TENSIÓN EN EL BANQUILLO

La esquela de Valverde

Valverde, en una rueda de prensa en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí.

Valverde, en una rueda de prensa en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. / periodico

Marcos López

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Josep Maria Bartomeu anda desesperado buscando un entrenador para los próximos seis meses. El presidente del Barcelona ya da por liquidada la etapa de Ernesto Valverde, a quien la derrota en la Supercopa de España con el Atlético le va a costar mucho más cara que la dramática eliminación de Anfield. No aguanta más Bartomeu a Valverde, sin importarle siquiera haber debilitado y erosionado su figura en las últimas horas en el club, descolgando teléfonos en busca de alguien que quisiera entrar en el despacho del Txingurri. [Sigue la última hora sobre Valverde en directo.]

Lista singular

La lista de candidatos a sucederle es tan amplia como heterógenea ya que incluye a técnicos de diversas y contradictorias ideas futbolísticas. Va de Mauricio Pochettino, extécnico del Espanyol y despedido no hace ni dos meses del Tottenham, a Quique Setién, declarado cruyffista, o inesperadas vías argentinas como Marcelo Gallardo (River Plate) y Gabi Milito (Estudiantes de la Plata), además de recurrir a La Masia representada en la figura de Javi García Pimienta,  actual técnico del Barça B.

Pochettino llegó a decir que "nunca" entrenaría al Barça y que "antes se volvería a su granja" de Argentina

"Nunca entrenaré al Barça, antes volvería a mi granja en Argentina", llegó a declarar Pochettino por su pasado perico y empeñado como estaba en dirigir algún día al Madrid. Ahora, y por deseo de Bartomeu, según informó RAC-1, se le puede abrir al argentino, y de forma absolutamente sorprendente, la puerta del Camp Nou, necesitado como está de hallar un relevo.

El Txingurri, estupefacto

Pero ni Xavi, el jugador con más partidos en la historia del Barça, ni Koeman, el héroe de Wembley que dio la primera Copa de Europa al club en 1992 con el Dream Team, han aceptado la propuesta de Bartomeu, un presidente dispuesto a entrar ahora en la historia negativa al ser el primero en echar del Camp Nou a un entrenador que va líder en la Liga, empatado a puntos con el Madrid, y se coló con solvencia en la Champions, sobrándole incluso un partido en el considerado  grupo de la muerte.

El club no ha informado a Valverde de los movimientos para suplirlo y se ha enterado por los medios de comunicación

Valverde, entretanto, asiste estupefacto y desconcertado a la crisis mayúscula que ha organizado el propio club tras los 10 minutos caóticos que le costó la derrota con el Atlético.

Nadie de la directiva le ha informado de esas gestiones en las que le están moviendo la silla, conociendo, eso sí, todos sus movimientos a través de los medios de comunicación. El presidente, que le había pedido al inicio de temporada, que rejuveneciera el equipo para armar un proyecto de futuro, se ve legitimado para tomar tan drástica decisión.

Anoeta, Yeda...

No lo hizo, curiosamente, después de la caída de Roma. Ni tampoco tras el mayúsculo desastre de Anfield. Y como hace ahora justamente cinco años, Bartomeu intenta a la desesperada un giro rotundo en la política deportiva, capaz de firmar incluso el primer despido de un entrenador en el Camp Nou desde enero del 2003 cuando Gaspart echó a Van Gaal.

"Me sabe muy mal por Ernesto, no se merece esto" (Guardiola)

Ahora, siguiendo la táctica gasparista, quiere hacer lo mismo con Valverde. Si tras la derrota de Anoeta (2015), el presidente echó a Zubizarreta, el director deportivo, y mantuvo a Luis Enrique, pero con menos poder ante Messi, en este invierno (2020), desea sentenciar a Valverde en medio de esa descomunal crisis, nacida desde el interior del club.

"Me sabe muy mal por Ernesto, no se merece esto", dijo Guardiola desde Birmingham tras ganar al Aston Villa (1-6). "Empatizo con él porque me cae de maravilla. Es uno de los mejores entrenadores españoles", afirmó Luis Enrique. Pero Bartomeu ya solo escucha a Bartomeu. 

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