LA HUELLA 'SETIENISTA' EN LOS BANQUILLOS

Quique Setién, el devoto llega a la casa del creador

Setién mordiéndose las uñas en un partido durante su época en el Poli Ejido.

Setién mordiéndose las uñas en un partido durante su época en el Poli Ejido. / periodico

Marcos López

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Llegó a Barcelona el lunes por la noche, aún de manera furtiva, y se extendió una ola de alegría por diversos rincones de España. De Cantabria, donde andaba paseando junto a las vacas de su pueblo, hasta Canarias pasando por esa Galicia donde se sintió un lucense más y Andalucía, donde vivió el abrupto despido en el Poli Ejido o los alegres días de beticismo que no terminaron como él creía.

Llegó Quique Setién a Barcelona y a Sietes, exlateral zurdo de Oviedo, Valencia y Racing, entre otros clubs, se le dispararon los recuerdos de aquella inolvidable temporada en que convirtieron El Sardinero en un estadio de esperanza. Ahora Sietes trabaja como ojeador para el Mallorca, donde no ha tenido ni tiempo de cruzar apenas palabra sobre Setién con Salva Sevilla, aquel joven que estaba en la regional preferente jugando con el filial del Poli. Lo subió Quique al primer equipo, le puso en una eliminatoria copera con el Lanzarote entonces de Mendílibar (4-2 perdieron los almerienses). Pero los dos goles llevaron la firma de Salva Sevilla.

Años de paro y espera

Ahí, Setién conoció su primer despido, tras perder con el Málaga B (1-2), abrazando una carrera en la que alternaba el paro con la llamada de viejos amigos, como Tato Abadía, a quien desde su tienda de quesos en Logroño, se le escucha una voz radiante. Una voz llena de alegría y entusiasmo cuando revive aquellos días en Las Gaunas.

"A todo el mundo le decía que era imposible ir al Barça. Sorpresa. He cogido el vuelo de mis sueños" (Setién)

Primero, de compañeros. Luego, Tato ejerciendo de director deportivo para fichar a Quique como entrenador. Días cómplices de largas charlas de fútbol. Y no siempre coincidiendo. Pero antes se pasó casi cuatro años sin sentarse en un banquillo, excepto una exótica aventura en Guinea Ecuatorial, donde dirigió a la selección apenas un encuentro en el 2006.

Perdió contra Camerún (3-0). Había ido a firmar un acuerdo de colaboración a través del Logroñés. Duró un partido porque lo que vio en la federación no le gustó nada. Hasta que le llamó Tato Abadía, pero en Logroño fue despedido en la jornada 20 estando, precisamente, a 20 puntos del Ponferradina y Huesca, los líderes de la Segunda B. De nuevo, regreso al paro. Una larga temporada de interminable espera.

La felicidad de Lugo

 Fue cuando en Lugo pensaron en él sin saber que estaban diseñando el matrimonio más largo y más exitoso de Quique Setién. Seis años. Tiempo para disfrutar en Galicia del fútbol atractivo y de un maravilloso ascenso a Segunda A. Ahí, su carrera adquiere otra dimensión.

"No tengo un currículum extenso, no tengo títulos. Solo he demostrado desde hace muchísimos años que esta filosofía me encanta y que mis equipos juegan bien a fútbol" (Setién)

Con 57 años, ya en Las Palmas, debuta finalmente en un banquillo de Primera, donde coincide con Manolo Márquez, técnico del filial canario, a quien el teléfono no deja de sonar desde el pasado lunes. Se convierte en mediático con su aparición en el Betis después de importar la idea de Cruyff por campos de Segunda B antes de pisar mañana el templo divino. Llega el devoto a la casa del creador.

