LAS REACCIONES DEL BARÇA

Griezmann amortiza su fichaje

El delantero francés evita con sus dos goles al Ibiza el sofoco del Barça y de Setién ante un rival de Segunda B como sucedió otras veces

Griezmann bate al portero Germán en el último instante para salvar la eliminatoria del Barça en Eivissa.

Griezmann bate al portero Germán en el último instante para salvar la eliminatoria del Barça en Eivissa. / periodico

Joan Domènech

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Estoy aquí para ayudar", dijo Antoine Griezmann. No. Está para decidir. Le corresponde por categoría futbolistica y por precio. También por responsabilidad. Ayudó decidiendo Griezmann, que apareció cuando más se le necesitaba, en el último suspiro de partido. Después de que el equipo le hubiera estado esperando un buen rato.

"No hicimos un tiro en toda la primera parte, ellos entraron mejor al partido que nosotros", reconoció Grizmann, la punta de lanza de un Barça que acababa con Carles Pérez y Ansu Fati, dos acompañantes del filial. El internacional francés achacó la inexpresividad del equipo a la falta de adaptación de los jugadores a los planes de Quique Setién. "Nos tenemos que acostumbrar a la fórmula de los tres centrales", comentó, como si el dispositivo defensivo le condicionara, "coger confianza y crear espacios en ataque", añadió. Justo lo que hizo.

Dos desmarques, dos goles

Primero le dibujó un desmarque vertical en el eje del área ribval que Frenkie de Jong, operando de mediocentro en su estreno con Setién (el domingo estaba sancionado), adivinó, filtrandole un pase que le colocó ante el portero. Luego, Grizi le marcó el camino a Jordi Alba, que también superó la defensa. El reloj había traspasado el minuto 94, de los 6 que había añadido el árbitro.

"No ha sido nada fácil, pero ya sabíamos que sería un partido complicado. Hemos tenido la posesión, pero en la segunda mitad hemos generado espacios", analizó Setien, coincidiendo con su pupilo.

Griezmann alivió al Barça, evitándole el sofoco -al club y al entrenador- de caer ante un rival de Segunda B. Una situación que ya se había dado en tres de las cuatro temporadas anteriores en las que la federación decidió que se jugara a partido único. Pasó en Figueres (01-02 con Carles Rexach de entrenador), en Novelda (02-03, Louis van Gaal) y Gramenet (04-05, Frank Rijkaard).