puro vértigo

120 años del primer partido del Barça

Crónica de aquella Barcelona en constante tensión y que el 8 de diciembree de 1899 apenas supo de que celebraba un hito histórico

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Frederic Porta

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Hace exactamente 120 años, la Barcelona del 8 de diciembre de 1899 seguía enervada, en constante tensión. Las autoridades mantenían el estado de excepción como respuesta al 'tancament de caixes' planteado por los comerciantes y la burguesía tras el aumento de impuestos.

Bullía la capital catalana cuando a una colección de 'sportsman', con buena parte de los protagonistas que el 29 de noviembre habían fundado el Foot-Ball Club Barcelona, se les ocurrió llevar su teoría deportiva a la práctica. Entre amigos y conocidos montaron el partido de debut para el nuevo club, sin que sepamos siquiera si vistieron de azul y grana, colores adoptados oficialmente días más tarde.

Los colores del rugby de Liverpool

Arthur Witty había planteado que la escuadra luciera los tonos distintivos del equipo de rugby de su escuela, la Merchant Taylors cercana a Liverpool, y al joven Gamper no le pareció mala idea. Al fin y al cabo, le recordaban a los del Basilea, que había vestido en alguna ocasión.

El suizo Walter Wild se había erigido en el primer presidente del Barça, elegido, entre otras razones, porque el fundador Gamper, el hombre que había puesto el anuncio de convocatoria en 'Los Deportes' allá por octubre, no alcanzaba siquiera la mayoría de edad, entonces situada legalmente en 23 años. Otros tiempos, otro país: Baste señalar que la expectativa de vida de un español a finales del siglo XIX apenas sobrepasaba los 34 exiguos años.

Los flamantes futbolistas padecían la incomprensión de sus contemporáneos en aquella ultracatólica capital catalana. Cuando no les detenían por escándalo público a causa de mostrar sus impúdicos calzones, la policía les buscaba las cosquillas por la semejanza de los balones, entonces desconocidos, con las bombas Orsini que habían protagonizado tiempo antes el atentado del Liceu. Ser 'foot-baller' entonces no era ninguna ganga, más bien una alteración del orden público.

Un equipo de diez jugadores

Por supuesto, los importadores de la novedad, ya triunfal en Gran Bretaña, necesitaban un campo para el debut y lo hallaron en el Velódromo, entonces cercano al actual Turó Parc, en el entorno de las calles Vallmajor, Modolell y Reina Victòria. Entre fundadores, entusiastas y practicantes lograron forjar, a duras penas, dos 'teams' y se quedaron cortos.

No sólo carecían de banquillo y suplentes, sino que se conformaron con alinear a diez futbolistas por bando. Y basta, no había más. El encuentro, que empezó a las tres de la tarde, acabaría con victoria de la llamada 'Colonia Inglesa' por 0-1.

El Barcelona jugó el primer encuentro de su centenaria trayectoria con Urruela, Wild, Lomba, De Ossó, Llobet, López, Gamper, Terrades, Künzli y Schilling.

No piensen en tácticas, entonces ni siquiera se habían inventado. Eso sí, sobraban los personajes ilustres. El portero Juan de Urruela y Morales era aristócrata, marqués de San Román de Ayala, nacido en Guatemala y bisabuelo de la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada. De Ossó, uno de los nombres de referencia en el arranque de la entidad, era sobrino del santo fundador de las Teresianas. Terrades sería el segundo presidente, miembro de la saga creadora de la 'Casa de les Punxes' que aún hoy embellece la Diagonal. Gamper metía goles a mansalva hasta sumar 123 en apenas 54 partidos con los blaugrana. Y Schilling sólo disputó ese encuentro inaugural, decisión coherente a sus 47 años de edad. 

De los 12 fundadores del FC Barcelona, seis extranjeros residentes y seis catalanes, apenas tres (Enric Ducay, Carles Pujol y William Parsons) no disputaron ningún encuentro como futbolistas del equipo, requisito imprescindible para pagar las cuotas de socio en aquellos primeros tiempos, establecidas en dos pesetas por temporada. Lluís D'Ossó, Pere Cabot, Josep Llobet, Bartomeu Terrades como pioneros locales sí llegarían a vestirse de corto, en compañía de los suizos Gamper, Walter Wild y Otto Künzli, el alemán Otto Maier y el inglés John Parsons.

En el bando contrario, estaban presentes los hermanos Witty o Parsons, apellidos ilustres que cambiarían de filas a los pocos días. Queda constancia de la identidad del árbitro, señor Leack, aunque no del goleador que dio la victoria a los ingleses. Por las crónicas sabemos que el Barcelona estrelló dos balones en los postes durante la primera mitad. Del partido dieron referencia publicada 'La Vanguardia' y, cinco días después, el semanario suizo ‘Schweizer Sportblatt’, del que Gamper era corresponsal.

De allí hasta Messi, 120 años de puro vértigo.