Esperando el giro teatral del 'caso Neymar'

En el caso Neymar no cabe descartar un giro dramático y teatral de última hora. En el caso Neymar, en realidad, no cabe descartar nada. Los intereses cruzados resultan tan persistentes, que de la presión puede resultar cualquier cosa. No hay nada previsible con el brasileño de por medio. 

El relato que surgió ayer de las oficinas del FC Barcelona se sustentaba sobre el titular de que se declinaba la contraoferta del PSG del jueves, que consistía en 130 millones, las ventas de Rakitic y Todibo y la cesión de Dembélé. En las cuentas parisinas, eso equivalía a los 215 millones que, a su juicio, vale hoy el delantero brasileño. Casi los 222 de hace dos años, cuando era el segundo mejor futbolista del mundo. El relato se corona con la idea de que la operación está casi imposible. 

Hubo un debate matinal en el seno del club azulgrana con participación de directivos, responsables deportivos y ejecutivos económicos, en el que se estudió el ofrecimiento parisino. La respuesta no podía ser otra que negativa ya que ni Barça ni PSG lograron convencer a los tres futbolistas afectados de hacer las maletas hacia París. Lo mismo que sucedió al principio de la negociación con Coutinho, que se negó a formar parte del canje y voló hacia Múnich, al Bayern.

Dembélé es quien ha recibido más presiones en los últimos días. Ha aguantado llamadas con voluntad seductora de la entidad parisina, pero no ha habido forma de doblegar su resistencia. Sin él, la operación se complica. Es el delantero por delantero necesario para el PSG, en cuyas oficinas harán bien en preguntarse cómo es posible que nadie quiera ir ahí, ni siquiera los franceses del Barça. Ni que su sede social estuviera en Siberia. Desde el Barça lamentan esta incapacidad de convencimiento de los parisinos. 

Más ruido

Desde el Barcelona se asegura también que no hay previstos más movimientos de su parte y que la operación está en manos de alguna nueva propuesta del PSG. Cuesta de creer a la vista del interés tan intenso mostrado por Josep Maria Bartomeu en la polémica contratación de Neymar. Polémica y divisiva no solo entre los socios, sino también en la junta directiva. No son pocos ahí dentro los que no entienden semejante perseverancia en perseguir a un futbolista que se burló de la institución con su huida y con el que mantiene pleitos judiciales pendientes de resolver.

No deben descartarse más intercambios de llamadas hasta el último día, más presiones sobre los tres futbolistas involucrados, quién sabe si alguna reunión más. No parece probable que impere el silencio hasta el cierre de mercado. Con Neymar cerca, el ruido no puede cesar.