La mala salida de Godín del Atlético acerca a Griezmann al Barça

Muchos de los componentes de la plantilla del Atlético de Madrid tienen la sensación de que, esta vez sí, el asunto va muy en serio. Muchos compañeros del goleador francés, campeón del mundo, Antonine Griezmann, de 28 años, están convencidos de que, en los próximos meses, abandonará el conjunto colchonero, muy probablemente, rumbo a Barcelona, donde ya estuvo a punto de aterrizar la pasada temporada.

El punto que les ha convencido de que la situación es irreversible y que, incluso, hizo pedir ayer, públicamente, al capitán Koke que “¡espero que Antoine siga con nosotros la próxima temporada!”, es la mala, pésima e innegociable salida del popular central Diego Godín del Atlético, de 33 años, casi por la puerta de atrás, por más homenaje que se le hiciera tras el partido ante el Sevilla en el Wanda Metropolitano.

Con el 2 de Godín

Fuentes del vestuario rojiblanco aseguran que si Griezmann aún tenía alguna duda, puede que la forma utilizada por el Atlético para descartar la continuación de Godín, gran amigo del goleador francés, empujará aún más al delantero a cerrar su acuerdo con el Barça, que pagaría encantado los 120 millones de euros de clausula que tiene. El diario francés ’Le Parisiene’ señaló, la pasada semana, que Griezmann, que ayer llegó al Wanda Metropolitano vistiendo una camiseta con el nº 2 de Godín, estaba dispuesto a bajarse la ficha (ahora de 23 millones de euros anuales) para formar parte de la plantilla azulgrana.

El Atlético hizo una oferta de renovación lamentable, hiriente, a Godín, uno de sus jugadores santos y señas del club. Los dueños del club colchonero pretendían que Godín renovase por un año y únicamente le ofrecían la posibilidad de una segunda temporada si jugaba más de 25 partidos, cosa que el central consideró una ofensa y por ello ha llegado ya a un acuerdo con el Inter por tres temporadas sin condiciones.

Godín le suplicó que se quedase

El hecho de que el Atlético prescinda de Godín de esta manera ha herido a su amigo Griezmann, cuya amistad con el central es tan grande que es el padrino de su hija Mía. Fue Godín, precisamente, quien, el año pasado, acudió, en compañía del entrenador ‘Cholo’ Simeone, a casa de Griezmann para pedirle, por favor, que se quedase, que no fichase por el Barça. Fruto, dicen, de aquella reunión fue el video grabado por una productora de Gerard Piqué donde el francés anunciaba que se quedaba en el club colchonero.

El vestuario rojiblanco teme que el desplante del Atlético hacia uno de los mejores, sino el mejor, amigo de Griezmann decante, finalmente, la balanza hacia el Barça, vestuario en el que el francés tiene buena relación con Piqué, Suárez y, por supuesto, con Messi, que no vería con malos ojos su llegada.