1.- RACING DE SANTANDER (2001-02)

'SIETES', EXFUTBOLISTA

"Nos cogió cuando íbamos por el fondo de la clasificación. Penúltimos o cerca, vamos. Con apenas siete puntos. Y llega él y nos asciende a Primera. ¿Cómo lo hizo? Nos cambió totalmente la mentalidad de jugar a fútbol que teníamos en Santander. Fue un revolucionario. ¿Por qué? Éramos un equipo aguerrido, como siempre había sido el Racing, de pelear mucho, luchar, sufrir… Y, de repente, pasamos a jugar a fútbol. Hizo que muchos jugadores que ni sabíamos que teníamos esa calidad dentro la pudiéramos sacar. Quería salir con el balón controlado desde atrás, nos daba confianza para que lo intentáramos siempre. Nos hizo crecer mucho. En Segunda es difícil, y más en aquella época. Era todo más trabado, donde lo físico se imponía. Nos vino fenomenal, todos crecimos mucho con él. Incluso lamentamos que al año siguiente no siguiera con nosotros. Decidió irse de secretario técnico y puso a Manolo Preciado en el banquillo.

"Fue un visionario, nos cambió totalmente el chip" ('Sietes')

Respetamos su decisión porque Quique cuando decide algo va a misa con ello. Es una persona que no cambia nada. Pero nosotros le decíamos: ‘¡Jo, Quique, te queremos en el banquillo y más en Primera!’. Nos cambió el chip. A mí me decía: ‘atrévete a hacer cosas, hazlo’. No sé si creía realmente o no, pero él te hacía creer. Empezamos perdiendo en Ferrol, incluso nos eliminó la Cultural Leonesa en la Copa, que estaba en Segunda B. A partir de ahí, nos dijo: ‘No os preocupéis, seguir así, seguir jugando al balón’ Hicimos una temporada de escándalo, fue de locos.

"Nos cogió abajo, había unas pitadas que temblaban hasta los muros de El Sardinero. Luego, nos subió a Primera" ('Sietes')

Era su primera experiencia de entrenador. Me quedo con la personalidad que tuvo cuando llegó de enfrentarse y apartar a las vacas sagradas que no aportaban al vestuario y que nadie había tenido las narices de hacerlo y de pararle un poco las pies. Me quedo con su personalidad, siendo un novato, recién llegado, eso es lo que me impactó. Trajo también un psicólogo con él. Nos hizo crecer en ese aspecto. Varió mucho la calidad de los entrenamientos, siempre, eso sí, con balón. Todo lo hacía muy ameno. Incluso hasta en las concentraciones. Fue un visionario. Para nosotros, fue un adelantado en cuanto a la filosofía de juego que trajo al equipo y luego la mentalidad de grupo que nos inculcó a todos. Nos cambió el chip totalmente. Había unas pitadas en El Sardinero que temblaban hasta los muros. Temblaba todo el estadio, ¡Dios Mío! Luego, se lo pasaron en grande".

2.- POLI EJIDO, 2003-04

SALVA SEVILLA, EXJUGADOR, AHORA EN EL MALLORCA

"Tenía 19 años. Era juvenil y, al mismo tiempo, jugaba con el equipo de Regional Preferente del Poli Ejido. El sábado, con los juveniles; el domingo, con ellos. Entonces, sí se podía. Y, de vez en cuando, me llamaban para entrenar con el primer equipo. Resulta que en un partido de Copa me convocó Quique Setién. Creo recordar que él no me dijo nada antes. Si acaso, su ayudante me avisó de que estuviera preparado, pero nada más. Entonces, dan la lista para ir a Lanzarote y veo mi nombre ahí. Debuté, metí dos goles, perdimos el partido (4-2), pero a nivel personal no se pudo dar mejor mi estreno.

"Era juvenil y jugaba en Regional Preferente. Me hizo debutar en la Copa, no me lo podía creer" (Salva Sevilla)

Todo fue una gran sorpresa. No esperaba viajar y mucho menos salir en el once titular. A partir de ahí, Quique me dio mucha confianza. Jugué en Segunda A 16 partidos. Pasé de juvenil a Segunda, fue un salto muy grande. No me lo me podía imaginar. No me creía que me dieran esta oportunidad siendo tan joven. Cuesta creérselo. Es algo que no puedo olvidar en mi vida. Es lo que uno sueña y eso me abrió muchas puertas. A partir de ahí, comenzó todo.

