GRIS DEBUT

Incómodo Griezmann en su pobre estreno con el Barça

El delantero francés, que no chutó a puerta en San Mamés, no brilló ni como extremo zurdo ni tampoco como 'nueve'

Griezmann se lamenta en San Mamés durante el Athletic-Barça.

Griezmann se lamenta en San Mamés durante el Athletic-Barça. / periodico

Marcos López

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Estaba incómodo, realmente incómodo Griezmann en San Mamés. Y no porque La Catedral no olvidara su pasado con la Real Sociedad dedicándole sonoras broncas al delantero francés cada vez que tocaba el balón. Lo incómodo para el fichaje estrella del Barça este verano, pendiente de lo que ocurra con Neymar, es que no tuvo peso alguno en su debut. Ni jugando como extremo izquierdo, el lugar al que serádestinado cuando coincida algún día con Messi Suárez a la vez. Algo que no sucedido todavía y eso que lleva un mes de azulgrana.

No brilló Griezmann junto a la cal cuando cohabitó con el uruguayo durante poco más de media hora antes de que este se lesionara. Ni conectó tampoco con Jordi Alba, cuyas internadas por el carril izquierdo se habían convertido en una de sus armas más poderosas. Pero nada de eso se vio en San Mamés. No brilló tampoco Griezmann como delantero centro, enclaustrado como quedó en la segunda mitad ante la tupida red tejida por Garitano.

Delanteros sin veneno

También estaba incómodo Valverde porque el revolucionario Barça que diseñó. Un equipo insustancial en el plano ofensivo, que descuidó, además, la vigilancia defensiva cuando más atento debía estar. En los minutos finales de un partido que creía tener bajo control, pero un simple saque de banda provocó el golazo de AdurizGriezmann, además, se quedó sin chutar a puerta, síntoma de ese evidente desasosiego que transmitía en su juego.

"Griezmann es un jugador que si vive cerca del área es un seguro. La cuestión es que él tiene que entrar en juego. Y tiene que buscar entrar en juego" (Valverde) 

"Para los zurdos estar en la izquierda no está mal, eh...", afirmó Valverde cuando le preguntaron por el encaje táctico del francés en su dibujo. "Es un perfil cómodo, relativamente cómodo", añadió el técnico, recordando que "Griezmann es un jugador que si vive cerca del área es un seguro, es resolutivo. Tiene buen desmarque, se mueve bien al espacio...", afirmó el entrenador, recordando que tienen a Jordi Alba "un lateral que entra bien" para que el francés se vaya al centro.

El problema fue que ni en la banda ni en el centro estuvo resolutivo el francés. "La cuestión es que él tiene que entrar en juego", dijo Valverde. "Y tiene que buscar entrar en juego", subrayó el técnico, dolido porque sus delanteros no tuvieron veneno alguno.

Rafinha remató tanto como los tres delanteros titulares. Dembélé no hizo ni un solo disparo

Por una razón u otra (Suárez se lesionó, Dembélé desapareció, Griezmann no conectó), el Barça estuvo seco en Bilbao. Literalmente seco. No es que fuera incapaz de marcar (estrelló dos balones en el poste) sino lo que le preocupa al entrenador es que su equipo no le hiciera casi ni cosquillas al Athletic.

"A nuestros  jugadores de delante les faltó un desmarque, alguna decision para poder hacer un gol", se quejó el técnico azulgrana, uniéndose así a la tesis asumida por el propio Griezman. "Estuvimos bien hasta los últimos 30 o 40 metros, pero luego no supimos hacer el último pase, el desborde", afirmó el francés.

La crítica del técnico

Incómodo como Griezman quedó también Valverde. "Hemos tenido la posesión, pero muy pocas ocasiones de gol. Era difícil generar peligro", contó asumiendo que a Messi  "siempre se le echa de menos". Pero eso no resultó coartada alguna para el técnico, que elevó el tono de su crítica. "Necesitamos hacer otras cosas, más desmarques, más profundidad". Y quien lo hizo de verdad en San Mamés fue Rafinha, que firmó cuatro remates, tantos como los tres delanteros titulares. Aprovechó cada minuto como si fuera el último.