ENTREVISTA (ABRIL-2019)

Michael Robinson: "Este es el mejor Liverpool desde que éramos importantes en los 80"

El comentarista de televisión inglés rememora su etapa como delantero de los 'reds' y analiza la eliminatoria de semifinales cde Champions contra el Barça

Robinson recibe el premio Manuel Vázquez Montalban de periodismo en el Camp Nou.

Robinson recibe el premio Manuel Vázquez Montalban de periodismo en el Camp Nou. / periodico

Albert Guasch

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Michael Robinson, antes de ser el mejor comentarista con acento del fútbol español, jugó su temporada más exitosa como profesional en el Liverpool que ganó el primer triplete de la historia de Inglaterra: Liga, Copa de la Liga y Copa de Europa (1983-84). Joe Fagan dirigió aquel equipazo que contaba con Souness, Dalglish, Rush Grobbelaar y que en la final europea batió al Roma de Cerezo y Falcao por penaltis. Robinson creció en Blackpool, ciudad cercana a Liverpool, así que cumplió un sueño de infancia que duró apenas una temporada. Es un infatigable contador de historias. Ríe y hacer reir con sus anécdotas. Como si no existiera la enfermedad que hizo pública y de la que habla con naturalidad. La eliminatoria de su equipo contra el Barça en Champions es una buena ocasión para escucharle. 

En una entrevista del 2002 decía que su mayor lealtad en esta vida, aparte de su familia, es el Liverpool. ¿Lo mantiene? Sí. El mundo del fútbol ha cambiado mucho. El Liverpool también. Pero su esencia no lo ha hecho. Eso te lo ofrece el público que siempre llena Anfield. Es realmente extraordinario, porque no sabemos lo que es ganar la Premier League. La Premier actual se inventó hace 28 años o así y desde entonces no la hemos conquistado ni una vez, pero no creo que tengamos ni un aficionado menos. Hemos ganado una Champions League y poco más. Es uno de los pocos clubs que a pesar de su escasez de éxitos ligueros no ha disminuido el fervor ni la fascinación que generan. Mi padre me dijo cuando era pequeño: ‘Los equipos vienen y van, pero los clubs de verdad permanecen'. Y es cierto. El Liverpool seduce. Siento el mismo romanticismo por este club. Me emociona cuando los veo hacerlo bien.

La afición de Anfield es distinta. Yo me acuerdo de cuando jugaba ahí. Sam era el encargado de cuidarse de los vestuarios y nos hacía el té entre semana, y lo hacia muy bien, por cierto. Y con los primeros acordes del ‘You never walk alone’, él llamaba a la puerta y decía: ‘Gentlemen’… Y entonces el míster Joe Fagan nos decía: ‘No olviden que esta gente gana su dinero con mucho esfuerzo y se lo han gastado en amarles. Ámenles ustedes también por favor'.

¿Por qué no duró más su carrera en Anfield? Apenas una temporada y tres meses. Yo era tan del Liverpool que me cuestionaba a mí mismo constantemente. La primera temporada lo ganamos todo. Fuimos el primer equipo inglés en ganar un triplete. Y luego fichamos a Paul Walsh, que yo pensaba que era muy bueno y amenazaba mi titularidad. Era justo el jugador que yo quería como fan para mi equipo. Entonces me fui a hablar con el míster. Yo no quería que se me rompiera el corazón ni quería volverme un cínico con Fagan, al que adoraba. Él me comentó que era una estupidez e incluso me ofreció ampliar el contrato. Le respondí que le felicitaba por el fichaje, pero que si venía otro club, que en su lugar me traspasaría. Y recuerdo que en Nochebuena me reuní con el Queens Park Rangers y me hizo una oferta muy buena. Al día siguiente, en Boxing Day, jugábamos contra el Leicester y Fagan ya me había anunciado que sería titular, pero le informé la noche antes de que había llegado a un acuerdo con el QPR. El día del partido fui a recoger mis botas a Anfield y decir adiós a la gente. Cuando salía en coche, mi mujer conducía y yo de pasajero, veía a los primeros aficionados acudiendo al estadio y, mire, lloré como un niño que acaba de perder al primer perro.

¿Nunca se arrepintió? ¿No cree que quizá le pudo la impaciencia? Es cierto que Paul Walsh no se convirtió en el futbolista que esperábamos. Y eso que era muy bueno, pero a veces uno no cuaja. Mentiría si dijera que no he vuelto a pensar en ello, pero también es verdad que si no hubiera tomado la decisión que tomé aquel día, muy posiblemente mi destino no estaría aquí, teniendo la vida que después he tenido. Quizá nunca hubiese llegado a jugar en el Osasuna y no hubiera conocido lo que he conocido. Así que no me reprocho nada. Pero sí que me he torturado un poco más de una vez.

