Bojan: "Más allá del Barça hay un mundo fantástico"

Mientras la Europa futbolística se encuentra en plena competición, Bojan Krkic Pérez (Linyola, 28 de agosto de 1990) está de vacaciones. Ahora juega en el Montreal Impact, el octavo club de su carrera, y compite en la MLS, la liga norteamericana. Y donde ya ha marcado goles, por supuesto. Bojan, el trotamundos comparte con EL PERIÓDICO algunos recuerdos de su vida.

-Los del Barça son los más entrañables. El Barça es como la primera vez, la primera novia. Era muy aficionado y a los 9 años ya jugaba en el Barça. Es mi casa, con todo lo que significa.

-¿Aún es vigente el título de su  libro ‘Nací culé, moriré culé’? Lo siento así. Cuando me marché nunca había imaginado lucir otra camiseta, y mire cuántas he vestido. La del Barça es como la segunda piel, unos colores que realmente sientes tuyos.

-¿El dolor por haberse ido en qué se ha transformado? No es el mismo sentimiento cuando tienes algo idealizado que cuando conoces la realidad. En los sueños todo es fantástico; en la realidad, descubres cosas que desconocías o no son tan maravillosas. Pero mi sentimiento por el club, a todo lo que engloba al Barça, es indiscutible.

-Solo estuvo cuatro años en el primer equipo. ¿Qué lectura hace? He vivido muchas cosas positivas que si me hubiera quedado no habría vivido, aunque habría vivido otras. Abres una puerta pensando que no hay nada detrás y más allá del Barça hay un mundo fantástico: otras maneras de vivir el fútbol, conoces los sentimientos de otros aficionados, idiomas...

"La camiseta del Barça es como la segunda piel, unos colores que realmente sientes tuyos"

-Pero Italia no es un mundo fantástico para un delantero. Usted no es Lukaku. Me costó. No soy un delantero de referencia. Mi perfil es para estilos de juego y mentalidades concretas. Otros jugadores encajan mucho más. Italia fue un buen reto. Un descubrimiento. Venía de 12 años de la mejor escuela de fútbol a un lugar radicalmente distinto y donde empieza mi proceso: con mi aprendizaje y mi forma de jugar debo adaptarme a esto.

-Nada que ver con el Barça. En el Barça corres con el balón, en Italia sin el balón. Lo tienes poco. La posesión no es del 60%. Y como solo es del 30 o 40%, en defensa te exige más. Pasas de hacer diez desmarques a dos.

-¿Qué sensaciones tenía? Cuando salgo del Barça hay un cordón umbilical elástico, imaginario, con las cesiones. El primer día en un vestuario,  una camiseta, un club, un campo nuevo, te extraña. No estás preparado para lo que no te han enseñado, has de experimentarlo.

"Venía de 12 años de la mejor escuela de fútbol a un lugar radicalmente distinto y donde empieza mi proceso: con mi aprendizaje y mi forma de jugar debo adaptarme a esto"

-¿Diferencias entre Roma y Milan? En Roma se respiraba el entusiasmo de la ambición y la necesidad de ganar. El Milan es un club con muchos más títulos, sus aficionados se sienten más recompensados. Quedamos terceros, pero el año anterior habían sido campeones. En la camiseta había una inscripción que decía el club più titolato al mondo. En una época crítica vino un grupo de aficionados a decirnos: ’Aquí nos da igual los jugadores, los entrenadores, incluso nosotros somos pasajeros. Lo importante es el club, el escudo’.

-¿En algún partido en Italia o en otro sitio. pensó: ‘Vaya mierda de partido, cómo me aburro’? Sí, sí. Cuando un rival formado en 5-4-1, te monta un contrataque y te marca. O partidos queveía desde el banquillo y pensaba: ’Es que es normal que no juegue, qué voy a hacer ahí. Mi perfil me ha condicionado.

-Italia no era el lugar más idóneo, pero sí Holanda, ¿no? Como si volviera al_Barça, a la base.  Todo me resultaba conocido. El problema fue la comunicación.

-¿Le fichan Frank de Boer y Overmars? ¿ Por qué un año? Al acabar la cesión en Italia, solo quería volve al  Barça si pensaba que había hecho méritos para volver, no porque lo dijera el contrato. Creía que no eran suficientes y deseaba seguir progresando Y elegí el Ajax porque le tenía simpatía desde crío, quería vivir lo que es el Ajax.

"Eb el Barça corres con el balón y en Italia sin él. Lo tienes poco. Mi perfil me ha condicionado"

-¿Y qué vivió? Lo que esperaba: vivir con gente de fútbol, ir a una escuela de  alto nivel.

-Pero... Cuando llegué el primer día al vestuario me pasó algo curioso: estaban todos saludándose tras las vacaciones y no podía hablar con nadie. Nadie hablaba español y mi inglés era básico. Fue complicada la adaptación, y no pude disfrutar lo que vívía por la gran barrera de la comunicación. Eso me espabiló para estudiar inglés.

-Sin saber que iría a Inglaterra. ¿El fútbol holandés es más inocente, más ofensivo y relajado? Todos los equipos intentan jugar. Es una liga sorprendente por lo competitiva que es. Hay equipos desconocidos de altísimo nivel que te crean muchísimos problemas. Juegas contra tu espejo.