¿Cómo jugábamos? Pues, con su sello. Desde que empezó ha tenido una filosofía muy clara, le gusta jugar con el balón, posesiones largas, atacar, ser protagonista en los partidos. No es un entrenador que especule ni que cambie de idea ni siquiera cuando los resultados no son buenos. Él no tiene dudas, es fiel a su sistema, a su idea, muere con ella. Ha demostrado que está capacitado para cualquier cosa, lo ha demostrado en equipos que no tienen la categoría del Barcelona. Ha jugado muy bien a fútbol con equipos de menos calidad. Ahora, lo va a hacer fenomenal porque encaja perfectamente en esa filosofía.

"Quique no especula ni duda, ni cambia de idea. Nos decía: 'Si le pegas al balón para arriba de mala manera está perdido" (Salva Sevilla)

Quique es una persona muy importante en mi carrera. Mantengo contacto con él y hablamos. No solo me ayudó mucho deportivamente sino que es una persona increíble, con unos valores humanos espectaculares. Me gusta rodearme de personas así. Me encanta cómo es. Sencillo, humano, con la pasión que le pone a todo, es un enfermo del fútbol. Lo que me llamó mucho la atención de que cuando no van las cosas bien, más firme se mantiene en su idea. Otros dudan o buscan cambiar; él, no. Siempre nos decía: ‘Si le pegas al balón para arriba de mala manera está perdido’ Quiere cuidar todos los detalles, que el equipo sea protagonista y, sobre todo, que se atreva". 

3.- LOGROÑÉS, 2007-08

'TATO' ABADÍA, EX DIRECTOR DEPORTIVO

"Quique y yo coincidimos en el primer curso de directores deportivos que se hizo en España. Habíamos jugado juntos en el Logroñés. A partir de ahí hablamos mucho, tenemos puntos en común, pero también puntos de discrepancia. A él le gusta mucho hablar de fútbol; a mí, también. Somos dos pesados y de eso salió una relación por la que pensé que Quique podría ser nuestro entrenador. Venía del paro, tenía experiencia en el Racing, que subió a Primera, había sido un grandísimo jugador… Sabía que iba a ser un entrenador muy importante en el fútbol español.

"Es fundamentalista como Pep o más" ('Tato' Abadía)

¿Cómo era entonces? Pues, como ahora. Quique no entiende el juego si no tienes el balón. Eso no significa que no se defienda. A veces, la gente dice que si haces un juego combativo estás haciendo el tonto porque te olvidas de defender y te harán goles por un tubo. Cuando dices que te gusta este estilo, te sueltan: ‘Va, a este no le gusta defender nada’. El gran éxito de Pep Guardiola fue su aspecto defensivo, apretar arriba, presionar, recuperar arriba… Luego, tenía un gran manejo del aspecto ofensivo. Pero se olvidan de qué hacían cuando no tenían el balón. La clave es que convenció a todo el mundo que debía apretar. Y lo hacían.

Aquí, en el Logroñés, ya jugaba al ataque, aunque haya ido corrigiendo cosas. En esencia es lo mismo. Tiene una idea muy clara del juego, con una gran personalIdad. Una de las mayores alegrías que tuve fue ver al Betis jugar con cinco. O con tres centrales. ¿Por qué? Hemos discutido mil veces que los sistemas de juego están al servicio de las ideas. En los cursos de entrenadores te preguntan: ‘¿Cuál es el sistema más ofensivo?' No existe. Hay una actitud ofensiva. Y hay otra actitud defensiva. Atacar o defender es cuestión de voluntad.

"Lo que más me gusta es su convicción. Y me llama mucho la atención su templanza" ('Tato' Abadía)

Lo que más me gusta es su convicción. Tú lo ves y no hay duda alguna en sus ideas. Es fundamentalista. Será igual de fundamentalista que Guardiola, está convencido de eso. O más. No te cuento las broncas de Quique cuando era jugador y yo daba un pase largo: ‘¡Pasármela a mí, pasármela a mí…! ¡A míííí…!’ Y, además, ¡cómo te lo decía! Quique es... es cántabro, eh… Tiene una cosa que me llama mucho la atención quizá porque yo soy muy nervioso. Tiene mucha templanza".