"Me enorgullecía mucho jugar para el Liverpool, pero nunca logré sentir felicidad. Sentía alivio. El día que me fui lloré como un niño que acaba de perder al primer perro"

Michael Robinson

— Exdelantero del Liverpool

Se fue con una Copa de Europa. Fue histórico, pero te puedo decir que nunca logré sentir felicidad en el Liverpool. Sentía alivio. Éramos claramente el mejor equipo del mundo entonces, a pesar de mi, claro. Todo lo que era ganar signficaba solo cumplir. Me sentía muy orgulloso de jugar para el Liverpool, pero el gran motor para mi era el miedo de perder y a cagarla, más que la desbocada ambición de ganar.

¿Jugaba bien aquel Liverpool? Teníamos un entrenador que lo desdramatizaba todo. Nunca hacíamos grandes reuniones. Se te acercaba de vez en cuando, te decía algo, pero nada de solemnes charlas. Jugábamos de una forma muy parecida al Barça. Hace unos años hablando aquí en este hotel precisamente con Graham Souness de esto, le dije: 'Juegan de una forma parecida a nosotros, pero en cámara rápida'. 

Hablemos del Liverpool actual. ¿Cree que Jürgen Klopp ha conseguido dotar a sus equipos de una identidad propia? Sí. El actual Liverpool es muy parecido a su Borussia Dortmund. En gran medida se debe a que el fútbol es cuestión de espacios. Un campo de fútbol solo parece pequeño cuando está mal jugado. Si está bien jugado, parece un prado. Un campo de fútbol, cuando no tienes el balón, tienes que procurar que sea chico, y cuando lo tienes, debes agrandarlo. Es como un acordeón. La perdemos y lo empequeñecemos; la recuperamos y lo expandimos. Pero esto se hace frecuentemente de izquierda a derecha y no tanto de arriba a abajo, que es como funciona el Liverpool. El espacio en el fútbol no debes ocuparlo; debes acudir a él. Tienes que tener la paciencia y dejar el espacio, y más con jugadores rápidos como Mané o Salah. Sería una absoluta inutilidad para el Liverpool jugar en la frontal del área como hace el Barça porque no hay huecos para explotar las virtudes de estos delanteros.

Es un equipo potente en todas las líneas ahora. El Liverpool, con Klopp, siempre ha tenido una capacidad goleadora importante. Pero el año pasado éramos un coladero. Necesitábamos imperiosamente taparlo. Así que en el mercado hemos fichado a un portero que para él solito lo que los dos anteriores juntos. Han fichado a un gran central, Van Dijk. Han reforzado el medio campo. Y mantenemos la capacidad goleadora. Pero ya no necesitamos marcar tres goles para empatar. 

"Lo que ha hecho Valverde tiene mérito. El Barça, aunque parezca mentira, ha ganado un doblete, puede ser un triplete, en un periodo de transición"

Michael Robinson

— Comentarista de televisión

Se diría que la expansiva personalidad de Klopp ha encajado bien en Liverpool, una ciudad distinta en Inglaterra. Es una ciudad muy peculiar. Había una época de mucha pobreza, ahogada en los 70 y 80, pero también había mucho humor. Es un lugar muy creativo. Con un acento muy peculiar. Nos distancia 40 minutos de Manchester, pero percibimos la vida de una forma diferente. Y Klopp es un tipo alegre, encantado de sonreír siempre. Y muy estable y profundo, que intenta no mostrar el intelectual que en realidad lleva dentro.

Hablando de estilo, que es conversación común aquí, ¿cree que Valverde ha conseguido un estilo propio? Propio, no. Pienso que sería un lunático si viniese al Barcelona a intentar imponer un estilo. ¡No, no, no! Un club puede estar muchos, muchos años intentando encontrar una manera de jugar y que proporcione éxitos. Pocos clubs lo han logrado y el Barça encima ha hecho amigos, porque siempre ha sido un estilo muy bonito. Pienso que lo que ha hecho Valverde tiene mérito. Ha estado justo en el momento del gran relevo. El Barça, aunque parezca mentira, ha ganado un doblete, puede ser un triplete, en un periodo de transición. Porque se han ido Xavi Hernandez e Iniesta, Busquets está entrando en el otoño de su carrera, no se está viendo una quinta de la Masia que permita tirar cohetes... Evidentemente ha tenido que hacer retoques sin desviarse. Y ha tenido que ser un poco más pragmático en momentos dados, quizá porque no ha tenido un centro del campo boyante. Pero yo creo que eso no es cambiar el estilo, eso es hacer lo que se puede.