"Cuando llegué el primer día al vestuario me pasó algo curioso: estaban todos saludándose tras las vacaciones y no podía hablar con nadie. Nadie hablaba español y mi inglés era básico. No pude disfrutar lo que vívía por la gran barrera de la comunicación"

-Pero va a Inglaterra. Otro cambio radical. Acaba contrato con el Barça. Empecé la pretemporada con Luis Enrique pero ya habíamos hablado con el Barça de romper ese cordón umbilical. Me acuerdo que fui a firmar la rescisión y al salir del Camp Nou, al ver el rótulo de ‘gracias por su visita’... fue duro. Cuando me llamó el Stoke me atraía mucho la Premier. Aunque dijeran que no era para mí. Pero si el el entrenador te llama, sabrá para qué me quiere.

-¡Pero el entrenador era Mark Hughes! ¡La antítesis de Bojan! Sí (risas). Los primeros dos meses no jugué, pero luego sí. Tres temporadas acabando novenos, compitiendo con los de arriba. Alcancé mi mejor nivel. Hasta que me rompí el cruzado.

"Disfruté mucho en la Premier. Es donde alcancé mi mejor nivel, hasta que me rompí el cruzado. Logramos una mezcla de juego directo y combinativo. ¡Nos llamaron 'Stokelona'! 

-¿Cómo definiría la Premier? Me sentí identificado desde el primer momento. No era el fútbol que había aprendido, pero la organización, los campos, todo era una motivación extra. Entonces, si te movías con inteligencia encontrabas espacios. Disfruté mucho. Logramos una mezcla de juego directo y combinativo. ¡Nos llamaron Stokelona!

-Pero se fue al Mainz. Al tercer año fui perdiendo protagonismo, se me hacía duro Inglaterra  y salieron opciones de España y de ir al Mainz. El reto de un nuevo país.

-Aceptó porque era la Bundesliga. Sí. Llegué a media temporada con el objetivo de salvar la categoría. El director deportivo me transmitió por teléfono que eran una familia. Y lo eran.

"Había llegado a un equipo de 4-4-2 y de contrataque. Tras el primer partido, el entrenador me felicitó: 'En 60-70 minutos has corrido 9 kilómetros'. Vi que era otro idioma" 

-Y obtuvo la recompensa. Una recompensa brutal. Había llegado a un equipo de 4-4-2 y de contrataque. Tras el primer partido el entrenador me felicitó: 'En 60-70 minutos has corrido 9 kilómetros'. Vi que era otro idioma y que debería adaptarme. ¡Pues correré los 9 kilómetros!. Yo no soy jugador de duelos divididos, pero tendré que ir al duelo dividido. Con lo que me costó y lo que aprendí. ¡Quisieron ficharme! 

-Y regresa a Inglaterra. Y quería volver a España tras seis años fuera. A finales de agosto aparece el Alavés. Tuve tres entrenadores.

-El primero fue Luis Zubeldía. Perdieron los dos primeros partidos antes de que llegara yo. Perdimos con el Celta y el Villarreal y echaron al entrenador que me había fichado. Estuve dos semanas con él. Trajeron a un italiano. Jugaba con un 5-4-1. Dura dos meses y fichan al Pitu Abelardo. Volvemos de las vacaciones de Navidad, Pitu me dice que sería titular ante el Formentera en la Copa y el director deportivo me llama para decirme que no jugaré porque había una oferta de Estados Unidos por mí.

"Perdieron los dos primeros partidos antes de que llegara yo. Perdimos con el Celta y el Villarreal y echaron al entrenador que me había fichado. Estuve dos semanas con él"

-¿Y? Le respondí que no tenía ninguna oferta y no quería irme. No jugué. Al volver a Vitoria me anunciaron que no iba a jugar más por la ficha que tenía y que me buscara un equipo. Pero no podía irme porque había jugado la primera jornada con el Stoke y luego con el Alavés y no puedes jugar en más de dos equipos. Solo podía ir a Estados Unidos o a China y en aquel momento no quería ni un sitio ni otro. Les comuniqué que me quedaría: las cosas han ido así y lucharé por jugar, les dije.

-Acaba el campaña y vuelve al Stoke, que ha descendido. La Championship no tiene nada que ver con la Premier. El fútbol inglés de toda la vida. Estilo británico puro. Sufrí mucho. Veía los partidos y pensaba: es normal que no juegue. Me pusieron hasta de interior derecho. En enero recibí una oferta de un club que pagaba por mí y el Stoke no me dejó marchar.

"No tenía en la cabeza ir a Canadá, pero me demostraron que me querían. Hay muchas lecturas que pueden hacerse: uno va a retirarse a la MLS o vas a rendir. Yo quiero volver a ser competitivo"

-De ahí el salto a Canadá. Venía de dos años complicados, de jugar poco. Estaba dolido, pero era una situación real y debía tomar una decisión: he de encontrar mi lugar, mi equipo. No tenía sentido alargar la situación. Estuve tres meses haciendo una pretemporada particular para estar preparado física y mentalmente. No tenía en la cabeza ir a Canadá, pero me demostraron que me querían.

-Significaba irse lejos. Lejos de casa y del fútbol europeo. Hay muchas lecturas que pueden hacerse: uno va a retirarse a Estados Unidos o vas a rendir. Quiero volver a ser competitivo. Estos dos meses me han ido muy bien.

-La MLS está en progresión. Cada año es más competitiva. Cada vez hay más europeos. Es una liga muy física y está creciendo, los estadios se llenan. Es el nuevo reto.