CONTRACRÓNICA COPERA
Nunca más otro Boateng
El Barça renuncia a fichar un nueve' al quedarse sin Rodrigo ni una alternativa válida, pero el equipo no lo acusa
Joan Domènech
Periodista
Periodista. Título de Entrenador de fútbol nivel A. Deportista vocacional. Tras retirarme como futbolista, empecé a trabajar en Mundo Deportivo (12 años, 1988-2000). He asistido a cuatro Mundiales y cuatro Eurocopas. Coautor de varios libros. Miembro del colectivo ‘Periodistes Solidaris’ y 'Amics de Johan'.
Joan Domènech
En una versión futbolística del mejor solo que mal acompañado, el Barça prefiere no fichar un nueve a fichar uno como Kevin-Prince Boateng. Y no por el pobre futbolista germano-ghanés, que debió echarle buena voluntad a la inimaginable experiencia de acabar vistiendo de azulgrana, sino por el rendimiento que ofreció. Nulo.
La pésima experiencia de la temporada pasada, tan fresca aún en el recuerdo -Boateng llegó el 28 de enero del 2019, debutó al día siguiente en la Copa y solo jugó 4 partidos de 29 posibles, así de inútil fue ese refuerzo--, ha impulsado al Barça a guardarse el talonario en el bolsillo y abandonar el mercado. <strong>Por mucha necesidad que tenga de comprar un delantero centro.</strong>
Mucho mayor que hace un año. Entonces no estaba lesionado Luis Suárez. Ahora el uruguayo yace en una camilla y tardará cuatro meses en volver al césped. En realidad, Boateng no vino a sustituir a Suárez, sino a Munir, que era el ariete suplente y emigraba al Sevilla.
Precio prohibitivo
El Barça se ha ido del mercado de invierno antes de que cierre sus puertas. Y con las manos en los bolsillos, sin haber adquirido nada. Con la bolsa vacía. Sus agentes comerciales han echado un vistazo y no han encontrado ningún producto que les gustara. Se habían fijado en <strong>Rodrigo Moreno en la tienda del Valencia, pero a un precio prohibitivo,</strong> más que unos carabineros frescos por Navidad, y no les alcanzaba el dinero para comprarlo. Ni les gustó el tono del vendedor, inflexible a negociar una rebaja o unos cómodos plazos.
Tampoco detectaron ningún futbolista de nivel similar a los que tiene y que puedan ejercer algo de competencia a los delanteros que ya tiene en nómina. Ni mucho menos ha hallado una ganga.
El gran objetivo, acaso el único vista la decisión azulgrana, era Rodrigo. La negociación derivó en ruptura por las altas exigencias del club levantino, inasumibles para el barcelonista, en cuanto a precio (cerca de 60 millones de euros) y la obligación de ejercer la compra después de la cesión.
Setién probó con Griezmann en el centro y acabó ensayando con De Jong como extremo derecho
Fue Rodrigo o nadie, a ojos del Barça. Después de renunciar al valencianista y de echar un último vistazo al mercado. Setién empezó a buscar en casa lo que no ha visto fuera. Empleó a Messi de falso delantero centro en los dos partidos anteriores y ante el Leganés probó con Antoine Griezmann. "Estoy acostumbrado a jugar dentro, lo hacía con el Atlético y con la selección francesa, pero me da igual jugar ahí o en la izquierda, lo que quiero es jugar y aportar al equipo", recordó. El gol a los tres minutos del francés pareció solucionar el problema. Pero no.
Setién, en precario
A falta de día y medio para que expirara el periodo de ventas, pues, el Barça se despidió de agentes y representantes, dejando el zoco sin uno de sus principales animadores para el tráficos de nueves de aquí para allá. El Barça rezará ahora para que el porvenir no le maltrate. Se queda en precario Setién, con los efectivos mínimos para atender las tres competiciones que afronta. Tan precario que acabó experimentando con De Jong como extremo derecho.
Tiene. el técnico santanderino, en el mejor de los casos -sin sufrir lesiones, toquen, toquemos, madera- solo tres delanteros disponibles: Messi, Ansu Fati y Griezmann. Los tres titulares ante el Leganés. No pudo reservar a ninguno, aunque en el banquillo contaba con el joven Álex Collado, un recambio para alguna fatal eventualidad.
"Estoy muy contento con los jugadores que tengo. En unas semanas vamos a recuperar a Dembélé, que se va a salir, seguro". El pronóstico de Quique setién
Con solo tres delanteros no habrá rotaciones ni descansos. Messi no podrá ser reservado -completó los 90 minutos con la eliminatoria resuelta-, Griezmann será titular por decreto y a Ansu Fati, con problemas de crecimiento, deberán atiborrarle de vitaminas para que aguante. Hasta dentro de tres semanas no reaparecerá Ousmane Dembélé, cuya durabilidad es la de un vaso de plástico. Aunque Setién está convencido de que será una roca.
"Estoy muy contento con los jugadores que tengo. En unas semanas vamos a recuperar a Dembélé, que se va a salir, seguro", pronosticó el técnico.
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