4.- LUGO, 2009-2015

CARLOS PITA, JUGADOR

"LLegué un año más tarde que él al Lugo. Y lo primero que me sorprendió fue su sencillez. Me encontré con una persona absolutamente sencilla, con una manera muy clara de entender el fútbol y que, además, trata a los futbolistas de una manera absolutamente normal. Como si él todavía se sintiera jugador. Tenía una sencillez absoluta. Se metía con nosotros en los rondos, en las pachangas, se sentía más cercano al jugador que a otro tipo de entrenador. Se llevaba patadas, se enfadaba, no le gusta perder. Es muy competitivo. Tiene un carácter bastante ganador, se quejaba mucho, era protestón.

¿Qué cambió en el Lugo? Antes de su llegada, y tras bajar a Tercera División, con la aparición de los propietarios, el club era cumplidor, muy serio, pagaba al día, cuando tocaba. Algo que no hacen la mayoría. Cuando llegó él, le dio una identidad. Más allá de lograr méritos deportivos se reconocía al Lugo por su manera de jugar. Y esa es una medalla que se le debe colgar a Quique. Él logró que el Lugo se identificase con ese estilo y no es fácil en Segunda B. Para mí, es la categoría más compleja.

"Al Lugo se le reconocía por manera de jugar y esa es una medalla que se le debe colgar a Quique" (Pita)

Sabíamos que todos íbamos a crecer jugando de esa manera y sabíamos que íbamos a conseguir resultados. Aquí jugábamos con el 4-2-3-1. Él nunca cambia su idea de juego. Es fundamental. Luego, puede cambiar ciertas cosas y matices tácticos. Al jugador le da la confianza para que haga cosas. Ahora, en el Barça, no hace falta porque hay muchísima calidad. Pero en Segunda B con gente que venía de hacer otro fútbol él era muy rotundo. Nos dijo que se podía jugar así y ganar. Antes, era algo que ni se podía pensar.

"Nos decía: '¡Qué te quiten el balón! ¡No te lo saques de encima! ¡Prefiero que te roben la pelota a que te deshagas de ella!' (Pita)

Él cambió la manera de pensar de los jugadores. Nos hacía asumir riesgos, probablemente en exceso. Pero asumiendo él nuestros errores. Jugabas con mucha más libertad, con mucho más descaro. Si no lo hacías, era muy pesado. ‘¡Qué te quiten el balón, no te lo saques de encima! ¡Protege la pelota!¡ ¡Prefiero que te la roben a que te deshagas de ella!’ Él te da los mecanismos para jugar así creando espacio, dando amplitud al campo. Él está convencido de esa idea y te convence. No lo impone, te convence de que es lo mejor para el equipo, para nosotros. Al final, a todos los jugadores les gusta jugar con la pelota".

5.- UD LAS PALMAS, 2015-2017

MANOLO MÁRQUEZ, TÉCNICO

"Vivíamos en el mismo bloque de pisos en Las Palmas. Allí estábamos todos. Quique, Eder, su ayudante, el doctor, Tana, el jugador, algún ejecutivo del club… Entonces, yo estaba entrenando al filial del Las Palmas. Había, como es lógico, muchas conversaciones de fútbol. Recuerdo que en aquella plantilla había 16 jugadores canarios. Mejor dicho, 16 jugadores nacidos en la provincia de Gran Canaria. Pero ahora que todo el mundo, como es obvio, habla de Quique pienso en el primer partido que jugó con Las Palmas.

"Tiene esa capacidad para inventar, para crear. Yo lo relaciono con su amor por el ajedrez . Quique siempre mueve ficha" (Márquez)

Él llegó tras la octava jornada, el equipo estaba antepenúltimo, con seis puntos, pero empatado con Granada (penúltimo) y Levante (colista). No, no quiero hablar de que acabaron luego undécimos. No, no eso. Llegó a mitad de semana y debutaba contra el Villarreal en casa. El partido acabó 0-0. Yo no estaba, lo veía por la tele. Llegué al año siguiente. El equipo no pegó ni un balonazo. Las jugó todas. En tres días de entrenamiento cambió ya mucho. Ahora, cuando me preguntan si se verá algo nuevo en el Barça ante el Granada, estoy convencido de que sí. Algo veremos. Quedaron 0-0, pero el público, al final del partido, dio una gran ovación al equipo.

