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PRIMERA DERROTA DE SETIÉN

Del susto al disgusto (2-0)

El Barça empeora en el tercer partido de Setién tras pasarse una hora sin mirar a portería

Primera derrota del Barça desde que llegó Setién al banquillo.

Primera derrota del Barça desde que llegó Setién al banquillo. / periodico

Joan Domènech

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Del “susto gordo” ante un Segunda B como el Ibiza al disgusto de sucumbir ante un igual y perder en Valencia por primera vez desde el 2007. Y el liderato que dejó encima de la mesa Ernesto Valverde puede volar a manos de Zinedine Zidane si el Real Madrid gana en Valladolid.

Una semana, tres partidos y la reacción que pretendía provocar Josep Maria Bartomeu con el despido de Valverde en el Barça no se ve por ningún lado en cuanto a resultados, que han ido de mal en peor. Ni tampoco el juego sirve de momentáneo consuelo mientras los jugadores acaban de aprender todas las instrucciones y todos “los detalles” que quiere introducir Quique Setién.

Deben ser muchos. Demasiados, porque da la sensación de que los futbolistas andan colapsados, más pendientes de aplicar en el campo lo que han escuchado de su entrenador, tal que fuera la receta milagrosa para salir del letargo y volver a los bellos tiempos en los que el fútbol fluía. ¿Cuándo fue eso?

Ganar o perder duelos

Del notable bajo con el Granada se bajó al suficiente pelado de Eivissa, y de ahí al suspenso en Valencia, donde el Barça reprodujo los problemas defensivos de toda la temporada, y ante los que no hay otro antídoto de que los futbolistas ganen los duelos individuales. Piqué y Umtiti, que por alguna extraña razón ha arrebatado la titularidad a Lenglet, salieron perdiendo en los choques cuerpo a cuerpo y a través de dos rápidos ataques, el Valencia construyó los dos goles. Pudieron ser más.

En el santuario de ídolos declarados por Setién estaban Messi y Busquets. A partir de ahora, y tras conocerle de cerca, puede añadir a Ter Stegen. Será su particular tridente mientas no le fichen un delantero. A aquellos les disfrutó desde la distancia; al portero puede empezar a venerarlo desde la proximidad. Por haber evitado un sonrojo más gordo. Ter Stegen paró todos los balones excepto el que desvió Alba con la cadera. Maxi Gómez le pilló luego a contrapié.

Pasársela porque sí

Se suponía que el regreso de Frenkie de Jong y Arthur Melo iba a perfeccionar el juego después del estreno con Rakitic y Vidal en el primer encuentro, y que su técnica aceitaría el engranaje de pases por el que se embellece la posesión, dando por sentado que el Barça tendrá esa posesión desde el minuto uno, por imperativo legal de su entrenador. Era el centro del campo que barruntaba Valverde desde principio de temporada y al que le falló el pubis de Arthur con su larga ausencia.

Sin embargo, con los mismos futbolistas se puede jugar de forma muy distinta. Según lo pida el entrenador. Y este Barça juega de forma muy diferente ahora. Parece que la finalidad de Setién es la posesión en sí misma, y que la ocasión de gol llegará por añadidura. El Barça jugó a pasársela como si quiera enseñar en Mestalla que será bonito de ver. Enseñó que es inofensivo.

Cero en intencionalidad

Sin mirar a la portería es casi imposible marcar goles a no ser que una circunstancia facilite la oportunidad. Al Valencia, muy lejos de Ter Stegen, se le presentaron por los errores defensivos azulgranas; al Barça, sin pisar el área, le llegaron por las faltas que ejecutó Messi. El Barça no miró la portería hasta que no miró el marcador y vio que perdía. La absoluta falta de intencionalidad se evidenció tras el descanso: Ansu Fati conectó el primer remate del Barça en jugada, y Messi lo intentó tres veces en los siguientes diez minutos.

A diferencia de lo que empieza a operar Setién en el Barça, Celades apenas ha intervenido en la obra que legó de Marcelino cuando le sustituyó. Sigue fiel al 4-4-2 con el que llegaron los mejores éxitos recientes del Valencia.

Los cuatro en línea

Frente a los cuatro centrocampistas blancos se alinearon los cuatro verdes del Barça. Todos en línea. En el mismo plano, al mismo nivel. Es imposible avanzar y tener profundidad si no hay movimientos verticales, desmarques de ruptura. Los tres delanteros, además, estaban por delante de la zaga valencianista, que nunca vio amenazada la espalda. El peligro, es un decir, estaba delante. Y delante había una sucesión de pases propio de una escuela de fútbol.

Hasta que no salió Arturo Vidal, que nunca ha pasado por una academia, no se vio otro Barça, seguramente forzado, también, por el resultado. El chileno tira de instinto en sus movimientos y consiguió crear desequilibrios con sus impredecibles movimientos en los aledaños del área. Abrió espacios y por ahí penetró Messi, que se cansó de disparar al cuerpo de Jaume Domènech.

El Valencia sin Parejo perdió algo más que al capitán. Perdió al lanzador del balón parado (Maxi Gómez tuvo que ejecutar el penalti, nada refinado porque soltó un zambombazo que Ter Stegen pudo desviar) y al mayor generador de ideas. Pero no se notó. Coquelin y Kondogbia, en el centro, se limitaron a defender la parcela frontal, así pintaba un partido sin balón. La ausencia de tipos afilados como Cheryshev y el portugués Guedes es menor: ahora serían posibles recambios de los canteranos locales Torres y Soler, de irreprochable rendimiento.

Valencia, 2 - Barcelona, 0

Valencia: Jaume Domènech (7); Wass (7), Garay (6), Paulista (6), Gayá (5); Ferran (6), Coquelin (6), Kondogbia (6), Carles Soler (6); Gameiro (6), Maxi Gómez (8).

Técnico: Albert Celades (7). Cambios: Rodrigo (5) por Gameiro (m. 59); Jaume Costa (s. c.) por Maxi Gómez (m. 80); Sobrino (s. c.) por C. Soler (m. 90).

Barcelona: Ter Stegen (9); Sergi Roberto (6), Piqué (4), Umtiti (4); De Jong (4), Busquets (6), Arthur (5), Alba (5); Ansu Fati (6), Messi (8), Griezmann (4).

Técnico: Quique Setién (4). Cambios: Vidal (6) por Arthur (m. 55); Rakitic (s. c.) por De Jong (m. 85); Collado (s. c.) por Ansu Fati (m. 85).

Goles: 1-0 (m. 47), Maxi López chuta a media altura y Alba desvía el balón con la cadera. 2-0 (m. 77), Maxi Gómez chuta cruzado y pilla a contrapié a Ter Stegen.

Árbitro: Gil Manzano (4), extremeño. Tarjetas: Piqué (m. 9), Umtiti (m. 43), Busquets (m. 52), Coquelin (m. 57).

Estadio: Mestalla. Espectadores: 45.882.