Sobre la figura de Arturo Vidal han pivotado algunos de estos debates estilísticos. El FC Barcelona es cruel para muchos futbolistas. Había visto a Thierry Henry como una de las grandes y contrastadas estrellas mundiales y llegó al Barça y parecía uno de los justitos, casi medio torpe y diésel. Y vino Ibra y directamente desentonó. Yo me acuerdo cuando vimos la emergencia de Sergi Roberto y les decía a mis compañeros de tele: '¿Que si es bueno? No sabéis lo bueno que es este. No desentonar aquí es la hostia'. Con tal de que no desentones en esta compañía es mucho. Hay momentos en que Suárez parece directamente un tuercebotas. Él nunca lo pareció ni en el Liverpool ni en ningún otro lado. Pero entre esa exquisitez, es muy fácil cagarla. Ahora mismo Arturo Vidal ha sufrido porque está en una compañía de violinistas y él es un trombón.

¿Cómo se imagina la eliminatoria? Es la eliminatoria que nunca quise ver. Ya he avisado a mis compañeros que en la transmisión pueden esperar los comentarios más mudos de mi carrera (se ríe).

"El Barça es muy cruel para muchos futbolistas. Henry llegó y parecía uno de los justitos. 'Ibra' directamente desentonó. A veces hasta Suárez parece un tuercebotas. Pero entre esa exquisitez, es muy fácil cagarla"

Michael Robinson

— Comentarista de televisión

¡Eso es imposible! Pienso que en principio el Barça es favorito, pero este es el mejor Liverpool desde que éramos importantes en los felices años 80. Si no fuera porque Henderson sigue jugando, inexplicablemente... Pero ahora el Liverpool tiene un equipo de veras. El Barça, no obstante, es un equipo muy adulto y tiene a un tal Leo Messi. Creo que nunca ha nacido nadie como él. Desde su debut he visto cuatro 'Messis'. Estamos en la cuarta versión de Leo. Su interpretación del fútbol es única. Si un día se pone a hacer de Alba, lo haría bien. No sé si puede hacer de Ter Stegen. Le doy al Barça un 51% y al Liverpool, un 49% de opciones.

Una eliminatoria igualada, pues. El juego del Barça nos viene como anillo al dedo. No me puedo imaginar al Barça renunciando a su estilo y no teniendo la pelota, sobre todo en el Camp Nou. Y también, ojo, el Liverpool no debe pensar que el Barça no sabe contragolpear, porque sí que sabe, lo hace de puta madre. Pero prefiere tener la pelota y ser protagonista de los sucesos. En ese escenario el Liverpool estará cómodo.

Para terminar, puedo preguntarle cómo va su partido contra el melanoma? ¿Remonta? Sí, porque me estoy tomando unas pastillas que están frenando los tumores en seco, pero no puedo seguir tomándolas por mucho tiempo porque el cuerpo se hace inmune. No se sabe cuando. Si lo hace en un par de meses, chungo, porque sin ellas vuelven. Si es dentro un año, mejor. Me han subido la dosis esta semana, porque, parte buena, tengo dos tumores, en la tripa y el pulmón, que están quedando en nada. No me pueden curar, pero estamos en el plan de cronificar el cáncer, de controlarlo, y en eso sí vamos bien. Hace poco vi a un amigo que había pasado por un infarto y le dije: 'estás estupendo, muy delgado'. Y me contestó: 'claro, si vivo de agua y lechuga'. Y yo: 'ostia, a mi no me han prohibido nada. ¡Me echo mi pitillo y tomo de todo! Prefiero el cáncer, oye. Pídeme una cerveza. anda' (y se ríe).

ASÍ RECUERDA ROBINSON LA TANDA DE PENALTIS DE LA COPA DE EUROPA DEL ROMA-LIVERPOOL DE 1984 (1-1)

"Yo no quería chutar ningún penalti. Solo dos querían. Phil Neal, el que había marcado el gol, quería. Souness dijo que él iba a tirar uno. Y luego el lateral Alan Kennedy insistía en tirar uno. El problema es que nadie quería que Kennedy tirara. Él estaba seguro de marcar. Souness decía que no. Luego Rush dijo que él también lanzaba uno. Yo dije que no me apetecía pero que si debía hacerlo, lo hacía. Souness me dijo que necesitaba un delantero para el sexto, por si había empate. Y yo, encantado, porque pensaba que no se llegaría a eso. Y Kennedy, entretanto, insistiendo e insistiendo. 'Bueno, va, tira el quinto', le dijo finalmente Graham.