En Directo

EL CLÁSICO

El Barça se deja el liderato en un Clásico venido a menos

El equipo azulgrana, aseado pero irregular, se desplomó tras encajar el gol de Vinicius en plena desconexión

Valverde y Jordi Alba pugnan por un balón en el clásico.

Valverde y Jordi Alba pugnan por un balón en el clásico. / periodico

Rafael Tapounet

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En un Clásico extraño y con más emoción que verdadera grandeza futbolística, el Barça se dejó el liderato en el Santiago Bernabéu, víctima de sus desconexiones y de su falta de espíritu para intentar darle la vuelta al partido cuando la cosa se puso adversa. Nada que no se hubiera visto ya en anteriores partidos del equipo azulgrana fuera de casa. El 2-0 final retrata más las carencias de los de Setién, tan aseados como discontinuos, que la excelencia del Real Madrid, que no necesitó hacer grandes cosas para llevarse los tres puntos y coger oxígeno tras un par de semanas bajo mínimos

El Clásico del Bernabéu nos recordó, de alguna manera, al final del relato de Joseph Conrad ‘El duelo’, que Ridley Scott llevó (modélicamente) al cine con el título de ‘Los duelistas’ y que narra la historia de dos oficiales del ejército napoleónico que se baten una y otra vez a lo largo de los años por una antigua querella de honor que ya nadie recuerda con demasiada precisión. Cuando les llega el momento del último lance, la edad y los achaques (uno arrastra una herida de guerra, el otro padece lumbago) los lleva a desechar la espada y a elegir la pistola, una modalidad de duelo menos exigente pero también mucho menos vistosa. El Madrid y el Barcelona están en ese punto: condenados a enfrentarse pero demasiado frágiles como para fiar la victoria al estilo y la agilidad. Así que tiraron de pistola. Y en ese trance, quién lo iba a decir, acabó decidiendo la contienda un futbolista que había llegado al partido con la reputación de tener menos puntería que un topo con párkinson: Vinicius Jr. El Barça, con el arma encasquillada y una herida abierta, ya no supo reaccionar.  

Un once de compromiso

Enfrentado a la disyuntiva de elegir entre el hambre y la experiencia a la hora de componer la alineación, Setién optó por una solución de compromiso. Dio entrada en el once a Arthur en detrimento de Rakitic y antepuso el colmillo veterano de Arturo Vidal al descaro juvenil de Ansu Fati y a la novedad de Braithwaite. Las noticias más llamativas estaban en la defensa, donde un Jordi Alba acabado de salir de la enfermería (y aún algo renqueante) recuperó su puesto en el carril del 3 y donde Umtiti volvió a pasar por delante de Lenglet para acompañar a Piqué. 

Empezó el Barça como acostumbra en sus últimas salidas, bajándole las pulsaciones al partido con su rutina de pases narcóticos, pese a que el Madrid invitaba con su presión a las transiciones rápidas. Más vivos y mejor plantados en el campo, los blancos llegaban con bastante más asiduidad al área rival, aunque una vez allí tomaban siempre malas decisiones. Frustrada por la ofuscación de sus delanteros (y del aceleradísimo Vinicius en particular), la hinchada local decidió tomarla con Mateu Lahoz, cuya pintoresca manera de arbitrar generabas más excitación en la grada que el juego en sí.

Primer parte azulgrana

La primera ocasión azulgrana de verdadero peligro no llegó hasta el minuto 21, cuando Griezmann, situado en el punto de penalti, remató alto tras un buen servicio de Alba. A partir de ahí, el equipo de Setién empezó a domar el encuentro, alternando las salidas en combinación con despliegues más vertiginosos. En uno de estos, Griezmann encontró a Arthur, que le ganó la carrera a Kroos y trató de cruzar la pelota ante la tímida salida de Courtois, pero el belga le adivinó la intención y desvió a córner. Volvió a agigantarse el meta blanco poco después, cuando Busquets habilitó a Messi con un pase descomunal y Courtois atajó el disparo del rosarino.

Acabó el Barça la primera mitad con buenas sensaciones y decidió salir a por el partido tras la reanudación, adelantando unos metros las líneas y aplicándose en la presión. Pero se llevó un susto cuando en el minuto 55, a la salida de un córner, Isco conectó un chut a la escuadra que obligó a volar a Ter Stegen. Se encogió el Barcelona y creció el Madrid a partir de esa ocasión, y el partido, tras unos minutos de  claro dominio del equipo blanco (que acarició el gol en sendos remates de Isco y Benzema), entró en una de esas fases de azar y caos en las que cualquier cosa puede suceder.

Desenlace fatídico

Y lo que sucedió fue que en el minuto 70 Vinicius le ganó la espalda a Braithwaite, que acababa de saltar al césped, y aprovechó un lúcido envío de Kroos para batir a Ter Stegen con la colaboración involuntaria de Piqué. El tanto dejó grogui al Barça, que ya no encontró la manera de replicar y que aún acabó tomando un segundo gol en el último minuto, rubricado por Mariano tras un saque de banda horriblemente defendido por Umtiti.

“La fuerza no es sino una casualidad nacida de la debilidad de los otros”, escribió Joseph Conrad. En el Clásico de las carencias, el Madrid de Zidane lo entendió mejor que el Barça de Setién.

Real Madrid, 2 - Barcelona, 0

Real Madrid: Courtois (9); Carvajal (8), Varane (8), Ramos (6), Marcelo (6); Valverde (7), Casemiro (6), Kroos (5); Isco (6), Benzema (6), Vinicius (8).  Técnico: Zidane (7).  Cambios: Modric (7) por Isco (m. 78); Lucas Vázquez (6) por Valverde (m. 82); Mariano (8) por Benzema (m. 90). 

FC Barcelona: Ter Stegen (7); Semedo (7), Piqué (5), Umtiti (5), Jordi Alba (6); Arthur (6), Busquets (7), De Jong (6); Messi (5), Griezmann (7), Vidal (5).  Técnico: Setién (5).  Cambios: Braithwaite (5) por Vidal (m. 69); Rakitic (sc) por Arthur (m. 80); Ansu Fati (sc) por Griezmann (m. 80). 

Goles:  

1-0 (m. 70) Vinicius le gana la espalda a Braithwaite y su remate, desviado por Piqué, va a la red. 

2-0 (m. 92) Mariano le gana la carrera a Umtiti tras un saque de banda y bate a Ter Stegen. 

Árbitro: Mateu Lahoz (7), valenciano. Tarjetas: Vinicius (m. 10), Jordi Alba (m. 18), Carvajal (m. 18), Messi (m. 85). 

Estadio: Santiago Bernabéu. Espectadores: 78.357.