POLÉMICA POR EL CLÁSICO

El Gobierno cree que "no es razonable" que el Barça-Madrid del 26 de octubre se juegue en el Camp Nou

Fuentes del CSD aseguran compartir la tesis de LeLiga de que el clásico no se dispute en Barcelona por motivos de seguridad

La pancarta que colgó anoche en la grada del Camp Nou, durante el Barça-Inter de Champions.

La pancarta que colgó anoche en la grada del Camp Nou, durante el Barça-Inter de Champions. / periodico

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La propuesta de LaLiga al Comité de Competición de cambiar el orden de los clásicos de esta temporada y, en consecuencia, jugar el 26 de octubre en el Bernabéu y no en el Camp Nou como está previsto, ha encontrado buena recepción en el Consejo Superior de Deportes, es decir, en el Gobierno español. Según fuentes consultadas por este diario el CSD no ve con buenos ojos la disputa del partido en Barcelona a la vista del volumen de las protestas por la sentencia del 'procés' en la capital catalana.

El CSD asegura que "tal y como se están desarrollando los acontecimientos consideramos, al igual que la Liga y la RFEF, que por seguridad no es razonable jugar ese partido tal y como está previsto". El Consejo no entra a valorar que el encuentro se debe disputar en Madrid. De hecho no especifica si prefiere el aplazamiento o que ese encuentro de la primera vuelta se dispute en el Bernabéu.

La opinión del Gobierno puede pesar en el Comité de Competición, que debe escuchar las alegaciones del Barça y del Madrid antes de dictar una sentencia que debe llegar antes del próximo miércoles pero que muy probablemente se sepa antes. Tanto Barça como Madrid rechazan la propuesta de LaLiga, en particular el Barça. El Madrid podría estar abierto a una suspensión, pero no a que se traslade al intercambio de fechas que figura en el calendario

Preocupación policial

Los responsables del dispositivo policial, por su parte, en Catalunya han empezado a valorar en las últimas horas con preocupación creciente la posibilidad de que grupos independentistas saboteen de algún modo el partido de fútbol entre FC Barcelona y Real Madrid.

Según fuentes citadas por Efe desde Madrid, se contempla que el grado de la protesta se eleve si se plantea y se lleva a cabo una acción que pase por interrumpir el partido una vez iniciado o en los prolegómenos, por ejemplo tratando de bloquear con la presencia de cientos de personas la llegada al estadio blaugrana de los autobuses de ambos equipos.

Fuentes policiales subrayan que los agentes 'antidisturbios' están acostumbrados a este tipo de actuaciones complejas, remitiéndose por ejemplo al River Plate-Boca Juniors disputado en el Santiago Bernabéu el pasado 9 de diciembre y a otros tantos encuentros de alto riesgo, con el desplazamiento de aficiones de otros países, y que se han celebrado sin incidentes.