Casi más goles que ocasiones

El Barça chuta cada vez menos (pero chuta bien)

Ante el Alavés, el equipo azulgrana igualó la cifra más baja de remates en lo que va de curso liguero

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zentauroepp51466328 barcelona 21 12 2019 deportes messi transforma191222195357 / JORDI COTRINA

Rafael Tapounet

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El FC Barcelona remató el sábado cuatro veces entre los tres palos de la portería del Deportivo Alavés y marcó cuatro goles. En una primera lectura, el dato refleja con elocuencia la letal eficacia de los delanteros azulgranas. Pero también nos dice que el equipo de Ernesto Valverde dispara más bien poco sobre el arco rival. De hecho, cada vez menos. La cifra de remates totales del Barça frente al cuadro babazorro fue la más baja de toda la temporada en la Liga: ocho, los mismos que en los partidos ante Osasuna, Granada y Villarreal (solo en la visita al Borussia Dortmund en la Champions la producción ofensiva fue más exigua, con apenas siete intentos).

No es una circunstancia nueva. En ninguno de sus tres últimos encuentros el Barça ha podido alcanzar la cifra de 10 remates, un hecho bastante insólito en un equipo que sigue siendo el más goleador de LaLiga. Nueve intentos protagonizó frente al Real Madrid (solo dos fueron a portería) y otros nueve ante la Real Sociedad (cinco entre los tres palos). En ambos casos el conjunto rival duplicó en el aspecto ofensivo los números de los azulgranas (17 remates de los blancos y 19 de los donostiarras), por lo que el zarandeo fue bastante mayor de lo que los resultados (sendos empates) pueden dar a entender. También el Atlético de Madrid superó en esta faceta al Barcelona en el duelo del Wanda Metropolitano (17 intentos colchoneros por 13 azulgranas).

La excepción del Mallorca

El equipo de Valverde tiene la enorme virtud de transformar en gol buena parte de las ocasiones que crea. Su gran problema esta temporada es que le está faltando fútbol para crear esas ocasiones. La gran excepción se dio en el partido del 7 de diciembre frente al Mallorca, donde la intensidad de la presión para recuperar el balón en zonas peligrosas y la calidad para mover la pelota con rapidez se aliaron para convertir el partido del Barça (probablemente el mejor que ha disputado en lo que va de curso) en un gozoso festival ofensivo: 25 remates totales y 17 a portería. Unas cifras de otras épocas.

La exuberancia atacante de aquella noche en el Camp Nou permite al cuadro de Valverde maquillar un tanto sus pobres registros rematadores en la presente temporada. En los dos últimos dos meses de competición liguera, el Barça ha rematado 11,7 veces por partido. Por poner el dato en perspectiva: en el curso 2009-10, cuando se completó el sextete al que el sábado se rindió homenaje en el Camp Nou, el conjunto dirigido por Pep Guardiola hizo un total de 586 remates en los 38 partidos de Liga, lo que supone un promedio de 15,4 por encuentro. En la Champions, la media todavía se elevó más, hasta los 16,2 remates en cada partido. Exactamente el doble de los que produjo el Barcelona el sábado en el Camp Nou ante un lánguido Alavés.

Las estadísticas, como se suele recordar, no cuentan toda la verdad. Pero tampoco mienten. Este Barça remata bien, pero poco. Y ese es un aspecto que solo una mejora en el juego general (en la presión de todo el equipo, en la movilidad de los delanteros, en la precisión del último pase) puede revertir. 

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