido.

Una prueba más de la contundencia y eficacia que irradia Arturo Vidal, capaz de ser titular con Guardiola en el Bayern, Allegri en la Juve y permitir que Valverde y Setién coincidan también en su elección para el once del Barça. En 45 minutos, un gol, una tarjeta amarilla y fue sustituido. Pero dejó su huella.

Braithwaite, un gol del nuevo socio de Leo

Antes del coronavirus, Martin Braithwaite fue titular contra la Real Sociedad formando el trío de ataque junto a Messi y Griezmann. El mismo diseño organizado por Setién para el primer partido tras la pandemia. Es ya el cuarto delantero del Barça, una vez ya recuperado Suárez de su grave lesión en la rodilla derecha. 

El danés arranca siempre desde el flanco izquierdo, pero se viene hacia el centro para darle líneas de pases a Messi y liberar, al  mismo tiempo, el carril que usa el punzante Jordi Alba. Así logró el exjugador del Leganés, por ejemplo, el 0-2 tras asistencia de Leo. Y ahí, justo en el eje central del ataque tuvo otra gran ocasión desbaratada por una genial intervención del meta Manolo Reina. Los desmarques en profundidad de Braithwaite refrescan y dinamizan el ataque.

Suárez, una media hora "espectacular"

Estaba feliz Setién por el rendimiento que le dejó Luis Suárez en Mallorca. Era la primera vez que técnico y delantero coincidían en partido oficial. "Estuvo a un nivel espectacular", admitió después el entrenador azulgrana, feliz de recuperar a una pieza esencial del equipo.

No contaba con Suárez ya que había pasado por el quirófano cuando él suplió a Valverde el pasado mes de enero. Pero el uruguayo llega a tiempo de ayudar en las dos competiciones (Liga y Champions) que restan.

Poco más de media hora estuvo en el campo tras sustituir a Griezmann. Pero le dio tiempo al nueve a firmar dos disparos a puerta, además de completar 12 pases con acierto de los 14 que realizó. Y regaló una asistencia a Messi,  un clásico. Como si el tiempo no hubiera pasado.

Araujo, un "correcto" estreno

Estaba Lenglet sancionado. Y Umtiti, que debía ser el titular, pendiente de unos problemas físicos, que hicieron a Setién apostar por un joven central uruguayo, de 21 años. Tras su debut ante el Sevilla, en el que apenas jugó 14 minutos porque fue expulsado, Ronald Araujo, el defensa del Barça B, formó el eje de la zaga con Piqué, a quien le tocó asumir el rol de tutor.

"Le hemos comprometido muchísimo poniéndole en la izquierda", admitió Setién, consciente de que por esa zona la picardía del japonés Take Kubo era todo un peligro. "Ronald ha hecho un partido soberbio, ha hecho lo correcto siempre. No ha pretendido más de lo que debía hacer. Y en todas las acciones defensivas que participó las resolvió bien. Puede estar orgulloso del partido que hizo", sentenció el técnico.

Ni un solo disparo de Griezmann

Se marchó Griezmann de Mallorca sin haber completado la hora de partido. Ya ha dejado de ser noticia que sustituyan al astro francés. Ocurrió ante la Real, se repitió también el sábado. No hay manera de que esté los 90 minutos. Y eso que apareció inicialmente como delantero centro, escoltado por Messi en la derecha y Braithwaite en la izquierda.

Pero Griezmann no tuvo peso alguno en el partido, al punto de que no realizó ni un solo disparo. Se fue sin generar peligro, mientras sus socios iban marcando goles. Primero, el danés; luego, el argentino. El francés estuvo generoso en el esfuerzo defensivo (recuperó cuatro balones), pero en ataque no influyó. Y se quedó, de nuevo, Griezmann seco, que solo ha marcado un gol, el de Nápoles, en los cinco últimos partidos.

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