SOLO 40 PUNTOS

El peor Barça de la década

Los azulgranas acaban líderes la primera vuelta por séptima vez, pero con la menor puntuación de los últimos años

Los jugadores del Espanyol celebran el segundo gol, obra de Wu Lei, que supuso el empate ante la desolación de los jugadores del Barça.

Los jugadores del Espanyol celebran el segundo gol, obra de Wu Lei, que supuso el empate ante la desolación de los jugadores del Barça. / periodico

Joan Domènech

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Líderes, pese a todo. El peor Barça (solo en puntuación) de la última década ha acabado la primera vuelta en la cabeza de la tabla, como viene a ser una costumbre en los años más recientes. Siendo el que menos puntos ha obtenido en las 19 jornadas iniciales, es el tuerto en el país de los ciegos. El Real Madrid y el Atlético, sus habituales rivales -y perseguidores-, siguen detrás.

Los 40 puntos de la tercera temporada de Ernesto Valverde  solo se equiparan a los 40 de<strong> la última campaña de Frank Rijkaard (07-08), </strong>la del ocaso definitivo, con 12 victorias, 4 empates y 3 derrotas. La mayor diferencia respecto a aquel referente reside en que el Barça era segundo, a 7 puntos de distancia del Madrid. Los 40 de este año le permiten liderar la tabla gracias al golaveraje sobre los blancos.

El ejemplar único año de Tito

El campeonato actual, junto con el 16-17, es el de menos victorias. En aquella ocasión el Barça de Luis Enrique -fue su última campaña también- era tercero. El año de Tito Vilanova ha sido el más ejemplar de la década con 18 victorias y una primera vuelta invicto, con 64 goles anotados. 

La deducción positiva que pueden extraer los culés es que cada vez que el Barça ha obtenido el honorífico título de campeón de invierno también lo ha sido en verano excepto con Tata Martino. Era líder por goalveraje, pero perdió la Liga en la última jornada y con un empate en el Camp Nou ante el Atlético. En siete de las diez temporadas el Barça concluyó la primera mitad del campeonato en cabeza.

El Barça más goleado

Pero los resultados certifican las peores sensaciones que está emitiendo el Barça en el tercer ejercicio (¿y último?) de Valverde. Es el más goleado de los tres, con 23 tantos, casi el triple de los 9 del primer año del técnico, también imbatido al concluir la vuelta. 

Incapaz de mantener la autoridad de las dos anteriores campañas, el empate del derbi confirmó la preocupante vulnerabilidad del equipo lejos del Camp Nou. El 2019 lo cerró sin una sola derrota en casa. Pero cuando sale fuera, se enfría hasta enfermar. En la presente Liga, solo ha ganado en cuatro de los diez desplazamientos, con especial mérito en la cancha del Atlético y la Real Sociedad. En Eibar y Leganés se sumaron los seis puntos. Las tres derrotas se produjeron en Bilbao, Granada y Valencia (Levante).

Evaluación pendiente

"Es un partido que hay que evaluar", dijo Luis Suárez en Cornellà, como si el desarrollo y posterior desenlace del duelo hubiera sido singular. Y no lo fue. No anduvo muy desencaminado de otras actuaciones del equipo. Los resultados dirán si el vestuario hace, por fin, esa evaluación.

Era la octava vez que el Barça iba por detrás en el marcador (una tercera parte de los 25 encuentros jugados). De hecho, el discurrir del clásico fue calcado al partido ante Osasuna en El Sadar en la tercera jornada. "Tenemos capacidad de reacción", prefirió destacar Valverde de los cuatro partidos en que se remontó el gol contrario. El técnico admitió luego que  su equipo ha tenido dificultades para conservar el marcador. 

Expulsiones como síntoma

El precedente de Pamplona cayó en saco roto. Ante el Espanyol se adelantó el once local (David López), remontó el Barça (Suárez y Vidal fueron los revulsivos en Cornellà como Ansu Fati y Arthur en Pamplona) y acabó cediendo un empate. El tardío tiro de Wu Lei dejó boquiabiertos a los azulgranas.

"Quedarnos con diez nos condicionó", apuntó Valverde. La expulsión de Frenkie de Jong fue otro síntoma del empeoramiento general, al menos en la faceta defensiva. Es la cuarta de la Liga. Nunca se habían producido tantas. Lenglet, Dembélé y Araujo vieron antes la roja.