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OCTAVOS DE COPA. BARÇA-LEGANÉS (5-0)

Barça-Leganés (5-0): Una manita balsámica

El Barça de Setién recupera la sonrisa con la vuelta al 4-3-3 y una goleada ante el Leganés para pasar a cuartos de la Copa del Rey

Antoine Griezmann celebrando el primer tanto del partido

Antoine Griezmann celebrando el primer tanto del partido / periodico

Rafael Tapounet / Barcelona

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Si de lo que se trataba era de “limpiar las malas sensaciones del otro día”, tal como admitió antes del partido el segundo entrenador azulgrana, Eder Sarabia, hay que decir que el equipo de Quique Setién salió airoso de la prueba, aunque para ello el técnico cántabro tuviera que negociar con algunas de sus convicciones. Menos dogmático que en los tres encuentros precedentes, el Barça supo encontrar esta vez un mayor equilibrio entre el control y la fiebre para imponerse con la claridad de una manita (5-0) a un Leganés que está en otras guerras y ganar así, de paso, unos días de tranquilidad para ir asentando el nuevo proyecto.

Setién dispuso de salida un once con casi todos los supuestamente titulares disponibles (con Semedo en el lateral derecho y Arturo Vidal de interior como únicas, y relativas, concesiones), aunque no quedó claro si lo hizo para evitarse un susto como el de Eivissa o condicionado por la inexplicable política de contrataciones del club en este mercado invernal, que no solo ha dejado al técnico sin alternativas para la delantera en el primer equipo, sino que, con la marcha de jugadores como Abel Ruiz y Marqués, también le ha privado de la posibilidad de recurrir al filial.

Regreso al 4-3-3

La noticia más llamativa no estuvo, pues, en la alineación, sino en el dibujo. Setién renunció al sistema de defensa de tres que hizo aguas ante el Valencia y volvió al clásico 4-3-3. De manera algo paradójica, el cambio sirvió para afilar en buena medida el juego ofensivo del Barça pero no para blindar el área de Ter Stegen, a la que el Leganés llegaba una y otra vez con excesiva facilidad (una tendencia que se inauguró ya a los 30 segundos con un disparo de Braithwaite que salió rozando el poste).

En la columna de las cosas positivas, tal vez lo más destacado en el amanecer del partido fue la reacción de Ansu Fati tras la infausta tarde de Mestalla. Mucho más cómodo en el papel de extremo abierto que en el de carrilero al que lo obligaba el anterior dibujo, el joven canterano recuperó la alegría y el descaro de sus primeros días con los mayores y se dedicó a animar el frente de ataque desde la banda izquierda, buscando desmarques y retando siempre a Rosales.   

El primer gol, sin embargo, llegó por el flanco derecho, después de que una buena conexión entre Messi y Semedo (buen partido el del portugués) acabara con un balón servido a Griezmann dentro del área para que el goleador de la Copa batiera a Cuéllar en un remate sutil.

Más sensación de control

Mantuvo la verticalidad el equipo local después del tanto y ello se tradujo en un civilizado intercambio de golpes del que volvió a salir ganador el Barça, que encontró el segundo gol en un córner botado por Messi y rematado por un Lenglet que defendió con solvencia el puesto en el equipo que Umtiti parecía haberle arrebatado con la llegada de Setién.

Acaso descontento con la cantidad de ocasiones concedidas al rival, el técnico barcelonista ordenó a sus futbolistas que tras la reanudación se reunieran en torno al balón igual que los niños perdidos de ‘Peter Pan’ se arremolinaban en torno a Wendy. Y ello dio como resultado una mayor sensación de control pero también un fútbol algo más plano y reflexivo, animado, eso sí, por chispazos fulgurantes como el pase en profundidad que De Jong brindó en el minuto 59 a Messi para que este anotara el tercero, la jugada que en el 77 culminó en el gol de Arthur tras dos remates frustrados de Ansu y Messi y el quinto y definitivo tanto, obra del rosarino con asistencia de Rakitic.

La primera goleada de la era Setién llegó así en pleno debate sobre la falta de un ‘nueve’. El Barça pasa cómodamente a los cuartos de final de la Copa y ya ve cómo sus constantes vitales se van estabilizando tras el traumático relevo en el banquillo. La recuperación se adivina aún larga y trabajosa, pero empieza a haber motivos para creer. 

FICHA DEL PARTIDO

FC BARCELONA 5 LEGANÉS 0