En Las Palmas jugaba casi siempre con un 4-2-3- 1, pero acabó siendo un 4-1-4-1. Jugaba con doble pivote, pero en enero, con el equipo llegando lejos en la Copa, a cuartos de final cuando fue eliminado por el Valencia, se lesionaron los tres medio centros: Vicente Gómez, Hernán y Javi Castellanos. Entonces, se inventó a Roque Mesa en ese rol dando un rendimiento espectacular. Tiene esa capacidad para crear, para inventar, yo lo relaciono mucho con su amor por el ajedrez. Él siempre mueve pieza.

"Es un loco del Barça, es culé, culé... En Las Palmas adelantaba los entrenamientos para ver los partidos del Barça" (Márquez)

El cambio en la defensa del Betis que hizo luego de cuatro defensas a tres centrales es porque él cree que ya le han cogido un poco el truquillo en las salidas. Cuando me preguntan por Setién, y no ahora por lo del Barça, digo que la palabra clave era convicción. Si ahora hace sol y él cree que llueve, tú no le vas a convencer de que hace sol. Él cree que llueve. Es un loco del Barça, es culé, culé… En Las Palmas, debido a la hora menos los partidos de Champions eran a las 19.45, y entonces Quique cambiaba la hora de entrenamiento para ver el inicio".

6.- BETIS, 2017-19

FLORENCIO ORDÓÑEZ, PERIODISTA

"Quique tuvo un año muy bueno llevando al equipo a Europa con una gran plantilla, aunque después tuvo un segundo año de fracaso. El juego bajó mucho de nivel, fue aburrido en casa, sobre todo, donde solo ganó ocho partidos. Y la gente se enfadó. Es verdad que todo queda eclipsado por el espectáculo que dio en el Camp Nou con aquella victoria (3-4), uno de los mejores partidos que se le han visto al Betis en los últimos años, el triunfo sonado en Milán y también en el Bernabéu (0-2), pero ya era un partido sin tanto valor porque era la última jornada y no había nada en juego. Setién ha ganado los dos partidos allí sin encajar un gol.

El problema es que en casa no cuajó ni un encuentro redondo, teniendo mejor equipo con Lo Celso, Canales, Pau López, William Carvalho… De ahí, los gritos del Villamarín: ‘¡Quique, véte ya! ¡Quique, véte ya!' Aquí mucha gente le llamaba, con cierta gracia, la ‘táctica del parabrisas’. Balón a la derecha, balón al centro, balón a la izquierda…

"Si no marca Fekir en el minuto 91 estaría aquí otra vez... El Betis lo quería repescar" (Florencio Ordóñez)

¿Su obra? Dejó un estilo de juego, un sello, una personalidad que le hace en el primer año para terminar sexto en la Liga y devolver al Betis a Europa, algo que no ocurría desde Pepe Mel (2013). En el Betis, hay una división muy grande. Hay muchos críticos con Setién, pero también hay gente que valora su trabajo. Llevo 30 años siguiendo al club, trabajando en la SER, y Sevilla es una ciudad compleja. Luego se vivió también una lucha política porque Serra Ferrer ya exhibía las divergencias con él, tras caer con el Rennes en casa. Empató allí (3-3) y perdió luego en el Villamarín (1-3). O vas 2- 0 en casa en la semifinal de Copa con el Valencia y encajas dos goles al final. Y no llegas a la final del Villamarín.

"En el Betis había una división muy grande. De ahí, los gritos de ¡Quique véte ya, Quique véte ya! Pero mucha gente también lo quería" (Florencio Ordóñez)

Serra Ferrer miraba el fútbol de manera muy diferente a Quique. Y, mira por donde, de forma incomprensible el club se queda al final sin Setién y sin Serra. Este año si no marca Fekir en el minuto 91 contra el Celta y luego Canales contra el Valencia, aunque jugó bien, pero ganó en el 93, Quique estaba en el Betis. El club deseaba dar el paso de prescindir de Rubi y ponerle a él. Ahora tiene al mejor de la historia, que va a resolver muchas cosas, sin duda. El Betis que llega a Europa encaja un gol más de los que marca, es el tercero más goleado de Primera",