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Dembélé abandona el entrenamiento por una fatiga muscular

Ousmane Dembélé regresa a la ttularidad ante la baja de Luis Suárez

Ousmane Dembélé regresa a la ttularidad ante la baja de Luis Suárez / periodico

Marcos López

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Estaba Quique Setién esperándolo como si fuera el Mesías. Estaba y está. Pero, de momento, debe continuar aguardando la reaparición de Ousmane Dembélé, "el fichaje extraordinario", según explicó el propio entrenador azulgrana. El fichaje de invierno que no llega porque cuando enfilaba los últimos días de la recuperación de la grave lesión muscular que sufrió ante el Dortmund recibió una mala noticia. El francés tuvo que abandonar "con molestias en el muslo derecho", como explicó el club azulgrana en un escueto comunicado médico, el entrenamiento, dejando así todavía más en el aire la fecha de su regreso.

Estaba el francés en el tramo final, pero esa recaída complica aún más el panorama para Setién, que solo tiene a dos delanteros del primer equipo: Messi y Griezmann

Dembélé ya había completado la semana pasada cuatro sesiones de trabajo con el grupo. Tenía buena pinta su recuperación, al punto de que Setién estaba feliz porque podría, al fin, disponer de un delantero de nivel para darle descanso a Ansu Fati, el niño que no para de batir récords, y dosificar, además, a Griezmann, a quien ha sustituido en los dos últimos partidos (Leganés y Levante), y no tener que exprimir más a Messi.

Pero este lunes el francés levantó la mano, miró a los médicos y dejó el campo de entrenamiento de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí, mientras un halo de enorme preocupación invadía el despacho del nuevo entrenador, teniendo en cuenta la precariedad con la que trabaja. El domingo, sin ir más lejos, Setién solo tenía a 14 jugadores del primer equipo disponibles.

Semana dura

Y encima el calendario se endurece con la visita el jueves al nuevo San Mamés para jugar, y a partido único, los cuartos de final de la Copa del Rey contra el Athletic. El domingo, además, le toca volver al técnico azulgrana a Sevilla para enfrentarse al Betis, donde dejó  tantos admiradores como críticos con su método de trabajo. No tiene, por lo tanto, margen alguno de error en este doble duelo.

Dembélé suponía una inyección de descaro y desequilibrio para un ataque que se recita de memoria desde que se lesionó Suárez porque no ha llegado el nueve que pedía (y necesitaba) Setién.  Existe, además, tal sensibilidad con los frágiles y dañados músculos que atormentan al francés que el club quiso informar de lo que le había pasado.

En la décima semana

Esas "molestias" dejan a Setién , con menos recursos, además de una fuente de esperanza. «Se va a salir, seguro», dijo esta pasada semana el técnico. "Es nuestro fichaje, es un aliciente enorme", apuntó también. Pero, de momento, el entrenador tendrá que esperar a tener al francés en sus manos. ¿Cuánto tiempo? No se sabe aún. Las molestias, como recordó el Barça, "son consecuencia de la fatiga muscular y el jugador seguirá con su trabajo de recuperación". Quizá sea consecuencia lógica de tan largo período de inactividad.

Para preparar el choque de Copa en San Mamés, el técnico llamó a 10 jugadores del Barça B y cuatro jóvenes del Juvenil A

Se lesionó el pasado 27 de noviembre en el Camp Nou en el choque contra el Dortmund. Y entonces los médicos fijaron que estaría 10 semanas de baja. Coincidía ese período, precisamente, con esta semana, cuando Dembélé estaba ya en el tramo final.

Al resentirse de esa lesión muscular, el Barça vuelve a preparar un partido decisivo, ser o no ser en la Copa, con solo tres delanteros, obligado a mirar, de nuevo, al filial para completar la convocatoria.

Este lunes Setién citó a 10 jugadores del Barça B en el entrenamiento: Iñaki Peña, Sergi Puig, Mingueza, Cuenca, Monchu, Matheus, Riqui Puig, Collado, Rey Manaj y Ansu Fati, aunque este tiene estatus de primer equipo.

Incluso llamó el técnico a cuatro jóvenes del Juvenil A azulgrana: Mika, Antonio Jesús, Konrad y Nils. El objetivo es recuperar con garantías a Dembélé, al menos para el retorno a la Champions el próximo 25 de febrero en Nápoles