EL ESPAI BARÇA

El Barça se replantea al alza el aforo del nuevo Palau Blaugrana

El club crea una estructura para generar beneficios con la explotación de la instalación prevista

Una imagen de este lunes de las obras de derribo del Mini estadi

Una imagen de este lunes de las obras de derribo del Mini estadi / periodico

Luis Mendiola

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El FC Barcelona se plantea la conveniencia de ampliar la capacidad del nuevo Palau Blaugrana a 14.000 espectadores en lugar de los 10.000 aprobados en el proyecto inicial, igual que elevar la cifra del pabellón anexo de 2.000 a 3.500 ó 4.000 espectadores en consonancia a las nuevas tendencias de este tipo de instalaciones en Europa y también a la respuesta del público con los equipos de las cuatro secciones profesionales del club al margen del fútbol: baloncesto, balonmano, fútbol sala y hockey patines.

El club tiene claro que cualquier decisión en ese sentido tendría que ser elevada a la aprobación de los socios, cuyo apoyo mayoritario sirvió para avalar el plan de reurbanización de las instalaciones barcelonistas en el referéndum del Espai Barça realizado en abril del 2014.

“Somos conscientes de que las necesidades deportivas en estos cinco años han cambiado. Que la mayoría de las instalaciones en Europa requieren unas necesidades diferentes. El pabellón del Madrid, del Baskonia o el que construirá el Valencia son de 15.000 espectadores”, admite Albert Soler, responsable de los deportes profesionales del Palau (baloncesto, balonmano, hockey y fútbol sala) y desde hace poco designado por la junta como responsable también de la gestión del nuevo Palau. “Esos aforos son los que permiten explotar el pabellón en todo tipo de acontecimientos deportivos o incluso conciertos. Pero también sabemos que el acuerdo aprobado en referéndum fue el de 10.000. Y que el cambio en ese sentido depende de los responsables del Espai Barça y del respaldo del socio”, añade sobre uno de los puntos de controversia del nuevo Palau, que puede quedarse corto incluso antes de construirse.

Tres años de obras

La última fecha que maneja el FC Barcelona para la puesta en marcha del nuevo Palau es la de diciembre de 2022. Como todo lo que rodea a todas las instalaciones que están incluidas en el Espai Barça son plazos relativos. En estos días ya solo queda en pie la estructura de la tribuna, dentro de los trabajos de demolición del Mini estadi iniciados en octubre, precisamente la zona donde se ubicará el nuevo pabellón azulgrana.

El club, sin embargo, ya está pergeñando el organigrama que servirá para explotar la nueva instalación, que debe ser una nueva fuente de ingresos para el club. Soler será el encargado de dirigir la nueva estructura que pretende rentabilizar el nuevo pabellón azulgrana y el club también ha creado el cargo de responsable de comunicación de la nueva instalación, Oriol Bonsoms, procedente del área internacional del club después de haber llevado durante algunos años la comunicación del baloncesto y la del fútbol sala.

Hasta ahora el club gestionaba la mercadotécnica global de la entidad. Pero la directiva considera que la afición de cada uno de los deportes profesionales del Palau tiene un perfil propio y que la explotación del nuevo recinto así como de la pista anexa que se construya deben ser una fuente de ingresos capaz de generar beneficios a través de actividades paralelas y debe negociarse de forma autónoma, para ayudar a cubrir un presupuesto de secciones que es el 5% del total del club según fijan los estatutos. Este año se sitúa en torno a los 55 millones.

Restructurar el Seient Lliure

“La prioridad siempre serán las actividades deportivas de la secciones. Para eso se construyen. Pero eso no impide que si existe la posibilidad, podamos utilizarlas para otras actividades, convenciones, grandes citas deportivas o incluso conciertos”, explica Soler, en referencia a los cerca de 140-150 días anuales de ocupación del actual Palau con las diferentes competiciones, tanto nacionales como europeas, que acoge en baloncesto, balonmano, fútbol sala y hockey, al margen de que algunos de los entrenamientos de los equipos profesionales ya se han trasladado a la Ciutat Esportiva.

Los datos que maneja el club esta temporada respecto al baloncesto, la sección que más público atrae, son significativos. Con un equipo ilusionante, encabezado por Nikola Mirotic, la media de entrada está entre los 5.500 y los 5.700 espectadores. En cada partido hasta ahora, el equipo ha agotado la venta de entradas en torno a las 1.300. Pero también ha detectado que hay cerca de 1.300 de los casi 5.000 socios que han pagado su abono que ni van ni dejan su localidad para el Seient Lliure, razón por las que algunos partidos no han alcanzado el lleno. El abono es de los más baratos del continente (190 euros por toda la temporada) y ese es uno de los motivos, considera el club, por la que los socios son reacios a ponerlas a la venta.   

El club calcula en más de 2,3 millones de euros la cantidad que se dejó de ingresar la pasada temporada por dejar de utilizar esos asientos, razón por la que sopesa un cambio de política para el futuro. En lugar de esperar a que el abonado comunique al club la disponibilidad de su asiento, como hasta ahora, el club podría plantearse la utilización de esas localidades que tiene perfectamente definidas si 48 horas antes del partido no recibe una comunicación en contra.